20.-¿No es feliz?

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Sábado...

Si, Sa-ba-do.

Los últimos tres dias fueron frustrantes en la escuela, en el trabajo, en todos lados.

Tanto que decirles que no recordaba que justamente ese sábado tenía la ida a casa de Blaine.

Sólo tenía una hora para arreglarme y lamentablemente era un fiasco con esto de la moda.

-¿Problemas con eso? - Maia me miró desde el umbral de mi puerta.

-No se que ponerme- tomé un par de vestidos y se los enseñe.

-Ponte ese- me señaló un vestido rosa pastel de encaje, era lindo, en realidad era un vestido que no había usado, el tío Alex me lo había dado en mi cumpleaños numero dieciocho .

-Gracias Maia- me sonrió y se fué.

Hize todo lo que tenía que hacer, ducharme, cambiarme, ponerme un poco de maquillaje, perfume, tacones y listo.

Estaba nerviosa, sabía que Blaine y yo no eramos más que amigos, pero el hecho de ir a su casa me daba nervios.

Justo ahora quería a mi mamá aquí para que me calmara, pero no se podía, ella y papá habían ido a las quimioterapias.

Para él era muy difícil, pero queríamos que en se mejorara.

Escuché el timbre de la casa y suspiré, todo parecía en cámara lenta en cuanto abrí la puerta, Blaine se veía sumamente sexy con ese atuendo que traía.

-Te vez hermosa - Blaine habló sacándome de mi trance.

-G-gracias, tu luces increible-respondí sincera, a lo que él soltó una ligera risa

-Vamos linda-entrelazo su brazo con el mío.

Me llevo en el automóvil que traía, un lindo malibu For Sale, las calles pasaban, no sabía donde vivía pero la residencias eran muy hermosas.

Suspire pesadamente, mis nervios aumentaban.

-Hey tranquila- me alentó, tomando mi mano, a lo que me sonroje, se sentía muy bien su tacto- todo estará bien, es más, si te incomoda nos vamos, ¿Te parece?

Asentí solo con la cabeza, quería vomitar y si hablaba era mas que seguro que eso pasaría.

El automóvil aparcó afuera de una casa hermosa, lucía muy bonita, había gente entrando, a lo cual frunci el ceño.

-¿No era solo una reunion familiar? -le pregunte a Blaine

-Eso se supone- bajo del auto y abrió mi puerta, era demasiado caballeroso, tomó mi mano y la entrelazo, ambas encajaban perfectamente, se sentía tan bien.

Blaine se había ganado mi cariño fácilmente, todo él era increible, su manera de ser, de tratar a los demás, su atractivo, todo era perfecto.

-Hermosa, es la hora- le Sonreí cálidamente y el apretó mi mano suavemente.

Al abrir había mucha gente, eran adultos y unos cuantos jóvenes, lucían muy elegantes, agradezco a Maia por ponerme este vestido, caminamos hasta el salón.

-¡Amber! - escuche gritar al pequeño Nathan, lo bsuque con la mirada y lo vi venir corriendo hacía mí.

-Hola, pequeño- le dí un beso en la mejilla

-Te vez bonita-dijo con los cachetes sonrojados

-Gracias, tu te vez sumamente guapo, más que Blaine - lo último se lo susurré.

AmberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora