Suspiró con pena mientras miraba a Junhoe durmiendo, estaba cambiando últimamente, no era tan cariñoso como solía ser, evadía el carño y llegaba más tarde a la casa.
Jinhwan estaba aterrorizado, temía que se marchara, que de pronto dejara de quererlo.
—¿Qué tanto miras?— oyó la ronca voz de Junhoe, lo estaba mirando con una media sonrisa.
—Sabes que amo verte dormir.
Junhoe sonrió y lo atrajo hacia sí.
Quizás estaba siendo paranóico, quizás su June no se iría de sus brazos
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Estaba desanimado, habían pasado más de dos semanas sin novedades de Junhoe, la curiosidad lo carcomía.
Últimamente salía más al exterior, aunque todo lo que hacía era caminar vagamente y pensar en la historia de Junhoe.
Estaba afuera en ese momento, se acercaba a su casa cuando divisó un papel blanco asomandose por su puerta, corrió en éxtasis a buscarla.
Querido Jinan:
Lo siento por tardar tanto, no me salían las palabras, a pesar de ser mi propia historia.
¿En dónde me quedé?¿La venta de drogas?
Fue en uno de esos días cuando te conocí, estaba vendiendo en una fiesta, y te vi, allí, sentado en un sillón, aburriendote como nunca, y pensé "Que lindo chico, parece solo, es una víctima fácil".
Sí, me acerqué a ti porque creí que sería fácil manipularte y que compraras.
Oh Dios, qué equivocado que estaba.
En cuanto me acerqué a ti y pregunté por qué te veías tan aburrido, explotaste en lágrimas y balbuceaste sobre cómo te había abandonado el "amor de tu vida".
No sé cómo fue que terminé abrazandote, no lo pude evitar, te veías tan pequeño y vulnerable.
De alguna manera te di mi número y dije que llamaras cuando sea que necesitaras, olvidé el trabajo completamente.
Creo que ya es demasiado, luego te seguiré contando.
Te quiere, June.
Jinhwan rió, siempre había creído que Junhoe se le acercó porque se veía penoso, nunca creyó que pensaba venderle droga.
Que irónico, el día que el que creía que era el amor de su vida lo dejó, conoció a quien en verdad amaría para siempre.
June, mi amor, te extraño
