Kyoya estaba raro.
Mukuro lo notaba en su mirada y gestos. Desde su conversación con Byakuran, estaba muy raro. Demasiado. ¿Qué mosca le había picado?
—Alondra-kun...
—Estoy ocupado.
El condenado se veía atractivo incluso con esa mirada indiferente suya y con gafas de lectura puestas para estudiar.
—Ya. Lo veo, pero...
—Si lo ves, no me jodas.
Y siguió escribiendo en el ordenador lo que probablemente fueran sus apuntes.
Mukuro siguió mirándole atentamente, había transcurrido cerca de una semana ya y empezaba a hacerse una costumbre esa situación.
—Ave...
—Calla.
—Per...
—Silencio.
—¿Me prestas tu tarea cuando esté lista?
Sus ojos se encontraron, Mukuro sonrió con picardía y el teléfono empezó a sonar (porque siempre esperaba los mejores momentos).
—No.
—Aburrido —bufó mirando el nombre en la pantalla—. ¿Sucedió algo? No me llamas desde hace unos días.
Nagi se mantuvo en silencio durante unos segundos.
—¿Me lo presentarás?
—¿A mi novio? No, gracias —rodó los ojos—. Nagi, ¿por qué estás interesada en conocer a mi nuevo amig...? ¡Auch, no me pegues!
Hibari se hizo el desentendido, con una lámpara menos en el escritorio.
—Me cae bien.
—Qué hermana más amable tengo.
—Ya ves.
—¿Y Fran?
—No sé, se fue con un rubio por ahí...
—¿Hace cuánto?
—Unas horas, tranquilo...
Nagi tapó el teléfono y ordenó a Ken que buscara a su hermano.
—¿Segura?
—Segurísima, Nii-sama, no te preocupes.
—Ya, eso sólo hace que me preocupe más, Nagi...
—Pffff, tonterías —forzó una risa—. Ese niño está...
—¿A quién me dijiste que buscará?
«Chikusa, hijo de... Ah, no... Que eres huérfano»
—¿A quién debía buscar Chikusa, Nagi? —cuestionó alerta—. ¿Has perdido a Fran?
—¿Fran? Pfff. Iba a buscar a Ken —miró mal al azabache—. Que el rubio se fue con M.M y... ¡No me cambies el tema!
Mukuro sonrió mirando a su compañero de reojo.
—¿Te cambié el tema?
—¡Quiero conocerlo! —hubo silencio por un minuto—. Y Byakuran quiere estar seguro de que no le engañas.
—No lo engaño porque...
—Ya, ya, mentiras.
Kyoya le dedicó una mirada por encima del ordenador y volvió a lo suyo con un aura totalmente más indiferente que antes.
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Aves y piñas
FanfictionRokudo Mukuro asiste a la universidad en Italia. Es un buen estudiante, no tiene problema alguno más que un forzado compromiso con el heredero de los Gesso. Sin embargo, todo se empieza a complicar cuando su hermana Nagi acepta una beca universitari...