Capítulo 8: La base subterránea (Final)

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Nota: 

Ok, el ultimo capitulo, queridos lectores. Espero que en serio hayan disfrutado esta obra. En cada capitulo Nati y yo nos esmeramos un montón para que les guste, para hacerlo lo más largo posible. Les juro que pusimos toda el alma de escritor que tenemos, y creo que ha quedado bastante bien... En fin... gracias por leer, y por haber sido tan pacientes. 

Bien, hemos de deciros también que el día de hoy, publicaremos la sinopsis/prologo de "Outlast: Whistleblower", que será la segunda parte de esta historia. Esperamos que os paseis por ella los interesados, y si os gusta, dejad un voto o un comentario. Os agradeceremos mucho, y gracias por todo. Con sus comentarios me alegrais el día :´)

Bien, este capitulo esta dedicado a @NatyMell14, que con sus comentarios en serio me muero de la risa xD Y si quieres, amiga nuestra, te dedicaremos el prologo/sinopsis de la secuela :3 

Que lo disfruten, voten y comenten si les gusto, sin timidez. Yo no muerdo :3 

Gracias por leer la historia de Miles.

Lucia y Stupid-People :´)

La pasión del Padre Martin:

No puedo creer que el padre Martin superara a Jesucristo en maneras de mierda de morir. Y no puedo creer que vaya a echarlo de menos. Una escapatoria. Si decía la verdad, ahora tengo una escapatoria. Y una historia que contar. Quiere que propague su evangelio. Se lo transmitiré al mundo entero.

Y esa es la nota numero no se cuanto; ni siquiera me interesa contar las putas notas. Ok, a la mierda todo, a la mierda el gordo, a la mierda los internos, a la mierda Tragger y su demencia, y a la mierda el Walrider. Yo me voy al carajo, y nada me interesa. Voy a contar al mundo todo. Y Murkoff se irá a la puta que lo parió. 

Les apuesto 10 dolares a que nunca leyeron tantas groserías en una oración. 

Seguramente mi rostro debe de ser epico. Pues irradio felicidad, me voy a la mierda, y mi sonrisa en mi cara es tan grande que hasta duele. Entro en el famoso ascensor del que hablaba el Padre, y uso la llave. La giro, y el ascensor comienza a bajar, hasta llegar al bloque de administración. No se si lo recuerdan: donde quedé tirado como un muerto después de que el gordo me lanzara desde el segundo piso. 

La cosa fue que no me deja abrir la puerta e irme, pues el ascensor sigue bajando, hasta llegar a una especie de base subterranea. Mi sonrisa desaparece por completo, y estoy a punto de echarme a llorar. No voy a poder salir, y estoy más pesimista que nunca. 

Pero no, no voy a llorar como un marica. No. Nunca me he rendido en mi puta vida. Cuando estaba en la secundaria y tenía peores notas que no se que mierda, no me rendí y las levanté. Cuando la chica que me gustaba me rechazó, no me rendí y seguí insistiendo, hasta que me dio una oportunidad. 

La muy zorra me engañó... pero no importa. Al menos lo conseguí por un momento. 

¿Que quiero decir con esa lista de estupideces que les importan un carajo? Que no se rindan. Si quieren ser escritores, sean escritores. Si quieren ser actores, sean actores. Si le ponen empeño y mucho entusiasmo, lo lograrán. Estoy seguro de ello. Nunca se rindan. Yo no lo hice. 

Y ahora no voy a rendirme; sino que escaparé de ese infierno, y contaré a todos la verdad. O al menos lo intentaré. 

Antes de comenzar a caminar, tomo mi libreta de notas, la cual se encuentra manchada con sangre (recordemos que Tragger me cortó los dedos), y escribo: 

Bajo la montaña: 

Joder. Joder. Joder.

A quien encuentre mi cuerpo: no confíes en nadie y cuéntaselo a todo el mundo. No estoy loco. Lo sé; sé que solo los locos dicen eso, pero estoy tan cuerdo como lo permite este mundo, y mi cámara está repleta de pruebas. No lo llames evangelio. Llámalo burla de la razón, que el mundo sepa que es culpa de Murkoff. Entierra a esos cabrones con mi cadáver mutilado.

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