Happily, One Word (Thousands of feelings) *Larry Stylinson y Ziam Palik*

Capítulo 11 * Zayn eres taaaan gay *

*……. Caminaron hasta la puerta, para el momento en que estuvieron bastante cerca, ningún do de los dos sabía cómo terminar la noche.

Finalmente el mayor preguntó:

“¿Quieres que nos veamos mañana?”

El ojiesmeralda suspiró aliviado.

“Sí, claro” –trató de sonar casual, pero la gran sonrisa de su rostro no se lo permitió.

“Genial” –el rostro de Lou se iluminó también con una gran sonrisa–  “Si vienes alrededor del mediodía, mi madre tendrá sus famosos panqués de los sábados listos”

“Suena bien” –dijo Harry mientras le daba una ojeada rápida a la sala, luego se acercó al castaño y le dio un beso corto, pero lo suficiente para degustar sus labios, retrocedió avergonzado y totalmente rojo– “Te veo mañana” –afirmó sin atreverse a mirar hacia arriba, luego trotó hasta la acera.

En el último momento se animó a voltear y se encontró con Louis mirándolo fijamente y con sus dedos acariciándose los labios.

Harry caminó a casa, sonriendo.

……. *

Comparado con el anterior fin de semana, este pasó increíblemente rápido.

Nada de estar deprimido o malhumorado, lamentándose con Mia o Zayn por teléfono, contrario de eso, se la pasó riendo con Louis mientras jugaban Nintendo o veían películas, simplemente pasando ratos geniales.

Desde que tiene memoria Harry no recuerda haber encajado nunca con nadie tan rápido, ni siquiera con Zayn que lo había conocido desde los cinco años.

En ese entonces su amistad comenzó cuando Zayn lo golpeó en la cabeza con una pala porque intentó robarle su coche de juguete favorito en el jardín de infancia, pero Harry se vengó haciéndolo comer tierra.

Claro que en ese momento se odiaron mutuamente durante semanas, y probablemente lo habrían seguido haciendo para siempre de no ser porque un niño de seis años, al que llamaban Ed, comenzó a lanzarles piedras a los dos, obligándolos a unir fuerzas para hacerle frente y meterle arena en los pantalones.

Ellos fueron inseparables desde entonces.

Por eso, se sintió un poco culpable al no contestar las llamadas ni mensajes de texto de Zayn, en todo el fin de semana.

Cada día hacía nota mental de llamarlo al llegar a casa y cada noche se le olvidaba por estar ocupado masturbándose con la imagen de Louis jugando en su cabeza.

El lunes por la mañana decidió ponerse al día con Zayn, así fuera camino a la escuela, aunque le costaba un poco trotar al ritmo de la bicicleta de su amigo.

“Hey Zayny” -le dijo y trató de sonar casual aunque se daba cuenta de que estaba cabreado.

“Hey” -gruñó hacía atrás y Harry respiró tranquilo, al menos se hablaban.

“Siento todo lo de las llamadas, hombre. Estaba… ocupado”

“Lo noté” -se quejó, pero ya no parecía tan enfadado- “Entonces, ¿Cómo está tu pequeño novio?”

“Él no es mi novio. Creo” -respondió frunciendo el ceño.

“¿Crees?” -le lanzó un vistazo-  “¿Acaso no lo sabes?”

“Realmente, no hemos hablado de eso” –confesó– “Quiero decir, hemos estado saliendo. Conociéndonos más el uno al otro, supongo”

“¿Han llegado a saber más sobre los penes de cada uno?”– preguntó sarcásticamente–  “Eso te daría una gran idea de qué es lo que tienen”