Parte 5

13 1 0
                                        

|Jajajaja ahorita regresamos

-¡No!

|Vamos, Lucía

#Sí

No puede ser, mis amigas van a confrontarlo, a pesar de que me hiciera eso, aún lo quiero, sólo espero que no le digan nada malo.

/6:10 AM/

-Que cosita más linda, mi hijo

|Volvimos

-¿Qué le dijeron?

#Muchas cosas wuuuu

-En serio

|Sólo cosas, Kansas, no te preocupes

-No me convencen

|Que hermoso está mi sobrinito

-Sí

#¿Cómo le pondrás?

|¡Ponle Duncan!

-A petición de Dalila, le pondré Duncan

|¡Sí!

#Le queda bien

|¿Y cómo te sientes?

-Cansada, con dolor y con hambre

|Iré a preguntar al doctor si te podemos traer algo para que comas

-Sí

/1 semana después/

|Apúrense

-Ya vamos

|Tenemos que estar en 20 minutos en la iglesia

#Mmmmm ya vamos

|Pues rápido, yo ya estoy

-Lista y listo

|Awww que guapo se ve Pan

#Pan jajaja, aun no entiendo por qué le dicen Pan al niño

-Ni yo jaja

|Yo menos

Estaba nerviosa, pero al ver a mi hijo listo para su bautismo, me tranquilicé, se veía lindo, por cierto.

/2 semanas después, 4:32 PM, diciembre 11/

Estoy en el departamento de Dalila, Lucía y ella se fueron a su último de día de clases, lo bueno es que estoy sola con la persona más importante de mi vida, mi hijo, Duncan. ¿Tocaron la puerta? Creo que sí, iré a abrir.

"Mmmm... hola

-Hola

¿Qué diablos hace aquí? Me dan ganas de golpearlo y arrancarle el cabello.

-¿Qué haces aquí?

"Vine a decirte algo...

-Dímelo rápido, estoy ocupada

"Kansas, fui un imbécil, nunca debí irme así y decirte que no cuidaría del niño que esperabas, pero cuando tus amigas salieron y me dijeron varias cosas, entré en razón y ahí supe que estaba equivocada, y no quise entrar porque sabía que estabas enojada y no quería ponerte más mal, pero yo te quiero, eres el amor de mi vida y quiero compartir mi vida contigo por siempre, y me haré cargo de ese niño como si fuera mío porque sé que nada ni nadie podrá impedir quererte como lo hago y haré siempre, ahora, Kansas Smith, ¿te casarías conmigo?

Aún no entendía por qué no aceptaba que era su hijo, pero lo cierto es que aún lo quería, lo amaba.

-André... dios, no sé qué decir... por supuesto que acepto casarme contigo, te amo, te amo, te amo

Sentimientos repartidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora