¡No es el PORNO, soy yo!

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¿Es un buen momento para fingir que se me perdió una lentilla y la estaba buscando?

Bueno, no es como si me creería para ser honestos, pero era eso o dar explicaciones, cosa que no haré.

Miro alrededor buscando algo con lo que safarme de esta.

Miau

¡Eso! ¡El gato! ¿Eh dicho ya cuanto amo a los gatos?

—Estoy esperando una respuesta—se cruza de brazos haciéndolos notar e inmediatamente mi mirada se dirige hacia allí — ¿chiquilla? No tengo toda la jodida noche ¿Se puede saber que hacías espiando por mi ventana? —gruñe.

Okay, su gruñido fue muy animal.

Miau...

Miro hacia arriba y apuntó al animal —busco a mi gato —digo con una sonrisa inocente —así que no tengo idea de que me estas hablando —me encojo de hombros inocentemente.

Enarca una ceja —Y tu... Gato —pausa— ¿estaba en mi ventana?—ríe cínicamente — si sabes que ese gato es mio ¿no?

Me lleva la puta.

—¿Sabes que creo?—dice mientras se acerca peligrosamente a mí.

Niego con la cabeza a la ves que retrocedo un par de pasos, siendo muy cociente de que si retrocedo un poco mas caeré en picada al precipicio.

¿Porque en el mundo siempre me pasan las cosas por curiosa? ¡no lo entiendo!

Chasquea la lengua mientras baja su rostro y me observa con ojos fríos y carente de emoción, nuestras narices chocan causando un temblor en mi cuerpo. —te-te-te puedes alejar y dar-dar-darme mi espacio?

Sonríe de lado mientras sus ojos me recorren completa. —Eso no sería divertido—dice con voz arteciopalada

Me estremezco.

Nunca me había sentido tan desnuda con una mirada en toda mi vida. Siento mis mejillas arder

—No se juega con un Miller