UNKNOWN ROMANCE » YoonMin Adaptación.

『050』

Maratón 4/6

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Habíamos terminando yendo todos juntos a comer en un restaurante a varias cuadras del hospital, dado que Nicha no había probado bocado desde dios sabría cuándo, HyoJong la llevó entre sus brazos para que no hiciera más esfuerzo del necesario, ambos por todo el trayecto hablaron de lo que les gustaba y lo que no, coincidiendo misteriosamente en algunas cosas. En ocasiones podía notar que la niña se reía con sus bromas pésimas, encantada quizás con su belleza y su espontanea personalidad. Al llegar al lugar, nos sentamos en una mesa apartada de todo el mundo, donde pedimos platos repletos de comida china. Comí casi sin ganas, al igual que Hyunah quien solo removía el arroz con un tenedor sin molestarse en metérselo a la boca, todo lo contrario a HyoJong, quien seguía animado parloteando con la pequeña, quien se había sentado en sus piernas para que le diera de comer, y este ni corto ni perezoso siguió sus órdenes.

Su madre estaba a mi lado en total silencio observándolos con timidez, parecía demasiado nerviosa como para considerarse un comportamiento normal. Pero intenté no darle mucha importancia, después de todo un extraño estaba mimando a su hija en sus narices. Al acabar de comer Hyunah decidió pagar la cuenta, a pesar de las protestas de HyoJong y las mías de que podíamos dividírnosla. De camino a la heladería, HyoJong iba de la mano con Nicha, quien tarareaba esa vieja melodía, mientras le enseñaba los pasos de baile a HyoJong, el cual se reía fascinado con la actitud despampanante de la pequeña. Hyunah y yo con el pasar de los segundos nos fuimos quedando atrás de ellos, caminábamos hombro a hombro, un poco apartados para no incomodar el espacio del otro, y entonces mientras observaba el panorama se dignó a abrir la boca por fin.

— Aléjate de Yoongi. — susurro decaída, sin molestarse en mirarme ni un segundo, sus ojos eran solo para Siwon y su hija. — Sé qué aun lo amas por la forma en que lo miras, y puedo estar segura de que Yoongi se debe sentir igual. — suspiro acomodando un mechón rebelde de su largo cabello tras su oreja. — Nunca pensé que lograrían reencontrarse en este mundo tan grande, más cuando DaRium te dijo que estaba muerto, y lamento decirlo, pero fue la mejor idea de todas. — sonrío levemente al recordarlo, como si fuera un chiste grandioso jugar con la vida de alguien, y peor aún con mis sentimientos. — Me dio la oportunidad que necesitaba para casarme con él, así que por favor, esta vez no lo arruines, te lo suplico.

— ¡¿Chicos vienen o qué?! — inquirió HyoJong desde el otro lado de la calle antes de que pudiera refutarle algo a la rubia, antes de que pudiera darle mi cortante respuesta. Pero ella ni siquiera se molestó en esperar a que dijera algo, se marchó a alcanzar a los otros dos en cuestión de segundos, dejándome completamente solo en medio de la acera.

Con cara de pocos amigos los seguí, intentando no darle muchas vueltas al asunto, ya que sabía ella tenía toda la razón, Yoongi era de ella aun cuando había sido ganado con artimañas, eran una familia, y yo solo estaba metiéndome en terreno prohibido. HyoJong y Nicha devoraron el helado en cuestión de unos minutos, dado que ni yo, ni menos Hyunah nos animamos a comernos uno. Nos despedimos al salir del local, cuando Hyunah nos anunció que su chofer las recogería allí, Minnie un poco decaída se despidió de un fuerte abrazo de HyoJong, quien le correspondió con una expresión compungida, y juntos decidimos regresar al hospital.

— Te juro que he visto a esa mujer en algún otro lugar. — refunfuño HyoJong, en el momento en que nos plantamos junto a su motocicleta estacionada en los parqueaderos del hospital.

— Eso es imposible. — me carcajee ante lo absurdo que sonaba aquello, pero él había insistido con ello casi todo el camino.

— Ya veras, cuando lo recuerde estarás tan sorprendido que tendrás que comerte todo lo cocine de aquí a que me muera. — bufo cruzándose de brazos, molesto con mi incredulidad.

— Entonces, te creo. — asentí aterrorizado con sus amenazas, sacándole una sonrisa burlona con mi cambio veloz en el semblante.