El elegido

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Un nuevo día, un nuevo intento.

Y también una nueva persona.

No me refería a un cambio en mi o en William, era literalmente a conocer a alguien nuevo.

-Emma, es un par de años menor que tu- comento durante la cena. Ella había salido a relucir en varias conversaciones a través del tiempo y Will tenía varias fotos con ella y de ella y Carly.

No sabía que esperar de esta Emma.

William se refirió a ella como lo más cercano a una hermana pequeña que habría podido tener.

Pero quizá no era un sentimiento unánime.

Suspiré

-¿Estas preocupada?- William me sonrió desde el asiento del conductor -o celosa?-

Enarque una ceja -ninguna. Solo curiosa-

William no se contuvo y se rió mientras me guiñaba un ojos, sin creerse mi respuesta

Este hotel me era familiar, era donde habíamos tenido una cena con James y Jonathan.

A diferencia de aquella vez, ahora usaba unos ajustados vaqueros negros, una blusa ajustada de cuellos alto con un escote de triángulo invertido que hacían parecer el cuello como un collar. Por último, me puse unos simples zapatos de plataforma igualmente negros y eso era todo.

Cuando nos sentamos en la mesa que William previamente había reservado no había rastros de Emma

Hasta que escuché el nombre de William ser pronunciado por una dulce voz femenina con un marcado acento alemán.

No éramos muy diferentes. Cabello oscuro, mis ojos eran un poco más claros supongo y tez pálida.

Sus facciones ciertamente eran más finas y pulidas y yo era un par de centímetros más alta.

Usaba unos vaqueros azul indigo, clásicos y una blusa de mangas acampanadas. Su cabello estaba recogido en una trenza que rodeaba la parte de atrás de su cabeza con un par de tocados en dorado y eso era todo. Un poco de lápiz labial, quizá rimel y listo.

-Joss, ella es Emma- William me tomo de la mano -Emma ella es mi Joss-

-Hola...- me quede a medio saludo cuando ella me abrazó y yo torpemente correspondi

-estoy tan feliz de conocerte- su español era bueno aunque aquel acento, está vez menos intenso, aún impregnada sus palabras. Cuando se apartó, tuve el presentimiento de que quería decirme más, pero no sabía cómo o quizá no lo encontré trabaja apropiado.

Cualquier resquicio de duda u hostilidad desapareció con solo ver esa sonrisa sincera y ojos llorosos. Ellas estaba genuinamente feliz por William.

-es un placer conocerte tambien-

Y entre el postre y la charla había terminado invitando a Emma en la búsqueda de mi vestido.

Sam estaba caminando conmigo por el centro, cuando encontramos un pequeño local, sobrio y poco notable cerca del centro comercial y allí Emma nos encontró con un paquete de masmelos.

La vendedora me mostró un par de aquellos que eran extravagantes y de faldas demasiado grandes.

Fue ahí cuando todo se fue a la mierda con la búsqueda.

Porque empecé a probarme vestidos horribles solo para ver la cara de Emma y Sam partirse de la risa con cada nuevo vestido.

Por poco y unos me dan urticaria con tanto encaje y perlas por doquier

Riéndome, paseando por el mar de vestidos uno llamo mi atención.

-este es de una colección antigua, pero es un diseño clásico- me comunico la vendedora -podemos hacerle algunos ajustes si así lo quiere-

Sacudí la cabeza miéntras tocaba la suavidad y elasticidad de una tela con transparente que no era tul.

-esta perfecto como esta- le dije y lo tome de la percha -puedo probarlo?

Ella asintió con entusiasmo miéntras lo tomaba de mis manos.

Podía escuchar las risas y murmullos de voces de Emma y Sam miéntras me encontraba en el vestidor, con la chica ayudándome con la cremallera y poniendo algunos ganchos o lo que sea para que se ajustará del todo a mi cuerpo.

-este vestido incluye esto- dijo con una sonrisa y desapareció brevemente antes de volver con una tiara que estaba conformada por hojas de plata y luego un hermoso velo.

-se ve hermosa- dijo la chica mientras me ayudaba a caminar por el pasillo hasta la sala de espejos.

-gracias- dije con voz inestable porque este era. Lo sabía. Podía verme caminar al altar, a William, con este vestido.

Cuando me parece en el centro de los tres espejos Sam se quedó muda y Emma se quedó con medio masmelos camino a su boca

-que tal?- rompi el silencio

Sam se cubrió la boca con sus manos y negó con la cabeza, si no hubiera visto las esquinas de sus ojos arrugados y la emoción vibrante en ellos me hubiera preocupado

-este es no?- dijo Emma levantándose y acercándose a mi -dime que si, porque te ves maravillosa y William se va a morir cuando te vea-

Sonreí

Y encontré el elegido.

Epilogue (A forbidden Love story #3.5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora