> Quince <

4.5K 326 13
                                    

Narra Dean...

El lugar está oscuro; el olor es asqueroso, entre húmedo, viejo y un repugnante aroma a putrefacción.

Hay cuerpos sin corazón y a medio comer por todas partes, al menos hay 6 o 7 personas. Casi todos son irreconocibles. Si no fuera por todas las cosas que Sam y yo hemos visto a lo largo de nuestra vida, de seguro esto nos afectaría demasiado.

La imagen de este sangriento escenario simplemente te desgarra el alma. Es casi como un campo de guerra, aquí solo hay gente inocente a quienes les arrebataron sus vidas por estar en el sitio y la hora incorrecta.

Sam camina detrás de mi cubriendo mi espalda, ambos estamos apuntando al frente y a los lados en caso de que la manada de hombres lobos decida salir de la nada y atacar, cosa que suelen hacer cuando se ven en problemas. Balas de plata cargadas en cada arma y cuchillos del mismo material.

Se supone que nada podría salir mal, pero jamás podemos confiarnos, siempre hay un porcentaje de probabilidad de que todo salga mal, y yo debo estar ahí para cuidar a mis hermanos... bueno, ahora solo a Sam.

Trato de concentrar mis pensamientos otra vez y damos pasos lentos a medida que avanzamos en la sala principal de la cabaña, la cual por cierto nos tomó varios minutos en encontrar en medio de este frondoso y lejano bosque.

Ahora que lo pienso, venir a buscar una manada de hombres lobo en plena luna llena es una misión suicida. Pero es la única manera. No había otra jodida opción.

Intentamos cubrir nuestra boca y nariz para soportar un poco el nauseabundo olor, aunque es difícil cuando tienes ambas manos ocupadas con un revólver y la otra con una linterna. 

Al parecer no hay nadie en casa, y eso de todas formas es preocupante.

-Dean -susurra Sam y me volteo para verlo.

Él me hace una seña para que vea a mi derecha y a lo lejos, cerca del final del pasillo hacia la cocina, se ve una pequeña silueta agachada seguramente comiendo uno de los muchos cuerpos repartidos por todas partes.

-Ahí hay una -susurra Sam otra vez como si la imagen no fuera obvia, y ambos nos ponemos alerta cuando la silueta, aparentemente femenina, gira bruscamente hacia nosotros y vemos un terrorífico brillo amarillo de sus ojos entre la oscuridad.

-Maldición -gruño poniéndome rápidamente en posición de ataque y antes de que la cosa corra hacia nosotros, un par de manos me detienen por la espalda y me tiran con fuerza hacia una pared.

El golpe en mi cabeza contra el concreto me deja un tanto mareado y confundido, pero busco a Sam entre los movimientos y me desespero aún más cuando noto que él también ha sido lanzado lejos por otro.

-¡SAM! -grito en un inútil intento de alcanzar a mi hermano al mismo tiempo que trato de recuperar mi arma y escapar del idiota que vuelve a abalanzarse sobre mí.

-¡Basta!

Un muy familiar grito femenino hace que todo se detenga para mi. Llama tanto mi atención que incluso dejo de luchar contra el tipo que está apunto de desgarrarme el pecho.

-¡Dije basta! -grita de nuevo y mi corazón se paraliza.

Todo en el ambiente se queda quieto y en silencio, y la silueta que anteriormente vimos alimentándose grotescamente de una persona ya muerta, avanza entre los demás miembros de la manada.

Toda la sangre baja a mis pies y me siento enfermo. Siento que lo que veo es solo una alucinación. Otra de las muchas pesadillas que tengo de manera recurrente. Un macabro y cruel juego de mi cabeza.

¿Hayley?

El hijo de perra que aún está frente a mi se levanta para dar un paso al lado y mis ojos se encuentran con los de ella.

Con los de mi pequeña cherry pie, con esos hermosos ojos celestes que no veía hace dos meses y que ahora me observan asustados y con un profundo dolor.

-¿D-Dean? -titubea impresionada cuando me ve y siento como mi alma se cae a pedazos.

No puede ser.

No... no puede ser verdad.

She's my Cherry Pie [Dean Winchester]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora