• Capítulo: 1 •

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Caitlin se despertó con el sonido de su mobil -Diga?-.

- Heey Caitlin. ¿Como estás? -Oyó que preguntaba una voz que ella conocía demasiado bien-.

- Cisco? -Todavía medio dormida Caitlin se incorporó en la cama y miró el reloj de su mesilla.- Son solo las 5:30 de la mañana. ¿Por que me llamas a estas horas? ¿Ha pasado algo malo?-.

- No, llamaba para pedirte si podías traernos café-.

Caitlin no sabía si estaba todavía tan dormida que imaginaba cosas o realmente había oído lo que acababa de oír
- Espero que no hayas dicho lo que creo que has dicho Cisco, porque si me has despertado para esto te juro que te matare-.

- !Espera! Por favor Caitlin, lo digo muy en serio. Barry, Ronnie y yo nos hemos quedado toda la noche trabajando y estamos que casi no podemos tendernos en pie. Ya hace horas que hemos agotado el suministro de café del laboratorio y ninguno de nosotros puede salir a comprar porque estamos demasiado liados. Te lo estoy pidiendo a ti porque...-.

- Porque soy la única persona que sabes que seria lo bastante indulgente como para acceder a esta petición absurda en lugar de dejaros colgados y seguir durmiendo?-Terminó Caitlin, aunque no pudo evitar sonreír-.

- Por favor? Si lo haces, los tres te deberemos una -La voz de Cisco sonaba tan suplicante que Caitlin no tuvo más remedio que aceptar-.

- Está bien, pasaré por el Starbucks de camino a allí, de todas formas aprovechare para adelantar algo de trabajo que yo tengo pendiente -.

- Eres la mejor Cait. En fin, te dejo que tengo mucho trabajo -Se despidió Cisco antes de colgar-.

Con un suspiro cansado Caitlin se levantó de la cama, se vistió, cogió su coche y fue hacia el laboratorio.

Antes de llegar paró cerca de un Starbucks para coger los cafes para los chicos y uno para ella ya que con las prisas se le había olvidado tomar uno antes de salir de casa.

Tras más de diez minutos haciendo cola, era increíble la cantidad de gente que había para ser solo las seis de la mañana, logró hacer su pedido y volvió a su coche pero, al ir tan cargada con los cafés, no podía llegar a las llaves para abrir la puerta.

- Disculpe -Caitlin se dio la vuelta para ver a un hombre parado enfrente de ella. No estaba segura pero juraría que era el mismo hombre que estaba detrás suyo en la cola del Starbucks -Pero no he podido evitarme fijar en que tal vez necesite algo de ayuda-.

- Resulta tan evidente? -Preguntó ella con una sonrisa-.

El hombre le devolvió la sonrisa y le cogió los cafés -Deje que le sujete eso-.

- Muchas gracias -Con las dos manos libres no tardó en encontrar las llaves del coche-.

Cuando al fin pudo abrir el coche y guardar dentro los cafés el hombre le tendió la mano
- Mi nombre es Jack. Jack Clark-.

- Caitlin Snow -Respondió ella estrechándole la mano - Gracias por tu ayuda. Lo siento si te he hecho perder el tiempo-.

- No tienes que disculparte. Ha sido un placer. Y no te preocupes, no voy a llegar tarde a ningún -Volvió a sonreír Jack-.

- Bueno tengo que irme. He prometido a mis compañeros que les traería estos cafés de modo que...

- Lo entiendo, no te entretengo más -Se despidió Jack y empezó a alejarse pero antes se dio la vuelta y la miró fijamente-Espero volver a verte Caitlin-.

Caitlin se sorprendió a si misma sonriendo y pensando en Jake durante el trayecto a los Laboratorios STAR. No entendía que era lo que le pasaba. Ella no era de esas mujeres desesperadas que se enamoraban del primer hombre que conocían, además solo habían coincidido durante un par de minutos. Claro que, por otra parte, también era cierto que su vida amorosa estaba algo muerta para tener solo 27 años. La ultima vez que salio con un hombre fue cuando Ronnie le pidió una cita pero eso pasó más de un año atrás y ambos habían acordado seguir solo como amigos después de que esa primera cita no acabase del todo bien. Aparte de Ronnie los únicos hombres con los que más socializaba eran Wells, Cisco y Barry. Wells estaba casado, aparte de que casi le doblaba la edad, Cisco era un encanta pero le veía más como su hermano pequeño que cualquier otra cosa y Barry... Mentiría si dijera que nunca se había sentido atraída por Barry pero habían pasado más de tres años desde que se conocieron y en ningún momento había demostrado tener ningún interés no platónico en ella de modo que al final había decidido que solo fue un flechazo temporal.

Cuando llegó al laboratorio aun estaba algo deprimida pensando en su nefasta vida sentimental pero enseguida puso una sonrisa falsa para el guardia de seguridad entró a buscar a Cisco. Sin embargo al que encontró primero fue a Barry.

- Hey Caitlin.¿Que haces aquí tan pronto?-Antes de que Caitlin pudiese responder Barry se fijó en los cafés que traía -¿No me digas que Cisco te ha llamado? Por dios, Ronnie y yo le hemos dicho que era una estupidez despertarte por esta tontería. Lo siento mucho Cait-.

- No te preocupes, de todas maneras me vendrá bien adelantar algo de trabajo. Además Cisco me ha dicho que lleváis toda la noche despiertos, creo que lo necesitáis-Dijo Caitlin quitándole importancia con un gesto de mano-.

- Bueno, deja que agarre esto, se lo llevare a Ronnie. Aunque puede que me beba el de Cisco-Bromeó Barry mientras cogía los cafés-.

- !Barry!- Le recriminó ella en broma. Él se limitó a sonreír y se fue a reunirse con Ronnie y Cisco-.

Caitlin fue a su zona de trabajo y empezó a revisar los proyectos que tenían en marcha. A medida que iban pasando las horas el laboratorio se fue llenando de gente y antes de darse cuenta Barry volvía a estar delante suyo preguntándole si quería acompañarle a tomar un desayuno rápido ya que Cisco y Ronnie irían luego.
- Por supuesto, dame un momento y enseguida te acompaño- Respondió Caitlin mientras cerraba su equipo-.

Ambos se dirigieron a la salida pero, al pasar delante del despacho de Wells Caitlin oyó una voz que la hizo detenerse en seco -¿Caitlin?-
- ¿Jack? -Caitlin se acercó a él y le saludo con una sonrisa-¿Que estás haciendo aquí?-.

- Ahora trabajo aquí-Explicó Jack señalando el despacho de Wells -El Dr Wells me acaba de contratar.Vaya esto si que es una agradable sorpresa-.

- Y que lo digas-De repente Caitlin se acordó de Barry - Lo siento. Jack Clark, te presento a Barry Allen, uno de mis compañeros de trabajo-.

- Es un placer conocerte -Saludó Jack ofreciéndole la mano a Barry-.

- Igualmente-Barry le estrechó la mano-Entonces ¿De que os conocéis?-.

- Nos hemos conocido esta mañana cuando he ido a buscar vuestro café-Explicó Caitlin alegremente-Oye Jack, Barry y yo íbamos a desayunar. ¿Nos acompañas?-.

- Por supuesto, me encantaría-.

Caitlin y Jack charlaban animadamente y se iban poniendo al tanto de sus vidas mientras Barry se mantenía al margen, sonriendo de vez en cuando, mientras se repetía una y otra vez que no estaba celoso.

Flash, La Tercera TierraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora