¡No estaba para nada bien! ¡Ella había olvidado mi nombre! ¿Cómo pudo olvidar algo que acababa de escuchar?
— No está bien— dijo Jaden—. Te diré por qué. Te preocupas por alguien que no merece la pena.
— Ella merece la pena— dije—. No es mala.
— No, sólo está perdida. Pero tranquilo, ya tendrás oportunidad de confesarle tus sentimientos. Y de leerle tus poemas de amor y todas esas cosas cursis que hacen los chicos buenos.
— No hago poemas— dije—. Y no creo que sean cursis. A las chicas les gustan.
— Tú no sabes nada de chicas, Marc— me dijo—. Si supieras no te habrías enamorado de la equivocada.
— ¡No soy Marc!— dije enojado—, ¡Me llamo Mackenzie!
— Pues tu adorada Nina te acaba de renombrar. Como la amas, debes soportar todo por ella.
— No la amo— dije—. Me gusta. El amor es algo más intenso.
— ¿Cómo sabes eso?— me preguntó—, seguramente jamás has tenido novia.
— No, pero veo películas. Y sé que el amor es intenso.
— No, el amor es dolor. Así de sencillo.
— No tiene por qué ser así.Se sentó muy cerca de mí.
— El amor causa mucha felicidad— dijo—, ¿No?
— Eso parece— dije.
— Entonces, al perderlo debe de tener una respuesta igual de fuerte a lo que es la felicidad. Una contraparte. Es decir, dolor. Mucho.
— Tú haces que todo parezca malo— dije.
— Cierto, debes estar deprimido por lo que acaba de pasar. Mejor hablemos de otra cosa. ¿Qué tal tu familia?
— ¡No cambies de tema!— dije—, ¡Aún debes decirme quién te gusta!
— Adivina— dijo, tranquilo—. Cuando aciertes te diré.
— Eso es imposible— dije—, podría ser cualquiera.
— No, no cualquiera— dijo, serio—, a comparación contigo yo no le entregaría algo tan importante como mi corazón a cualquiera.
— Bien. ¿Qué clase de chica es la que te gusta?
— No voy a decirte eso. Pero puedo decirte qué tipo de chica no me gusta. Así puedes ir eliminando poco a poco a las chicas hasta que quede una.
— Me rindo, no quiero hacer eso. No eres tan interesante como para que quiera jugar contigo. Además, eres malo y cruel. Acabo de recordar que las personas como tú no me agradan.
— ¿Como yo? ¿Cómo crees que soy? Además de malo y cruel.
— Te he visto— dije—. Llegas a la escuela todos los días con tu estúpido auto amarillo que todos envidian, te bajas y caminas con tu perfecto cabello, tu perfecta ropa de modelo de revista, tu perfecta cara y vas a tomar clases, en donde por cierto siempre sacas notas perfectas. Además, no necesito adivinar quién es la chica por que seguramente le dirás que te gusta y ella no podrá negarse porque eres perfecto.
— Mi auto no es estúpido— dijo.
— ¿Eso es lo que más te molesta de todo lo que dije?
— Nada me molesta. Esa es tu percepción de mí, está equivocada pero la entiendo. Aunque no soy perfecto. Nadie lo es. Y si pudiera decirle a la persona que me gusta mis sentimientos ya lo habría hecho.
— Todo el mundo creé que eres perfecto— dije—. Así que debe ser cierto.
— No todos— dijo—. Tú no. Tú crees que soy malo y cruel.
— Los chicos famosos como tú generalmente son malos. Y ya me has mostrado que eres cruel.
— No lo soy. Soy honesto. Brutalmente honesto. Pero en cuestiones serias lo soy. Sobre todo cuando veo a chicos buenos desperdiciando su tiempo en chicas malas.
— Nina no es mala. Y no desperdicio mi tiempo.
— ¿Aún crees que tienes oportunidad con ella?
— No— dije— probablemente jamás salga con nadie y me quede soltero en un pequeño departamento viviendo sólo con Willie.
— ¿Quién es Willie?— me preguntó.
— Mi gato.
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Dime Quién Te Gusta
Short StoryMackenzie llegó a un trato con Jaden: decirle quién le gustaba si él le decía también de quién estaba enamorado. Parecía un buen trato, en realidad no quería que Jaden supiera quién le gustaba... pero se moría de ganas por descubrir quién podría se...