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Hacía frío, mucho frío, y Jinhwan había olvidado que estaba en pleno invierno, quizás porque tenía muchas cosas que hacer, o quizás simplemente porque tenía la cabeza de enamorado.

Lo importante no era el por qué se olvidó de la estación en la que estaba, sino el hecho de que no tenía abrigo, ni un maldito sweater.

Tiritaba en la parada de autobús, fantaseando con ese glorioso momento en el que entraría y automáticamente haría más calor, ese día era probablemente el único en el que deseaba que el bus viniera lleno, asi podía colarse entre las personas y que éstas inconscientemente le brindaran calor.

Una mano le cubrió la boca, y lo primero que pensó en hacer en su reacción brusca, fue golpearle al originador de su miedo en las partes bajas.

Oyó una voz conocida quejándose, diablos, había golpeado a su Junhoe.

—¿Estas bien bebé? Lo siento, ¿qué haces aquí?

—Estoy bien— medio susurró irguiéndose.— Pasaba por aquí y recordé que tenías poco abrigo, te fuiste demasiado rápido como para que te pudiera obligar a usar algo abrigado, te traje mi sudadera.

Jinhwan abrazó esa sudadera que tanto amaba y se la colocó, totalmente agradecido.

Pero algo le sonó raro, Junhoe no pasaba por ahí, su trabajo estaba del otro lado de la ciudad

Ahora se honesto, ¿qué haces aquí?

El menor se rascó la nuca, incómodo.

Pues, la verdad es que no soportaba la idea de que te pudieras enfermar.

¿Viniste hasta aquí sólo para darme el abrigo?

Junhoe asintió cabizbajo, Jinhwan notó que sus mejillas se habían enrojecido.

El mayor saltó a los brazos de su novio, no podía creer lo dulce que era, ¿quién iba al otro lado de la ciudad sólo para dar un abrigo?

Era realmente afortunado.

                                   

Suspiró, realmente debía deshacerse de esos recuerdos, no le hacían nada bien.

Caminó perezosamente al buzón, tenía allí acumuladas cartas de hace meses, no es como si tuviera interés alguno en el mundo exterior.

En cuanto lo abrió, se encontró con una gran cantidad de papeles inútiles.

Facturas, facturas, postales de navidad, que le hicieron pensar que realmente había pasado tiempo desde que no abría ese buzón, más facturas y una carta con sobre amarillento que casi pasa por alto.

La observó más detenidamente, no tenía destinatario, el sobre no contenía nada escrito.

Lo abrió cuidadosamente con escepticismo, no creía que fuera para él, nunca nadie le había mandado una carta.

Pero sus ojos se humedecieron al leer la primera palabra, porque no pudo evitar pensar que esa letra era extremadamente similar a los elegantes garabatos de su Junhoe.

Querido Jinan:

Ha pasado tiempo ¿verdad?

Si te lo digo con honestidad, no tengo idea de por qué estoy escribiendo esto, probablemente tu ya me hayas olvidado y en este momento estés buscando en lo más profundo de tus recuerdos el nombre Junhoe.

Si me recuerdas y te da enojo leer esta carta, porque me odias, y con razón, por favor, no tengas un ataque de ira, no arrugues el papel, sigue leyendo.

No quiero sonar como si me estuviera justificando por las terribles acciones que cometí, pero realmente quiero explicarte cómo sucedió todo.

Pero no lo diré en ésta carta, realmente quiero saber si te interesa leerlo o si sólo estoy desperdiciando energías.

Espero tu respuesta.

Con sinceridad, June.

Las lágrimas habían cubierto toda la hoja para cuando Jinhwan había terminado de leer, él realmente creía que Junhoe lo había olvidado.

No podía ser cierto, tenía que ser una broma, ¿por qué despues de tanto tiempo, él recibía esto?

Por su bien, debía rechazar que las cartas siguieran llegando, todo esto sólo serviría para seguir abriendo la herida.

Pero entonces, ¿por qué estaba escribiendo que quería seguir recibiéndolas?¿por qué estaba introduciendo esa carta en el buzón?

¿Podría ser quizás, que su June volvería a él?

                             

sweatshirt | junhwanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora