Caminaba en busca de algún empleo, no puedo vivir toda la vida de la herencia de mis padres y de mi fallecida tía, tenía que empezar a actuar madura y buscar la manera de mantenerme sola sin necesidad de nadie.
Pase por una juguetería, recordé el día en que suplicabas por un peluche de un simple animal, parecias una niña pequeña, te veías menor que yo y no lo eras.
Borre ese recuerdo y seguí buscando, encontré un café, me contrataron, iría todos los días después de la universidad