> Diesisiéte <

4.4K 304 27
                                    

#SinEditar

Narra Hayley...

El dolor que siento en mi pecho es aún más fuerte del que sentí cuando murió mamá, y luego cuando perdimos a papá.

Es un dolor tan intenso y profundo, que se  clava en lo más profundo de mi alma y rompe lo poco y nada que queda de mi corazón.

Los ojos de Dean me miran estupefactos. No tiene expresión, ni reacción. No sabe que hacer con lo que le acabo de pedir. Creo que nunca lo esperó.

Y para ser sincera, yo tampoco sabría que hacer en su lugar.

-Creo que es mi último deseo -susurro decidida.

Dean me mira impactado y casi puedo comparar esta situación cuando le confesé mi amor incestuoso.

Su rostro es muy similar al de entonces, pero obviamente las situaciones son trágicamente distintas.

Joder, creí haber superado todo eso, pero aún lo amo más que tan solo como a un hermano. Que él sea quien ponga fin a este error, es lo mejor que pueda pasar.

-Hazlo Dean -le ruego otra vez y de manera rápida me acerco a él para quitarle el cuchillo de plata que trae puesto en su cinturón. -Te lo ruego -insisto y extiendo mi mano ofreciéndole el cuchillo.

-Hayley, ¿Estás loca? -dice Sam mirándome desde un poco más atrás que Dean y ya se me olvidaba que él también está aquí.

-No Sammy, no lo estoy. Es lo correcto -sonrío amargamente y otras lágrimas caen por mis mejillas sin poder frenarlas. -Yo me convertí en esta cosa, -me miro con desprecio a mi misma. -En este mounstro que mata por instinto. Quiero que ustedes terminen conmigo, les estaría agradecida eternamente si lo hacen.

Sam bufa exasperado en respuesta y Dean observa el cuchillo en silencio. Por primera vez veo su mano temblar. Por primera vez lo veo dudar y temer.

Nadie dice nada, y yo ya me he entregado y preparado mentalmente a lo que venga. Hace mucho tiempo dejé de ser feliz. Nunca volví a sonreír luego de dejar a mis hermanos atrás. Estos meses solo han sido de dolor y desesperación.

-Por favor Dean... -susurro y doy unos pasos al frente, hacia él.

Mi medio hermano levanta la cabeza y me mira completamente roto.

Mi medio hermano levanta la cabeza y me mira completamente roto

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-No puedo -susurra y guarda el cuchillo otra vez. -Aunque ya no seas mi pequeña cherry pie, prefiero que sigas estando viva.

Y ahí va mi último pedazo de corazón sin quebrar.

Sam peina su cabello hacia atrás desesperado por la situación, y una idea bastante arriesgada se cruza por mi mente. Sé que funcionará, pero me aterra no tener el control total de mis nuevos instintos cuando ponga a prueba mi plan.

Dean no va a matarme si no lo obligo, y yo en serio ya no quiero seguir así.

Sin esperar mucho más, doy los últimos pasos que me separan de Dean y lo abrazo como lo hacíamos antes. Pongo mi frente en su boca y él instintivamente me da un largo y tierno beso.

Lloro en su pecho porque ésta es mi forma de despedirme y decir adiós para siempre, y lloro porque sé que me odiará después de esto.

Pero no puedo evitarlo. Solo debo hacerlo.

Con mucho cuidado saco el cuchillo de su cinturón por segunda vez y se lo pongo en su mano.

Él me mira hacia abajo sin entender, y sonrío sin poder decir ni una sola palabra más. Ya no quiero decirle nada más. Él lo sabe todo. Sabe que lo amo y que seguiré haciéndolo hasta el final. Sabe que agradezco cada momento que estuvo conmigo. Como mi medio hermano mayor y como mi amor prohibido.

Y por sobretodo, sabe que no haría esto si no estuviera total y completamente desesperada.

Retrocedo unos pasos otra vez y mis hermanos ven atentos cada uno de mis movimientos. Como si pudieran predecir lo que estoy por hacer.

Sin esperar más, digo un muy silencioso adiós y dejo que mi lado lobo salga a flote mientras corro para abalazarme sobre Sam y atacarlo.

Cuando vuelvo a recuperar la cabeza después de segundos, veo a Sam en shock frente a mí y siento el punzante y cálido dolor del cuchillo de plata enterrado en mi espalda y a centímetros de atravesar mi corazón.

Dean lo ha hecho.

Casi de inmediato pierdo la fuerza de mis piernas y Sam me sostiene para no dejarme caer al suelo.

Veo como su boca articula palabras, seguramente dirigidas a Dean detrás de mí, pero no logro escuchar nada. He perdido por completo la audición.

Mi visión también comienza a hacerse borrosa, y el dolor es cada vez más intenso. Si Dean no logra avanzar unos centímetros más hasta alcanzar mi corazón, seguiré agonizando por horas y horas.

-Dean... hazlo ya... -susurro sin escucharme a mi misma y giro un poco mi cabeza para verlo aún empuñando el arma metida en mi espalda.

Él me mira furioso y herido, pero por mi parte ya sabía que eso pasaría. Lo obligué a matarme usando a Sam. Él siempre salvará a Sam. Y estoy agradecida de eso, porque mi plan sí o sí iba a funcionar.

-¡Hazlo ya!

Y por fin puedo escuchar un poco a Sam que aún me sostiene en sus brazos. Mi cabeza ahora está apoyada en su pecho, y mi cuerpo solo se sostiene en pie gracias a la fuerza de mi querido alce.

Siempre estaré en deuda con él también. Fue mi protector y mi mejor amigo desde que me convertí en una Winchester. Solo espero que no me odie eternamente por esto. 

-Vamos Dean... ¡¡¡Hayley está sufriendo!!!

Y rayos, que eso es cierto.

La plata me está quemando lentamente. Y la agonía de estar al borde de la vida y la muerte me está volviendo loca. Estoy luchando por controlar mi lado animal.

No quiero causar más daño del que ya he hecho.

Tal como si Dean logrará escuchar mis angustiosos pensamientos, con un llanto y un desgarrador grito que hasta puedo escuchar, él termina de avanzar los centímetros que le faltaban para llegar a mi corazón.

Por unas milésimas de segundos puedo verlo por última vez, y me despido de la vida con una sincera y tranquila sonrisa.

Ya no hay más.

Se acabó mi dolor y mi sufrimiento. Soy libre otra vez.




She's my Cherry Pie [Dean Winchester]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora