CAPÍTULO SEIS
Camino hacia su recámara, Mack recordó que se le había olvidado preguntarle a su tía que, qué habían hecho con el cuerpo de su hermana, y al momento de dar media vuelta para ir hacia el jardín, se encontró a su tía detrás de ella, que la sobresaltó "Me asustaste tía" dijo "Se me había olvidado preguntarte si tenías alguna otra pregunta hija" dijo ella "La verdad es que sí... sabes de casualidad ¿Qué hicieron con el cuerpo de mi hermana?" quiso saber Mack "Sígueme" dijo ella solamente clavando sus ojos azules en los grises de ella... "Espera... ¿ojos azules?, ¿Desde cuándo mi tía Lina tiene ojos azules?, algo anda mal" pensó Mack, pero de igual modo siguió a su tía. Ella la guio hacia un sótano, que Mack ni siquiera sabía que tenían "He aquí todas las urnas llenas de las cenizas de grandes vimpiris" dijo Lina "Vaya... son muchas" dijo Mack, y ahí vio la de su hermana y la de su padre, iba a tomarla, pero vacilo un poco "Anda, tómala" invitó Lina, y Mack lo hizo "Nunca pude conocerlo" murmuró ella "Se un hechizo para invocar el espíritu de tu padre, para que puedas hablar un rato con él" dijo Lina "¿Harías eso por mí?, ¿Después de todo lo que hice?" dijo Mack confundida "Con tal de verte feliz" dijo Lina con una sonrisa llena de ternura; esas palabras le recordó a Mack la vez que ella y Luke estaban a punto de besarse en la puerta de su casa, entonces ató cabos "¡Tú no eres mi tía!" casi grita ella "Me descubriste... eres muy lista" dijo Lina transformándose en Luke "¿Qué haces aquí?" dijo Mack echándose para atrás, pues sentía más miedo que enojo "Quería verte" dijo él solamente con una sonrisa que dejaba al descubierto sus colmillos "¿Cómo supiste que era yo?" quiso saber Luke acercándose a Mack "Tus ojos y tus frases te delatan" dijo Mack poniéndose seria, y él solo rio "¿Es cierto eso?" preguntó Mack "¿Qué cosa?" quiso saber Luke "Lo del hechizo... ¿enserio lo harás?" dijo Mack enarcando una ceja "Claro, como desees" dijo él tomando la urna que Mack tenía en sus manos, la abrió y tomo un poco de ellas "¡¿Qué haces?!" dijo Mack angustiada "Tranquila, se lo que hago" la consoló él, luego esparció las cenizas haciendo un círculo alrededor de Mack "No te las vayas a gastar, si notan que ya no están..." "Tranquila, no lo haré" la interrumpió Luke "Bueno, pero yo no me voy a poner a barrerlas ¿eh?" dijo ella "No es necesario, después de la invocación se harán aire" dijo él poniendo las palmas de sus pálidas manos hacia arriba, luego dijo unas palabras en un idioma extraño, entonces las cenizas empezaron a emanar humo, un humo tan espeso que no dejaba ver a Mack "Luke" llamó, pero no hubo respuesta. Mack divisó la silueta de un hombre, que cada vez se acercaba más a ella. Al cabo de un rato vio a un hombre de cabellos cobrizos, y de ojos verdes que vestía una túnica blanca, y sin duda, era muy parecido a ella "¿Papá, eres tú?" dijo Mack con los ojos llenos de lágrimas "Creo que me está confundiendo con alguien más señorita, yo soy Paul Coleman, y que yo recuerde yo nunca tuve hijos" dijo él "Claro que sí, porque Lucinda Coleman Parker es mi madre" dijo ella "Lucinda..." repitió él "No es posible" murmuró "Debí imaginarlo, eres idéntica a mi... y tienes los ojos de ella" dijo él "Mi hija" dijo Paul "Me dio mucho gusto conocerte..." "Mackenzie, me llamo Mackenzie" "Muy lindo nombre... hija, se me acaba el tiempo, pero recuerda que siempre estaré ahí para apoyarte y acompañarte en tiempos de tristeza y alegría" dijo él alejándose "Espera... no te vayas" suplicó Mack "Te quiero hija" dijo él, y se marchó. La neblina desapareció, Mack se tiró de rodillas y se echó a llorar.
Mack dormía muy a gusto en su cama, pero de repente alguien le tiró agua fría en la cara, sobresaltándola "¿Qué...?" dijo confundida "Vamos dormilona, es tu primer día de entrenamiento y no querrás llegar tarde" dijo Derek divertido "¿Entrenamiento?" pregunto Mack con un bostezo, pero Derek ya se había ido; se vistió lo más rápido que pudo y salió al patio de entrenamiento, ahí, la esperaba Derek, con una sonrisa divertida "Y bien... ¿Cuándo empiezo?" dijo Mack aburrida "Hoy, aprenderás a usar esto" dijo Derek dándole a Mack un arma "¿Una ballesta?" dijo Mack confundida "Sí" respondió Derek solamente acomodando un muñeco del tamaño de un adulto, Mack al notar la cara mal pintada de este, rio por lo bajo "Supongo que los niños le dibujaron la cara" dijo sin contener una carcajada "Bastante guapo ¿no crees?" dijo Derek divertido "Este... es señor "Muecas", y te ayudará a entrenar... ¿ves el corazón de aquí?" dijo Derek apuntando al corazón del muñeco, y Mack asintió "Deberás apuntarle con la ballesta, y así lo harás todos los días de entrenamiento hasta que se te quede en tu cabecita de niña la ubicación exacta del corazón ¿entendido?" dijo Derek "Sí, claro... no hay problema" dijo Mack risueña "Entonces, toma esto... yo regresaré más tarde" dijo Derek dándole a Mack unas cuantas flechas de madera. Y ella así lo hizo, día tras día se levantaba temprano para entrenar con el señor "Muecas", y cuando Derek supo que ella ya estaba lista, le vendó los ojos, y ella tendría que adivinar dónde estaba el corazón del muñeco, y como Derek lo había imaginado, pudo hacerlo. Después tuvo que aprender a usar el arco, cosa que no sería tan difícil para ella, pues fue a clase de arquería dos años cuando tenía doce, Derek se dio cuenta de eso, y se lo puso más difícil, con blancos móviles; ella tendría que montar un caballo, y mientras que este corría, ella debería darles a los blancos justo en el medio, que estaban colgados por todos los árboles de un bosque cercano, y si fallaba uno, tendría que volver a empezar. Después de varias semanas de entrenamiento, Mack y Derek se volvieron grandes amigos, y tal vez, en un futuro, más que amigos.
Mack caminaba por los pasillos de la casa, cuando se encontró a su prima Nube escribiendo algo en el suelo "¿Qué haces Nube?" preguntó Mack "Una carta a San Cazador" dijo ella sin despegar la mirada de la hoja de papel "¿Quién es ese?" preguntó Mack confundida "Es una persona que les trae regalos a los niños vimpiris" explicó Nube "Ahh... hablas de Santa Claus" dijo Mack "No... ¿Quién es ese?" dijo Nube "Olvídalo" dijo Mack y dio media vuelta para irse, pero entonces llegó su primo Fred "!Ya deja de hacerle esas estúpidas cartas a alguien que ni siquiera existe!" soltó él pateando la carta de la pequeña Nube "¡Sí existe!" gritó Nube "Niños... siempre con sus tontas fantasías" dijo Fred con frialdad, dio media vuelta y se alejó, dejando a la pobre Nube ahogándose en sus lágrimas "No le hagas caso" dijo Mack abrazando a Nube "¿Es cierto?... él no existe ¿verdad?" dijo Nube mirando a Mack con sus ojitos verdes llenos de lágrimas "¿Qué te hace pensar eso?... claro que existe nena" dijo Mack con una gran sonrisa, y Nube se la devolvió "¿Lo has visto?" quiso saber Nube "No, no lo he visto" dijo Mack "Pero... creí que dijiste que..." "Oye... no hay que ver para creer... todo está aquí" dijo Mack señalando el corazón de Nube y ella la abrazó muy fuerte, y Mack le devolvió el abrazo "Terminaré mi carta entonces" dijo Nube separándose de Mack "Y ¿Qué piensas pedirle?" preguntó Mack con curiosidad "Pues... una muñeca... con dagas incluidas y un osito de peluche... con ojos de rayos laser" dijo Nube "Oh... que lindo... bueno, ya te dejo, tengo algo que hacer" dijo Mack, dio media vuelta y fue a buscar a su primo Fred.
Lo encontró correteando a su primo Ethan en el jardín trasero "Fred" llamó Mack "¿Sí?" contestó él "Tengo que hablar contigo" dijo Mack solamente "¿Sobre qué?" quiso saber él "Ethan, nos puedes dejar solos un rato" dijo Mack con suavidad y él obedeció, en cuanto Ethan se fue, Mack explotó "¡¿Que rayos te sucede?!... ¿Por qué no dejas que Nube viva su fantasía?... sabes, la imaginación es un tesoro para los niños, y entiendo que tú lo hayas perdido, yo igual, pero no tienes que ir y decírselo de esa manera" casi grita "Lo siento" dijo Fred con los ojos llorosos "Es que yo nunca tuve el placer de vivir esa fantasía, mi padre creía que era una estupidez, me tenía prohibida la imaginación, porque creía que solo me llenaba de cosas la cabeza, y que perdería el sentido de la realidad y me volvería loco" dijo Fred con lágrimas corriéndole por las mejillas "Y ver a otras personas disfrutar algo que yo nunca tuve me vuelve furioso" añadió secándose las lágrimas con su brazo; a Mack, le había llegado la historia de Fred, ella también se puso a llorar "Lo siento... no tenía idea" dijo solamente "No, está bien... iré a disculparme con Nube si es lo que quieres" dijo Fred alejándose de Mack.
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Luna Roja
VampireMackenzie, una chica de quince años descubre que es parte de un grupo que caza vampiros. Ella tiene la marca... Los vampiros están listos para volver a hacer suyo algo que se les fue quitado. Mackenzie tiene un gran poder capaz de detener a los vamp...