The White Wolf.

CAPITULO 2.

¿QUE ME PASA?.

EN ESE MOMENTO...

ALEX DANIELS.

Estaba durmiendo cuando soy despertado por un aullido que hace años no escuchaba, era una persona transformándose hace mucho no pasa por estos territorios, salgo corriendo de mi casa para ver a mi manada también fuera de sus casas y preocupadas, los calmo en segundos a través de la telepatía que tenemos entre los lobos, siendo el alfa me transformo en un lobo negro grande, traspaso el campo de fuerza que protege el pequeño territorio donde vivimos, corro por los bosque de copa hasta que encuentro el aullido, son unos aullidos de dolor cada vez que nos pasa la primera transformación, me encuentro con un enorme lobo blanco, sale corriendo en dirección contraria en donde estaba. Salgo corriendo detrás de él por cualquier cosa que pueda hacer, pero paro en seco al ver algunas personas, estaba por protegerlos cuando veo que retrocede es como si no quisiera hacerles daño, sale corriendo en dirección contraria a los mundanos, para no perderlo de vista empiezo a seguirlo desde lejos para no asustarlo, menos entrar en una pelea innecesaria, en el camino se encontró con varios animales que los ataco, comiéndose algunos después se fue a lavar al rio, jamás he había visto un lobo blanco llega a brillar a la luz de la luna, pasan las horas hasta que llega el amanecer y empieza a transformarse cae desmaya, puedo ver que es una mujer, me acerco a ella para ayudarla al verla, la reconozco quedando impactada para darme cuenta que es una de mis alumnas es una mujer loba, no puedo con lo que estoy sintiendo al verla, prácticamente salgo corriendo hasta adentrarme en lo más profundo del bosque donde está mi aldea, debo de averiguar de dónde salió o si pertenece a alguna manada cerca de la región.

AMELIA.

-¿segura que estas mejor?

-si amiga déjate de preocupar

-desapareciste y no te acuerdas que paso

-te lo juro no recuerdo nada

-sabes el susto que me diste, cuando no te encontramos en especial cuando apareció ese enorme lobo blanco

-pero nunca antes había escuchado alguna leyenda de lobos

-bueno tendrás que estudiar mas porque de verdad vimos un lobo

-bueno amiga tranquila

-tendrás que quedar en el hospital por un día

-es lo que menos quiero

-tendrás que hacer

-no, porque ya me siento mejor solo quiero puro irme

-siempre eres tan porfiada

-siempre amiga

Después de convencer al doctor de que en realidad estoy bien, por fin me deja ir incluso tuve que converse a mis amigos de que estoy súper bien, José tuvo que conducir no porque no pudiera, si no porque no me dejaron hacerlo, horas más tarde llegamos a la ciudad en el paradero del liceo, nos separamos en donde mi madre también me estaba esperando, para mi desgracias recién el martes tendré que ir a clases, me dijo el médico que descanse y mi madre me obligara hacerlo.

Acostada en mi cama después de a ver llegado, mi madre me mimo solo por hoy, me quedo dormida hasta que soy despierta por varios ruidos que me martilla en la cabeza, incluso escucho conversaciones que son imposible de hacerlo, me levanto de un salto prácticamente quede en la entrada mi cuarto, quedando tan sorprendida por lo que acabo de hacer, miro todo el cuarto para ver de dónde vienen las voces, pero no veo nada o a nadie, vienen de algún lugar fuera de mi cuarto en realidad incluso fuera de mi casa, me acerco a la ventana al tiempo que veo a una señora hablando por teléfono, claramente puedo escuchar de lo que están hablando.

-vamos amor no me has esto

-me engañaste como quieres que siga contigo

-te juro que no lo volveré hacer

Me alejo de la ventana pero sigo escuchándolos, como también otras conversaciones, salgo del cuarto siguiendo el olor de la comida de mi madre, el cual está muy delicioso, se me hace agua la boca pero lo más extraño es que puedo identificar cada comida como cada esencia que le echa a la comida, ¿Qué me está pasando?, me pregunto para darme cuenta que me respondo yo misma, me estoy volviendo loca de verdad vuelvo a mi cuarto que queda lejos de la cocina. Siento que todas las voces que puedo escuchar me están matando de dolor de cabeza, pero más me mata los olores ricos como asquerosos.

-¿Qué te pasa? Hija

Estaba tan distraída que ni pude sentir a mi madre, menos que había subido a mi cuarto miro a mi madre, no soy capaz de responder porque realmente no entiendo lo que me está pasando, sigo caminando por todo mi cuarto hasta que soy detenida por ella, me sujeta de los brazos, mirándome con mucha preocupación.

-tranquila ¿qué te pasa?

-nada solo quiero dormir

-¿segura?

-si

-entonces descansa

-tú también madre

-si

Me deja sola en mi habitación sin respuesta a lo que me está pasando, tengo que dejar de escuchar algo de música o me volveré loca, busco mi celular con los audífonos, colocándome los audífonos que están conectándose al celular sin comprender que escucho realmente, solo quiero dejar de escuchar lo que los demás están diciendo, pero arrojo lejos el aparato al escuchar la música, fue como si se me fuera a reventar los tímpanos, vuelvo a coger el celular para ver cuánto que solo tiene de volumen digamos diez, pero fue como si tuviera 100 de volumen. Las frecuencias del aparato para mis oídos sensibles son demasiadas.

Trato de calmarme de repente me siento muy furiosa, tengo unas ganas de destruir todo, me veo al espejo de mi pared sin querer veo mis ojos amarillos como los de un animal, veo mis manos que me están creciendo las uñas como garras. Me vuelvo a mirar al espejo para ver que se me esta deformando la cara y me está creciendo los diente.

-pero que mierda me está pasando

Me digo antes de encerrarme en el cuarto de baño de mi pieza, me doy varias vuelta en el mismo lugar, "debo de calmar" me digo, pero siento coraje de no saber que me pasa y lo único que me viene a la cabeza, es que me he vuelto loca o me estoy transformando en una mujer lobo.

-vamos Amelia calma te para volver a la normalidad

Me digo mientras me miro en el espejo del cuarto de baño, respiro lentamente y boto el aire lentamente también, en el momento que vuelvo a la normalidad todos se vuelve oscuro, solo se me viene a la mente que al desmayarme, me dolerá mucho el golpe.