Sin Tiempo Que Perder

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La rubia dio dos golpes a la puerta del carro para que Loki se fuera. No había tiempo que perder, ya que ella jamás permitiría que su hermano lastimara a las personas de su hospital.

La chica apuntó hacia unas rocas, ella era conciente de que quizas no bloquearían el camino completamente pero si harían que su hermano se detuviera un momento. La lluvia le ayudaban a que fuera aún más díficil de transitar por la carretera y confiada en que su auto 4×4 soportaría el inclemente clima, sabía que tenía una pequeña ventaja para aprovechar.

La rubia observó los autos militares y su corazón se detuvo al ver que le apuntaban con armas largas. Su hermano bajoló del vehículo con cara de pocos amigos y con terror ella observo el arma en las manos del rubio.

Laxus: Mi propia sangre...

La chica levanto sus manos en señal de rendición, soltando el arma; ella no podía hacer nada contra un pelotón.

Lucy: Somos medios hermanos, Laxus.

Laxus: Es cierto... Con razón tienes el descaro de traicionar a tu patria, ¡bastarda!

Ella solo agacho su cabeza y su hermanastro colocó el arma en su frente. A Laxus la sangre le hervía y su enojo le había hecho olvidar todo lo que vivieron juntos como familia.

Laxus: No creas que te daré una muerte placentera.

Lucy: No me importa, de todos modos mi cuerpo no soportará mucho y moriré rápido.

Laxus: ¿Y dejar que te lleves la ubicación de tu cueva de opositores a la tumba? No lo pienso, primero tendrás que confesar y si debo torturarte para que hables, lo haré.

Lucy: Arráncame la piel si quieres, corta cualquier parte de mi cuerpo si así lo deseas pero jamás te diré nada. Moriré sin revelar nada.

Laxus: Eso ya lo veremos, hermanita...

Él la tomó de las manos con violencia, llevándola hacia su auto. Luego se dirigio hacia sus subordinados.

Laxus: ¡Se dividiran en dos grupos, unos se irá por el desvío hacia la región del norte y los otros se irán hacia el desvio de Miraflores!

Todos el pelotón: ¡Si, Señor!

El general se dirigió hacia Lucy, la cual estaba completamente empapada y temblando del frío.

Laxus: ¡Nadie juega conmigo!

Ella lo miró con desprecio, sabiendo que solo un milagro podría salvarla de esa situación, pues anhelaba con todo su corazón poner a salvo a sus allegados.

Mientrás en el camino hacia la región del norte, Loki conducía a toda velocidad para al menos llegar al pueblo previo al lugar del hospital sin ser detectado por el ejército. Al llegar a dicho poblado, la gente que ya lo conocía le auxiliarón para cambiar de vehículo y así llegar a salvo a su destino.

Loki: ¡Les agradesco por lo que hacen! Por favor, si alguien pregunta...

Macao: No se preocupe, nadie hablará. Nosotros solo diremos que el auto fue abandonado aquí pero que nadie sabe a donde se dirigió.

Loki: Muchisimas gracias por cubrime.

Macao: Lo que sea por las personas que nos han ayudado.

Y con un apretón de manos ellos se despideron. El tiempo transcurría y cada segundo era valioso. Aunque Loki no sabía si su plan funcionaría, ya que el hecho de que Lucy haya ayudado a los combatientes no quiere decir que ellos quieran ayudar también.

Cuando el jóven visualizó el hospital él sintió un poco de esperanza en su corazón. Rezaba con todas sus fuerzas para llegar a Lucy antes de ocurriera una desgracia y pedía también para que los combatientes del lugar quisieran ayudar. Apresuró su paso caminando con aquel hombre sobre sus hombros y entró de manera súbita al lugar.

En La Guerra y El Amor (NALU Fanfiction)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora