Capítulo Cuatro

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CAPÍTULO CUATRO

¿Qué dices? ¿Te apuntas?" dijo Mack a Duce "No lo sé Mack, es muy arriesgado ir ahí" respondió Duce mientras preparaba otra flecha, pues estaban en el patio de entrenamiento "Vamos... hace cuanto no tienes un poco de acción" dijo Mack, pero Duce no dijo nada "Bien, entonces no tengo de otra... iré sola si es lo que quieres" dijo Mack dando media vuelta para entrar a la casa "Bien... iré" dijo Duce al fin.

Mack ya tenía a Duce, a Liza, a Derek, y a Emma; partirían mañana muy temprano cuando todos estuviesen dormidos. A Mack le habían enseñado unos cuantos hechizos de defensa, y el más importante, el hechizo de la luz. Todos caminaron en el pasillo de puntillas, para no despertar a nadie, y abrieron la puerta con suavidad, pues sabían que rechinaba muy fuerte, con éxito salieron de la casa, y Duce y Derek traían armas muy complejas "Ten, ponte esto" dijo Derek a Mack mientras le daba unas muñequeras con un aroma horrible "¡Uhg! ¿A que huele?" dijo Mack tapándose la nariz "Son las muñequeras, tienen olor a ajo, y un olor muy fuerte, son muy efectivas créeme" dijo Liza "¡Oye Mack, atrápalo! Dijo Duce mientras le lanzaba una espada enfundada, y Mack, al momento de cogerla, cayó de espaldas por su peso "¿Estás loco?, esto pesa más que yo" dijo Mack tratando de incorporarse "Pesa, porque tiene un tanque lleno de agua bendita en el mango" explicó Duce "¿Y para que me sirve eso?" quiso saber Mack "Cuando estés peleando con un vampiro, solo clávale la espada, aprieta este botón, y la espada inyectará agua bendita en el vampiro, quemándolo por dentro, y matándolo al final" explicó Duce "Vaya" dijo Mack solamente contemplando con asombro la espada "Vamos, no hay que perder ni un minuto de nuestro tiempo" dijo Derek, Mack se ató la espada a un costado de su pantalón, y todos partieron hacia el castillo.

Cuando, Mack, Duce, Liza, Derek, Emma y Victoria, llegaron al castillo, lo contemplaron con un miedo que les recorrió toda la columna, para llegar a ser un escalofrío. Mack tragó saliva "Bien, andando" dijo mientras se acercaba a la reja del castillo, pero no pudo caminar más, pues la reja estaba cerrada "¡Atrás todos!" exclamó Emma, colocó sus manos en el gran candado de la reja, sin apenas rozarlo, y pronunció las palabras de un hechizo, entonces de sus manos empezaron a desparramar chispas azules, y luego un pequeño rayo azul hizo que el candado volara en mil pedazos "Vamos" dijo Emma abriendo la reja y dando espacio para que los demás pudiesen entrar. Victoria, muy segura estaba a punto de entrar, pero Emma la retuvo jalando de su melena castaña "¡Auch!" exclamó Victoria tras la jalada de Emma "¿Qué haces aquí Victoria?" dijo Emma clavando sus ojos grises en los ojos verdes de Victoria, pero ella se quedó callada "¡Liza, tu hermanita se ha colado!" gritó Emma para que Liza la escuchase "¡Maldita sea!, ¿Qué diablos haces aquí?" dijo Liza cansada de que su hermanita la siguiese a todas partes "Solo quería ir con ustedes" dijo Victoria, y sus ojos ya se llenaban de lágrimas "Sabes que es muy peligroso venir aquí Vicky" dijo Liza "Déjala en paz Liza, ella y yo tenemos un trato" dijo Mack uniéndose a la conversación "Y, se podría saber ¿Cuál es?" quiso saber Liza cruzando los brazos ante su pecho y clavando su mirada azul a Mack "Bueno... ella prometió no decir nada de esto a nadie si venía con nosotras... nosotros" se corrigió Mack al recordar a Duce y a Derek "Bien... entonces tú estarás a cargo de ella" atacó Emma "¡¿Qué?!" casi grita Mack, ella se volvió hacia Victoria, que en su cara estaba pintada una sonrisa gigantesca de satisfacción, pues una vez más se había salido con la suya.

El castillo, por dentro, se parecía mucho a los castillos que solía ver en las películas basadas en la Edad Media que Mack adoraba ver cuando tenía siete años, pero era más frío, oscuro y lúgubre "Rápido, alguien invoque un fuego fatuo" dijo Duce, y Emma lo hizo, era una pequeña pero potente luz amarilla que revoloteaba por todas partes, como si tuviese vida propia, y la tenía. Mack empezó a tiritar de frío, mientras más se acercaban al centro del castillo, más frío hacía "Los calabozos deben de estar en la parte más baja del castillo" objetó Derek "Y ¿Cómo saben que están en los calabozos?" quiso saber Mack "Es lógica" dijo solamente Duce "Pero qué tal si los tienen en..." pero Duce la interrumpió "Iremos a los calabozos y punto". Llegaron a lo que parecía el salón de baile. Liza escuchó un crujido, sacó su látigo, y se puso en posición de ataque "¿Qué sucede Liza?" preguntó Emma "Shhhh" calló Liza, mientras se volvía hacia todos los rincones del salón, buscando el causante del ruido, agudizó el oído, y esperó, sin éxito, invocó al fuego fatuo para que iluminara cada rincón del salón, y lo que vieron los dejó helados de horror, millones de vampiros caminando por las paredes y techo, entonces todos sacaron sus armas "¡¡¡Mack, saca a Victoria de aquí, rápido!!!" grito Emma, y en ese momento los vampiros se les echaron encima mostrando sus letales colmillos.

