No te quiero (Taehyung y Jungkook)

07

AEREOPUERTO DE SEÚL, DIEZ MESES DESPUÉS

TAEHYUNG POV

Arrastré mis maletas por el aeropuerto, ya ha pasado un año. Quise venir sin avisar, aunque le dije a Hoseok que viniera solo a recogerme para no perderme. Caminé hasta la salida, el pelo bloqueando parte de mi vista. —Hey! Welcome back!—Su acento me sacó una sonrisa. Corrí a abrazarlo.

—Hoseok, qué gusto.

—'Yo man

—Oh no, ni creas que soy un experto en inglés. En la universidad habían profesores coreanos que me ayudaron mucho, eso es todo.— Fuimos a comer algo y charlamos un rato sobre todo lo que hice. — Conocí mucha gente, incluso de Corea, fue increíble.— Saboreé el último bocado de comida y sonreí.

—¿Y algo ha cambiado?

—¿De qué hablas?

—Tus sentimientos.

—Ah...eso. Es un gusto decirte que sí.

—¿Sí?

—Lo amo aún más.— Dije con una sonrisa y tomé un buche de jugo como queriendo bajar la sensación agridulce después de decirlo.

—¿Entonces?

—Drogas, alcohol, desórdenes, es todo lo mismo.

—¿Estás bien?

—Seguro, te digo que todo lo que veo es lo mismo porque no lo tengo. Disfruto cada cosa que hago, pero el mundo es todo del mismo color. ¿Puedo vivir con esto toda la vida?

—¿Qué quieres decir?

Solté un suspiro y dejé mi antebrazo caer en la mesa, mi cabeza sobre el mismo.—Es difícil. Eso es todo.— No sé cómo lo voy a atrapar.

DÍAS DESPUÉS

JUNGKOOK POV

Caminaba hacia el gimnasio, de pronto sentía que alguien me perseguía. Volteé, no había nadie. Maldita sensación otra vez.  Seguí caminando, y sentía la misma presencia detrás de mí. Caminé más rápido, cerré el puño listo para cualquier cosa. Me detuve de repente y chocó conmigo. Le empujé hacia la pared y le agarré la cara.

—¿Taehyung?— diablos, este chico necesita un recorte.

—Jungkook. ¿Tienes delirio de persecución?

—¿Cuándo llegaste?— no pude evitar la sorpresa en mi tono.

—Hace unos días.— dijo y pasó la lengua por sus labios, humedeciéndolos.

Caminamos un rato en silencio. No puedo creer por qué no me haya enterado de que estaba aquí. Creí que me lo diría...

—Lamento interrumpir tu rutina, supongo que íbamos por el mismo camino, no me di cuenta que parecía un acosador.

—¿Cómo te fue?

—Bien, estudié mucho.

—Mmm...

—¿Cómo te va la rutina a ti?

—...¿puedo hacerte una pregunta hipotética?

—Adelante.

—Si el corazón es un edificio con entradas y salidas, ¿cómo puede un sentimiento entrar?— de la nada saqué el tema.

—Ja, hay muchas formas. No sabría decirte con exactitud.