Capítulo 1: "Un pato de hule en la bañera"

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Habían surgido distintos comentarios acerca de la muchacha que se desmayó dentro de un baño, algunos decían que ella había sido poseída, otros que posiblemente los Aliens la raptaron y por ello no podía contar nada sobre lo ocurrido, pero solo sus amigos que la conocían desde años sabían lo que realmente hubo sucedido. Rossy se desplomó en los servicios higiénicos por haberse confundido de baño, más bien, entrado a propósito al baño de varones para encontrarse directamente con su amor imposible.

Al abrir la puerta e inspeccionar que nadie se encontraba en los sanitarios, Rossy entró misma espía caminando en zigzag para no dejar rastro de su perfume o olor a mujer pues se camuflo enseguida con el aroma masculino al entrar dentro de un cubículo para mantenerse esperando, silenciosamente, a que el chico que le encantaba desde los diez años entrará a hacer sus necesidades.

Rossy inicio con su gusto por aquel muchacho desde los diez años cuando casi fue arrollada por su bicicleta. Ella desde una larga distancia observó un muchacho estar montando bicicleta, y bastó que cupido le lanzara un flecha hacia su corazón para permanecer atontada mirándolo sin importarle que ese muchacho se acercará cada vez más hasta frenar de golpe para no impactar con Rossy al no moverse a un lado, a pesar de que, estuvo avisándole de que se saliera de su camino.

Por lo atontada que se encontraba no escuchó ni una palabra mencionada por su casi arrollador y solo observó en silencio como éste se marchaba para ingresar a su casa y, desde ese momento, Rossy empezó a averiguar con mucho esmero sobre su vecino. Nunca creyó que se volvería una experta en el área y obtendría el apodo de «Detective Rossy» por sus grandes avances que daban frutos. Tenía un inmenso expediente sobre su vecino donde hasta el más mínimo detalle era de mucha información. En su mente ya se imaginaba el día que por fin intercambiarían palabras y dejaría el acoso a un lado para planear todo su futuro. Sin embargo, el gran problema para dar el primer paso era la gran diferencia de edad que tenía con su vecino. Él le llevaba cinco años más. ¿Una niña de diez años qué tendría que hablar con un muchacho de quince años? Ese era su mayor problema. ¿De qué podrían hablar? ¿Acaso de patos de hule en la bañera? Y sí, podría ser un tema, porque después de todo, su vecino cuando se bañaba dejaba que un pato de hule se paseará en su bañera. 

Y no, no pregunten como Rossy lo descubrió.

Pero con doce años cumplidos, Rossy sentía que tenía una ventaja para por fin tener una conversación con su vecino. Ella sabía que debía ser antes de que se gradué pues este año era el último de su vecino y por lo que escuchó, su vecino estaba realizando ya sus pruebas de ingreso a la universidad que tanto aspiraba. Por ello, desde el primer día de escuela creo todo un plan para conquistar a su vecino y tener una boda de ensueño. Aunque planear encerrarse en un cubículo en espera de su crush no parecía ser un buen plan por percatar que distintos muchachos ingresaban y ninguno era él. Estuvo a punto de darse por vencida si no hubiera percibido un olor muy familiar en medio del aroma a detergente. 

Un muchacho de cabello azabache y con ojos rasgados que eran muy prominentes al sonreír, ingresó riendo a los servicios higiénicos en compañía de su mejor amigo. La conversación parecía ser muy graciosa pues el asiático no dejaba de estar carcajeando incluso cuando se acercó hacia un urinario para bajar su bragueta y robarle un suspiro a Rossy. Era su primera vez viéndolo orinar, pese a que, por estar dándole la espalda no pudo apreciar lo que sostenía entre sus manos.

Rossy empezó a percibir un inmenso calor invadirle por lo pecadora que se sentía al darse cuenta que lo que estaba haciendo era incorrecto en todas las lenguas posibles. Pero ya no había tiempo a arrepentirse y solo permaneció observando a través de la abertura de la puerta del cubículo como aquellos muchachos terminaban sus necesidades. Dejó después escapar una fuerte bocanada al sentirse aliviada de observarlos salir fuera del baño parahacer una danza en triunfo a su cometido, a pesar de que, no era lo que buscó desde un principio pero en aquel momento lo dejó de lado para gritar y reír como loca; no obstante, estuvo inmóvil a los minutos por no esperarse que alguien ingresara al baño y estuviera con un rostro de sorpresa y espanto por haberla visto dentro del baño bailando extraño. Rossy no pensaba en otra cosa en ese momento que no fuera ser secuestrada por los Aliens pues su vecino la había descubierto.

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⏰ Última actualización: Oct 26, 2017 ⏰

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