-No te ilusiones, será sólo en lo que Hoseok regresa.
Jungkook, vive su vida como otros quisieran, "es mi decisión" dice él. Hasta que se encuentra a quien siempre le persigue, Kim Taehyung. "Pero él no es importante, yo no lo quiero". ¿De verdad...
Me levanté del sofá muy temprano, y me di un baño. Fui a hacer el desayuno, y me asomé a la cocina. Miré hacia el lado, y vi una foto enmarcada. Era Taehyung con su madre, y Meia era sólo un cachorro. Se veían ambos sonrientes y su padre estaba al fondo manejando una llamada.
Me detuve un momento. Presté atención al rincón de la puerta que estaba abierta, y pude ver en el lado de Tae una mesilla con más fotos. Junto a aquello había un reloj y luego estaba la cama donde obviamente dormía. En las paredes también había una que otra foto de Meia y Jhope con sus amistades.
Me tomé el atrevimiento de quitar las fotos de la pared. Así nunca se va a recuperar. Cociné el desayuno y guardé las fotos en mi mochila. Al rato se levantó.
—Buenos días.— Me dijo.
—Hola, hice desayuno para ti, yo ya me tengo que ir pero ni se te ocurra irte sin desayunar, ¿arasso?
—Vale.
—Arriba esa cara— le revolví el pelo —no llegues tarde.—
EN LA UNIVERSIDAD
Llegué a la uni, tomé mis clases, y procedía a hacer mi rutina de estudio cuando alguien se sentó en el cubículo de al lado. No pretendía mirar, pero un olor me sacó de mi concentración. Giré la cabeza, y allí estaba. Kim Taehyung. Fijé mi vista en el, como se acomodaba el cabello y este caía libre y fluidamente a cada lado de su rostro. Estiró su cuello dejando ver su manzana de Adán. Intenté no mirar, pero no podía girar de vuelta a los libros, estaba medio boquiabierto. Unos latidos en mi pantalón me avisaban que estaría en graves problemas si no paraba de mirar pero que importa, se ve infernalmente bien. Relamí mis labios. Él echó su cabeza hacia atrás y rápidamente me sorprendió con una sonrisa juguetona y sexy en sus labios.
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Sacudí mi cabeza, miré mi escritorio y cerré mi mochila, por si acaso. Me cubrí con las manos cualquier señal de agitación. Sentí cómo se puso de pie y puso cada mano en una esquina de la silla.
