『037』

2.7K 423 56
                                    

Finalmente, el viernes llego sin ningún contratiempo especial, y agradecido como nunca antes, salí muy temprano del hospital; ya que había terminado con éxito mi turno de la semana, así que gran parte de la tarde estuve echado en mi cama durmiendo, hasta que la noche comenzó a caer indicándome que debía prepararme para la gran fiesta, antes de que llegase Jiwon. No estaba acostumbrado a ir a esa clase de eventos, siempre ocurría algo trascendental para que no terminara yendo, así que estaba allí dispuesto a celebrar el inicio de un nuevo año junto a compañeros y superiores del hospital, a menos de que surgiera una emergencia, lo cual creía era poco probable ese día. Acomode mi elegante traje, me amarre perfectamente la corbata, y cuando me sentí totalmente preparado, me observe por última vez en el espejo del baño, había cambiado tanto desde que Yoongi había muerto, no era la misma persona ni dentro, ni menos por fuera. Había envejecido un poco, ya no me la pasaba con el ceño fruncido gran parte del tiempo, sonreía cada vez que se me antojaba y reía sin motivo aparente, mi cabello teñido de rosa ahora era de un tono pastel casi llegando al rubio platinado, y bajo mis ojos siempre tenía unas marcadas ojeras pero no me molestaban. Respire profundamente por última vez y camine en dirección a la sala de estar, donde un enfadado HyoJong esperaba en silencio con Jiwon sentada frente a él.

- ¿Ya pudieron cruzar al menos una palabra? - pregunte acomodando los gemelos en mis mangas.

- No. - contestaron el unísono, dedicándose expresiones de irritación el uno a otro por haber tenido la mala suerte de decir la misma palabra al tiempo.

- ¿Entonces, van a seguir así cuánto tiempo más? - refunfuñe cruzándome de brazos, ganándome con mi comentario la mirada fulminante de los dos sobre mi rostro. -¿Van a desperdiciar casi siete años de amistad por algo que pueden solucionar?

- No te metas en asuntos que no son tuyos, Jimin. - bufo Jiwon poniéndose en pie con tal elegancia que me arrebato el aliento en cuestión de segundos, estaba hermosa como siempre, llevaba un largo vestido violeta que se ceñía a su cuerpo, resaltando su espectacular figura.

- Solo doy mi opinión basado en mi experiencia.

- Habló el chico que no ha podido olvidar a... - refunfuño HyoJong entre dientes, haciendo que Jiwon detuviera sus pasos para darse la vuelta con violencia, obligándolo a guardarse sus palabras antes de cometer un grave error. Sin embargo, aun cuando no había terminado su frase, en mi cabeza ya sabía lo que iría a decir.

- ¡Mejor cierra la boca, baboso! - le ordenó Jiwon con sus ojos entrecerrados, cargados de un intenso odio que no sería fácil de sacar de sus sistema.

- ¡Oye!

- Te estoy salvando de perder a otro amigo más.

- ¿Significa que tú y yo no somos amigos, ahora?

- Si dejas de intentar conquistarme, creo que podríamos arreglar ese asunto.

- Jiwon... - suspiro HyoJong extendiendo una de sus manos para así tocarla, pero ella se apartó disgustada.

- ¿Por qué se lo tienes que hacer tan difícil?- farfulle en un hilo de voz, más para mis adentros. Gracias al cielo ninguno de los dos, le dio mucha relevancia a mi comentario.

- Decídete, tienes hasta antes de que regresemos; ya que hoy espero pasar la noche aquí.- le advirtió la más baja, caminando con firmeza en dirección al ascensor que llamo de inmediato, antes de que HyoJong continuara con esa charla que nos retrasaría aún más.

- Al menos a mí Yoongi no me rechazó. - murmure con dulzura, palmeando suavemente su hombro con una de mis manos, este me dedico una mirada estupefacta que se tiño en rabia cuando le saque la lengua divertido con su reacción.

- ¡Los odios a los dos! - escuche que gritaba tras mi espalda, en el instante en que ya había entrado en el ascensor junto a Jiwon.

Tomamos mi camioneta la cual estaba estacionada en el parqueadero subterráneo del edificio, a pesar de tenerla desde hacía buen tiempo, rara vez la usaba; dado que prefería irme caminando al trabajo porque no quedaba tan lejos después de todo. Conduje tranquilamente en dirección al hotel Yeon donde se realizaría la gran fiesta del año, charlamos por todo el camino, y cantamos una que otra canción que nos llamó la atención de la radio, pero lo ocurrido en el apartamento no lo mencionamos ni una sola vez más.

Cuando llegamos al espectacular lugar, me quede anonadado con la magnífica arquitectura de aquel sitio. Tras estacionar en donde nos habían indicado, entramos con nuestros brazos enganchados en esas dos torres que se alzaban frene a nuestras narices, parecía a simple vista hechas de cristal, era sencillamente hermoso. Jiwon entrego la invitación al guardia que en las puertas la solicitaba, y luego de asegurarse de que éramos nosotros parte de los invitados, nos explicó brevemente el camino hasta el salón imperial, lo cual no fue difícil de hallar dado que todos iban en esa dirección, antes de permitirnos pasar a la reunión, unos amables señores nos entregaron antifaces dado que era parte de la temática. Entre risas al vernos enmascarados nos sentamos en una mesa con varios médicos que habían estudiado con nosotros, y personas reconocidas en el campo. Por primera vez en mucho tiempo, sentí los nervios apoderarse de mí. Sin poderme controlar, comencé a juguetear con el anillo de mi dedo anular, y justo cuando el espectáculo iba a iniciar, este se resbalo de mis manos cayendo en algún punto del oscuro suelo.

- Mi anillo. - masculle espantado con la idea de perderlo. Era el último regalo que Yoongi me había dejado, ¿Cómo podía ser tan torpe? Rebusque en el suelo, con mis manos temblorosas aterrorizado con jamás volverlo a tener, no era solo un accesorio, era la promesa de siempre estar juntos a pesar de todo.

- ¿Qué pasa? - inquirió Jiwon extrañada con mi comportamiento.

- No lo encuentro, se me ha caído al piso.

- Búscalo, bien.

Sin pensármelo dos veces, me tiré al suelo alfombrado con sumo cuidado de no causar incomodidad a los demás, al menos las luces del recinto estaban apagadas y solo se podían ver las que iluminaban el escenario, lo que me hacía casi imperceptible. Gatee tanteando cada centímetro que recorría, pasando por los pies de las personas, y viendo una que otra esbelta pierna asomarse entre los vestidos.

- ¡Bienvenidos damas y caballeros, a la fiesta más esperada del Imperio Yeon! - dijo un hombre desde la tarima, haciendo que de inmediato la alocada música invadiera mis oídos. -El hombre que empezó desde cero aun cuando su padre había dejado un gran legado, el hombre que estuvo un año lejos de nuestro alcance en un lugar donde ni siquiera alguien podría regresar con vida, ¡Él es el mejor de todos! ¡Él es nuestro presidente Min YeonKae!

Sentí mi piel erizarse al escuchar ese nombre, mis manos se detuvieron sobre mi preciado anillo, justo en el momento en que aquel hombre subió los escalones, llevaba un traje rojo que lo hacía ver increíble, el presentador le cedió el micrófono tras un fuerte apretón de manos, y aun cuando se notaba a metros de distancia, que yo estaba en medio de toda la estancia arrodillado con mi boca entre abierta, el presidente se quitó su máscara, dejándome ver su rostro. Ese que pensé había olvidado tras tanto tiempo, que no reconocería sino hasta el día en que muriese.

- Buenas noches. - masculló fríamente, su rostro era inexpresivo, no sonreía, ni brillo tenía en sus ojos acaramelados, los cuales se posaron sobre mí y de repente se inyectaron por el desprecio, petrificándome. Subiéndome a lo alto del cielo para luego dejarme caer sin ninguna protección, porque en ese momento me había vuelto destruir en pesados, ya que no estaba seguro si aquel hombre era una alucinación o la realidad.

- Yoongi...

UNKNOWN ROMANCE » YoonMin Adaptación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora