She's my Cherry Pie [Dean Winchester]

> Diez <

#SinEditar

Luego de haber pasado todo el día vagando y vagando por el pueblo que ni siquiera sé como se llama pero que está al este de Dakota del norte, vuelvo al motel sin saber que diré o que haré cuando vea a los chicos de nuevo.

Pero es inevitable, no puedo alejarme de mis hermanos. Ni siquiera aunque sea la única cosa que quiera hacer.

Mi celular no tiene ninguna llamada perdida, y es sorprendente, ya que he pasado afuera todo el día. Incluso ya está empezando a anochecer y mi estómago vacío ruge por algo con que saciar el hambre.

Mi corazón empieza a latir cada vez más rápido cuando me acerco al estacionamiento y veo el impala reluciente como siempre estacionado en su lugar. Si ese auto hablara... joder, de seguro diría todos los momentos locos que los Winchester hemos vivido dentro de su carrocería negra de metal.

-Hayley...

Me paralizo por completo al escuchar la voz de Sam detrás de mi y por segundos me debato internamente pensando en si debo voltearme o no.

-Hey... -insiste y su voz se escucha un poco más cerca.

Sin más remedio, me volteo tratando de no lucir aterrada y observo a Sam viniendo hacia mi con un par de bolsas en sus manos y su ceño fruncido mostrando preocupación.

-¿Dónde te habías metido? -pregunta cuando al fin llega a mi lado.

Trato de sonreír tranquila, pero el dolor de todo lo que ha pasado en menos de 24 horas vuelve a mi pecho y cierra mi garganta con un angustioso nudo.

-Escucha... -él deja las bolsas en el suelo y luego pasa sus manos por su cabello, peinándolo hacia atrás. -Sé que... bueno, sé que todo lo que pasó anoche fue... extraño. Muy extraño para mi -hace una mueca de incomodidad. -Y supongo que fue horrible para ti y Dean.

Abro mi boca para decir algo pero me arrepiento al no saber que decir. Estoy bloqueada. Primera vez que estoy bloqueada frente a Sam. Mi hermano, él único al que podía hablarle de todo, absolutamente de todo... claro... antes de que me empezara a enamorar de Dean y me sintiera obligada a guardar silencio.

-Dean y yo hablamos mucho anoche -suspira y relaja sus hombros. -Quizás aún no puedo entender como pasó esto, pero... sé que ninguno de los dos quería causar daño. Sé que las cosas solo pasaron, y que quizás se equivocaron y confundieron... aunque conociéndote, sé que tus sentimientos deben ser reales y puros -me mira pensativo y siento las lágrimas amenazando con salir... una vez más.

-Sam... -titubeo. -Nunca quisimos herirte -mi estúpida voz sale temblorosa y mis ojos rápidamente empiezan a cristalizarse. -Nunca quise herir a Dean tampoco... nunca quise hacer lo que hice... bueno, en un principio. Pero al final... al final me enamoré de Dean... -y las lágrimas salen sin poder hacer nada más. -Me enamoré y estaba muriendo por gritarlo al jodido mundo. Quería contártelo, quería que me dieras tus sabios consejos... pero no podía. Y estaba agonizando Sammy -me abrazo a mi misma y agacho mi cabeza para ocultar mi patética cara mientras sollozo.

Sin si quiera esperar unos segundos más, los brazos de Sam, mi Sammy, mi alce incondicional, me envuelven protectoramente en un fuerte abrazo donde al fin puedo llorar sin contenerme. 

Donde al fin dejo que mi pena y mi dolor salgan de mi pecho y liberen a mi agobiada cabeza.

-Hey, Hayley... tranquila. Lo sé... lo sé -acaricia mi cabello y su cabeza reposa sobre la mía.

-Perdóname Sam... perdóname por ser una idiota.

-No te trates así -me regaña y me abraza más fuerte. -No te odio... ni tampoco odio a Dean. Son mis hermanos... y en el fondo saben que siempre estaré allí. Aunque hagan lo peor del mundo estaré allí.