Enishi Pierde El Control

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Rose ya estaba harta de estar en esa mansión llevaba ya un mes prácticamente, estar en un solo lugar la desesperaba si no salía de ese lugar se volvería loca y llegaría hacer algo estúpido. Todo eso estaba pasando por la cabeza de la pelinegra mientras miraba la extensa playa que estaba enfrente en sus ojos y pensar que cualquier chica estaría maravillada de estar en un lugar así, pero para ella era estar en una maldita cárcel.

Sin que se diera cuenta alguien estaba a la par de ella, giró un poco su rostro y vio al peliblanco que la miraba fijamente le inquietaba esa mirada, en sí todo de ese hombre le inquietaba.

Rose: qué demonios quieres para que dejes de mirarme como lo estás haciendo ahora.

Rose se giró completamente y puso recta su postura para demostrarle a ese hombre que ella no le tenía nada de miedo.

Enishi: si que eres una chica muy grosera, no puedo creer que vio Himura en ti.

Rose: lo dirás por tu hermana verdad.

Enishi: a ella la tratas con respeto, tu no te acercas a lo que era ella.

Rose: hay por favor, y tu crees que yo quiero parecerme a ella. Sabes en eso estas muy equivocado ya que en ese aspecto somos muy diferentes.

Enishi: pero mira reemplazo Battousai no ha venido por ti, porque solo eres eso para el... Un insignificante reemplazo.

Rose: ESCÚCHAME MALDITO IMBÉCIL, YA ESTOY CANSADA DE QUE DIGAS QUE SOY EL MALDITO REEMPLAZO DE TOMOE. TE PROHÍBO QUE ME SIGAS TRATANDO ASÍ; PORQUE CREEME YO SOY MUY DIFERENTE A CUALQUIER MUJER JAPONESA ASÍ QUE NO ME VUELVAS A COMPARAR CON TU HERMANA.

Enishi: así entonces porque no me lo demuestras.

Rose sin decir nada más le dio una fuerte bofetada que hizo que el rostro del peliblanco se girara. La ira cegó a Enishi que agarró a Rose del cuello, empezó a ahorcarla ella tenía los ojos abiertos como platos; trataba de zafarse de ese agarre pero no podía. Sentía que estaba empezando a perder el aire y escuchaba lo que Enishi le decía.

Enishi: muérete de una maldita vez para que no sigas siendo el reemplazo de mi hermana.

Rose: *pensamiento* Dios mío siento que el aire se me está yendo no puedo, pero no quiero morir no quiero dejar a Kenshin yo se que el vendrá por mi... Tengo que resistir no me puedo dejar vencer.

La pelinegra sentía que sus ojos se estaban cerrando poco a poco, y sentía que las lágrimas caían por sus mejillas. Y de un momento a otro Enishi la tiró al suelo y ella pego en las banderillas del balcón. Empezó a toser y respirar agitada mente por unos breves segundos tuvo miedo, miedo de morir; pero lo que le impresionó fue que Enishi estuviera de rodillas.

Enishi: Maldición! hermana es que acaso no quieres que la mate, porque ya no me sonríes como lo hacías antes; es que acaso quieres que esta mujer este con vida.

Rose se levanto lentamente y se acerco donde estaba Enishi, ella tomo el rostro del peliblanco entre sus manos y le dio una sonrisa que contenía tristeza.

Enishi: *pensamiento* ella se parece mucho a mi hermana, talvez no en el físico pero en apariencia si. PERO QUÉ DEMONIOS ESTOY DICIENDO.

Enishi se levanto y tomo a Rose y la puso en su hombro como si fuera un costal de papas y se la llevó a la habitación.

Rose: oye suéltame imbécil, bájame.

El peliblanco no hacía caso a los reclamos de la pelinegra y llegó a la habitación donde la tenía recluida y la tiró sin miramientos en la cama, Rose estaba asustada no sabía lo que iba a hacer y sin más sintió como los labios de Enishi tomaban los suyos. Le estaba dando un beso brusco mientras sostenía las muñecas de la pelinegra para que no se moviera; metió su lengua en la boca de ella y escuchaba como sollozaba y temblaba en sus brazos. Él le tocaba todo el cuerpo, Rose sentía mucho miedo así que reunió todo el valor que tenía y le dio un rodillazo en el estómago, Enishi cayó al suelo y ella se fue a una esquina de la habitación no sabía qué hacer.

Enishi se levantó y mientras se acercaba miraba el gran terror que había en la cara de Rose.

Rose: alejate de mi no te me acerques más.

Enishi: oh vaya vaya no sabia que tuvieras tanto miedo que un hombre te toque.

Rose: cállate tu estas completamente loco.

Enishi: si estoy loco, y sabes estos días he querido descargar toda mi furia y ya se quien sufrirá si Battousai no viene. Probaré tu delicioso cuerpo.

Rose tenía demasiado miedo y vio que usar para defenderse, y vio un pequeño espejo así que lo tiró al suelo y recogió uno de los trozos de vidrio y se lo puso en el cuello y dijo.

Rose: no dejare que otro malnacido me haga daño, acércate y me meto este vidrio en el cuello primero muerta a que me violes.

Enishi: no seas estúpida se que conmigo te divertirás, ya que para eso sirven las mujeres para satisfacer a un hombre.

El escuchar esas palabras Rose recordó una horrible vivencia cuando su padre seguía con vida.

Recuerdo de Rose

Rose estaba en su cuarto encerrada, llorando como siempre su papá lo estaba haciendo de nuevo estaba maltratando a su madre. Y solo escuchaba lo que el le decía a su madre mientras la golpeaba.

-Solo eres una zorra que me satisface en todo lo que desee, no tienes ningún derecho de recriminar nada.

La pequeña Rose escuchaba todas esas desagradables palabras de su padre, ella solo se tapaba los oídos tan solo quería que su papá dejara a su mamá.

Rose: quiero que papá deje de pegarle a mamá ya no quiero esto.

Fin del recuerdo de Rose

Rose miraba con odio y repugnancia a Enishi y llena de ira le dijo al peliblanco.

Rose: NO DEJARE QUE UN HOMBRE COMO TU ME DIGA ESO NO PERMITIRÉ QUE ME TOQUES COMO LO HACÍA LA PERSONA QUE NUNCA CREÍ QUE SE VOLVERÍA EN MI ENEMIGO.

Pero Enishi no hizo caso y tomó a Rose por la cintura y la empezo a besar salvajemente, mientras que con una de sus manos empezó a recorrer el cuerpo de la chica. Sin previo aviso la tiró a la cama y se subió encima de ella y la inmovilizó; la tenía a su completa merced pero la pelinegra lo miraba con ojos llenos de terror. Ella trataba de pegarle pero no podía es que acaso la vida sería más cruel con ella.

Enishi: que tal si te hago un trato, dejaré lo de la venganza atrás si te quedas y te vuelves mi mujer.

Rose: primero muerta a estar al lado de un maldito desalmado.

Enishi lleno de ira le dio una bofetada y un hilo de sangre salió de la comisura de los labios de Rose, el sin mas empezó a desamarrar el nudo de la bata de la chica y besaba sus senos; Rose se sentía asqueada no quería que la ultrajaran pero ya no tenía fuerzas. Minutos después estaba en la cama con la cara y el cuerpo de golpes y cubriendo su desnudez con una sábana.

















El Deseo De La Estrella (I Temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora