Al otro día...
Estoy borracho, me he caído de la silla, pero aún está intacta la botella de tequila.
Nunca tome esta clase de bebida, siempre fui de lo más tradicional, el vino.
Mis padres me regañaron por estar en este estado, no le doy mucha importancia. Les he hecho creer que mi vida es un desastre y que nada lo va a cambiar, de verdad lo es.
Nunca fui interesante, ni en lo más mínimo.
No puedo evitar pensar en lo que pudiera haber pasado si te hubiese revelado mi amor, hasta decirlo borracho es patético.
Al final me he convertido en lo que quería ser, ya que es lo único que tenía en las manos. Alcohólico, drogadicto, agresivo, irresponsable, etc.
Papá me golpeó, y de verdad fue muy duro. Esta bien, merezco todo el castigo por ser lo que SOY, no soy nadie en realidad, sólo un escombro para la familia, un ser insignificante.
Me basta y me sobra el amor de mamá, aunque no sea suficiente.
Aún duele tu partida sabes!?
A cada minuto veo en las publicaciones en tus redes sociales lo mucho que se te va a extrañar, no quiero que la gente sepa que seré yo el que te extrañara más que nada.
Pensé en ahorcarme, en tirarme de un puente, a los trenes o al camión de basura.
Creo que ya te diste cuenta que no tengo autoestima, jamás fui bueno hablando de mi mismo, aunque tengo razón con lo que dige antes, no soy nadie.
Ya pasaron más de 24 hs. de tu entierro. Me da miedo recordar tu cara pálida casi gris.
Te amo, y lo voy a gritar a los cuatro vientos, pero en zonas donde no se encuentren los ineptos seres humanos que no entienden mi estado de ánimo.