Mack corrió y corrió, y al cabo de unos minutos se dio cuenta de que dos vampiros la seguían, y decidió enfrentarse a ellos en un pasillo del castillo lleno de habitaciones, sangre y sudor adornaban la blusa y la melena cobriza de Mack cuando ya se había enfrentado a ellos, pero luego los seguía una docena de ellos, y Mack y Victoria decidieron encerrarse en una habitación, mientras que los vampiros forcejeaban la puerta, Mack resistía del otro lado, tratando de que los vampiros no entraran; al cabo de unos instantes, la puerta dejó de ser forcejeada, y Mack se sentó en el suelo, agotada "Esto es peor que un apocalipsis zombie" dijo Victoria tratando de animar la situación "Creo que tienes razón" dijo Mack. De repente, las antorchas de la habitación se encendieron; estaba vacía en su mayoría, solo había un óculo en el centro de habitación. Una silueta salió de entre las sombras, Mack escondió a Victoria tras de sí, y desenfundó su espada y se puso en posición de ataque, pudo distinguir quién era, era aquel muchacho que creía haber sido su amigo.

Luke.

"Bienvenida, Mack" dijo Luke con una sonrisa que dejó al descubierto sus colmillos "¿Dónde están los niños?" dijo Mack sin hacer caso a la formal bienvenida que le había dado Luke "¿Qué niños?" quiso saber Luke "Los niños que le quitaste a esa pobre mujer" dijo Mack con frialdad "Ah... hablas de estos niños" dijo señalando un punto junto a Luke, donde la luz no podía alcanzar, y de ahí, salieron dos niños vampiros encadenados del cuello, que al momento de ver a Mack trataron de correr hacia ella, mostrando sus colmillos "¿Cómo pudiste?" dijo Mack solamente cubriéndose la boca con sus manos mientras contemplaba con horror a los niños "Verás, siempre he soñado con volver a hacer mío Wruperville, pero ustedes los vimpiris me lo impiden, así que pienso hacer un ejército de vampiros, y para eso necesito convertir a toda persona en este pueblo; solo imagínatelo, billones de vampiros contra los Coleman, será una batalla épica ¿no lo crees?. Y te preguntarás que era de Wruperville antes de que los vimpiris llegasen, bueno eso fue hace cien años, este pueblo era un pueblo de vampiros, mi padre solía reinar en Wruperville... hasta que los vimpiris vinieron y hui de este mundo... pero gracias a ti, volví... y ¿Sabes quiénes eran los vimpiris que llegaron y mataron a mi padre justo en frente de mí?... los Coleman... vengaré a mi padre, y a todos los vampiros que lucharon por sus vidas contra los vimpiris" dijo Luke con frialdad "¿Entonces es eso?, ¿Venganza?... Luke, no necesitas hacer todo esto, deja el pasado en el pasado... sé que tú eres diferente" dijo Mack "¡No!" dijo solamente Luke, mientras se perdía en las sombras "¡Espera!" casi grita Mack "Ya es tarde para razonar" dijo Luke con frialdad, y dejó la habitación.

Duce había abierto la puerta de golpe, lo que no había sobresaltado a Mack, pues ella seguía contemplando el lugar de dónde había desaparecido Luke "Mack... Mack" llamó Duce golpeando el hombro de su hermana, pero Mack se había quedado paralizada "Yo lo haré" dijo Victoria yendo hacia Mack, y sin pensarlo dos veces la golpeó en la pierna, y Mack inmediatamente reaccionó con un quejido de dolor "¿Por qué hiciste eso?" dijo Mack con una mueca de dolor, pero no hubo respuesta de Victoria "Rápido, hay que ir a los calabozos" dijo Emma "No... olvídenlo, ya no vale la pena" dijo Mack con la cabeza gacha, y todos entendieron lo que quería decir "Bueno... entonces hay que salir de aquí" dijo Derek saliendo de la habitación, todos asintieron y fueron tras de Derek.

"Tengo mucho frío" se quejó Victoria "Ahora te aguantas, tú fuiste la que quiso venir" atacó Liza, y Victoria solo le sacó la lengua a su hermana, quien hizo lo mismo "Que inmadura eres, de veras" dijo Liza "Mira quien lo dice, bebesota" contraatacó Victoria "Tu eres una bebesota y cabeza hueca" replicó Liza "¿Ah, sí?, pues tu... tienes trasero de asno" casi grita Victoria "Vas a ver niña terca" dijo Liza yendo hacia su hermanita para golpearla, pero Emma la retuvo y le dirigió una mirada de desaprobación "¡Ya basta las dos!" casi grita Emma "No hay tiempo para peleas... necesitamos salir de aquí ¡Y AHORA!" añadió "Ahora, Victoria, discúlpate con tu hermana" dijo Emma mirando a Victoria "Tú no eres mi mamá" atacó Victoria, Emma estaba a punto de replicar llena de rabia, pero se tranquilizó y dijo "Bien... si no lo haces, te dejaré aquí con los vampiros" dijo Emma con una mirada pícara "Bien, bien, lo siento Liza" dijo Victoria "También lo siento hermanita" dijo Liza con suavidad.

Ya estaban a pocos metros de la salida, cuando Emma tomó a Victoria del brazo, y la llevó de vuelta a las sombras del castillo, con una mano en su boca para que no gritara y la escuchasen. Volvió a reunirse con los demás, como si nada hubiese pasado.

Luna RojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora