Capitulo 2: Sin luz

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Nota:

¡Hola, chicos y chicas! Bueno, aquí Nati y yo les traemos el segundo capitulo de Outlast. Hemos notado que les va gustando, y eso nos encanta. Los amamos, y los apreciamos mucho, gracias por sus votos y comentarios, son genialosos. Lamentamos haber tardado demasiado, es que Nati y yo hemos estado muy ocupadas.

Ok, mejor ya los dejo con el cap.

-Lucia.

Estoy hecho polvo; tengo el cuero cabelludo repleto de fragmentos de cristal y un par de costillas rotas. Casi me mata un gigante deforme; parecía que alguien hubiera intentado abrirle la cabeza con un puto rallador de queso. Me lanzó a través de una cristalera y me dejó inconsciente.

Cuando desperté, un viejo fofo con pinta de exhibicionista alcohólico que vestía un atuendo de sacerdote improvisado me llamó "apóstol". ¡Yo no he pedido ese trabajo!

Hay palabras escritas con sangre por todas partes. Tengo la incómoda sensación de que el "cura" las está escribiendo para mi beneficio.

Esta fue la tercera nota que escribí al despertar de mi inconciencia, y notar que seguía tirado en el suelo del bloque de administración, que es donde me ha lanzado aquel jodido grandulón. ¡Que cabronazo! 

Como puedo me levanto del piso, algo que me cuesta mucho, pues estoy hecho mierda. Lo único que se encuentra sano y sin un rasguño, es mi cámara. Sin perder tiempo, vuelvo a encenderla, y comenzar a grabar todo. Sangre, cuerpos por todas partes. Simplemente tranquilizador, ¿eh?

Rápidamente comienzo a buscar una salida, pues con todo lo que he visto, puedo asegurar que me he traumado, y no volvería a trabajar en un largo tiempo. Lo unico que deseo, en este momento, es salir cagando leches de aquí. No aguanto ni un segundo más. 

La verdad, es que no me imaginaba que éste manicomio podría ser tan... sangriento y terrorifico. ¡Duh! Por eso es manicomio abandonado.

Sigo caminando, rogando internamente que ese gordo no aparezca pues probablemente me matará. Estoy asustado, como nunca antes y tengo que encontrar la sala de control de seguridad para abrir las puertas principales, y salir cagando leches.

Hay muchos escritorios, con computadoras, y el logo de Murkoff en la pantalla de ellas.

Hasta que llego a un pasillo y en medio de éste, hay un hombre sentado en una silla de ruedas. Está muy delgado, y respira irregularmente, hasta parece que no tenía nariz, y creo que le han hecho varias operaciones. Sin tener ningún problema con él, puedo pasar, y llegar a una habitación, dónde hay tres hombres, observando un canal de estática en la televisión. Enseguida supongo que eran antiguos internos del hospital.

Definitivamente, tengo que anotar esto:

Hay un grupo de hombres rotos mirando un canal de estática. Parecen pacientes. Sobrevivieron a lo que fuera que ocurrió en este lugar, pero no hay nadie en casa.

Luego de eso, paso disimuladamente a su lado, y entro por una puerta, intentando encontrar algo que me sirviera para escapar, o sea, la sala de seguridad. Encuentro una tarjeta, que en realidad es una llave electronica. Vuelvo por donde entré, encontrandome con esos hombres que siguen viendo ese estupida estatica. Afortunadamente, puedo pasar sin problemas, y veo a ese hombre de la silla de ruedas. 

Al pasar a su lado, salta sobre mi, gritando incoherencias, algo sobre un doctor que estaba muerto, creo. Forcejeo por quitarmelo de encima, y pued hacerlo. Él se queda en posición fetal sobre el suelo mientras que yo salgo corriendo como el miedoso que soy.

Eso ha sido espantoso.

Camino hasta un pasillo y en el fondo puedo ver a un hombre que golpeaa una puerta para entrar, hasta que lo logra. Obviamente no voy como gilipollas a observar y que me maten. Sino que me dirijo hasta la sala de control de seguridad, coloco la llave electronica que ha encontrado y luego entro. Cierro la puerta por las dudas. 

Esta sala realmente es segura. Hay muchas camaras donde puedo ver todos los lugares del asilo. Me siento en una silla, y comienzo a descargar información. Hasta que veo por unas camara, en el sotano, creo, a alguien... ¡era ese cura! Baja un interruptor y las luces se apagan. 

De repente, escucho ruidos de cadenas siendo arrastradas fuera de la sala donde me encuentro. Y yo se perfectamente quién es. Así es, el gordo. O Chris Walker. Olvido mencionar que antes de llegar a la sala de seguridad, me he encontrado con unos documentos que describen perfectamente al gordo. Se llama Chris Walker, y según eso, han experimentado con él, lo que lo lleva a matar a quien se ponía en su camino.

Con la mirada comienzo a buscar un lugar para esconderme, hasta que lo veo: casilleros. Perfecto. Corro hacía uno de ellos, ya que son dos, y me escondo en el de la izquierda. Acto seguido, Chris Walker logra tirar la puerta abajo, y entrar en la sala. 

Se dirige a las múltiples cámaras, y se pone a observar. -Así que has estado aquí, ¿eh? Cabronazo, os encontraré a todos. Lo juro-se voltea hacia los casilleros, y mi respiración se agita cuando va a abrir uno... Abre el de al lado, y camina a la puerta. Se voltea una vez más, y luego sale. 

Salgo del casillero, pudiendo respirar con normalidad por fin. Me he salvado, por un poco más, y estaba jodido. Cuando logro reponerme, me dirijo a las escaleras que llevan al sotano, las cuales se encuentran al lado de un ascensor. Bajo por ellas, y abro la puerta que lleva a mi destino. 

Todo esta demasiado oscuro por lo que tengo que encender la vista nocturna de mi fiel camara. Entonces, debo subir esa palanca que el cura ha bajado. Tan solo espero no morir en el intento...

OutlastDonde viven las historias. Descúbrelo ahora