CAPITULO 5.

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MANADA LUNA NEGRA.

A LA MAÑANA SIGUIENTE...

AMELIA.

Me duele la maldita cabeza ni quiero abrir los ojos por lo mismo para no empeorar el dolor, pero desde que desperté escucho que hablan de algo que no entiendo, se abre la puerta de mi cuarto de seguro es mi madre a lo mejor me quede dormida.

-madre déjame dormir es domingo

-señorita no soy su mamá

Al escuchar la voz desconocida abro de golpe los ojos, incluso llegue a levantarme quedando en cuatros pies, gruñéndole a una señora de aproximados unos cincuenta años, después de unos segundos me doy cuenta que en realidad no estoy en mi cuarto, menos en mi casa en eso me llegan todas las imágenes a mi cabeza desde que hablaba con Alex más por quien fui secuestrada.

-¿Dónde está Alex?

-el señor esta desayunando, me mando a despertarla

Sin responder salgo del cuarto corriendo en busca del susodicho, bajo las escaleras dando me cuenta que es enorme la casa, llena de cuadros como de ventanas, abro todas las puertas posibles que puedo abrir, hasta que encuentro al desgraciado que me secuestro, al verme se levanta de su maldita silla sonriéndome como si hubiera pasado.

-por fin te despertaste

-quiero volver a la ciudad con mi madre y mi vida

-será imposible

-puedo controlarme en la anterior luna llena solo me transforme un día

-aun así no hay que confiar en tus habilidades

-MALDICION ALEX DEJAME IR

-mujer deja de gritar

-NO QUIERE QUE GRITES ENTONCES DEJAME IRME

-prefiero que grites todo lo que quieras pero no te iras

-eso crees entonces mira

Le digo antes de salir del comedor corriendo, paso por varias puertas más antes de encontrar la salida de la enorme casa, con cada paso que doy la rabia me crece, siento que me voy transformar pero antes de que pudiera salir, se interpone entre la salida y yo, no me importara porque simplemente lo empujo, haciendo que salga volando con puerta y todo, salgo de la casa para encontrarme con varias personas, todas de diferentes edades pero también me di cuenta que no hay niños. Veo que todos me quedan miran con miedo, pero a la vez con recelo puedo sentirlo como también escuchar los que me gruñen, después de todo ataque a su alfa en eso Alex se levanta.

-no pasa nada solo está asustada

-solo déjame ir por favor

Le digo antes de atacarlo con mis garras, haciendo que varias personas se coloquen enfrente para protegerlo, si tengo que atacarlo para que me echen de donde sea que este secuestrada, vale la pena recibir de ellos también algunas heridas, vuelvo hacerlo para ser atacada por varias personas pero ni así me detiene de querer seguir intentando golpearlo. Me gruñen en forma de protección, pero no puedo de tenerme por más que quiera, los ataco a todos después de todo aprendí a defenderme, esquivo algunos golpes, pero también esquive uno que iba directo a mi cara, le sujeto el brazo derecho y con mi mano derecha le agarro el cuello, lo asfixio incluso le entierro mis garras pero sin matarlo, veo que quieren darme una patada, sin pensarlo pongo como escudo al desconocido, me da tiempo de soltarlo darme vuelta dándole una patada en el estómago al otro desconocido, no medí la fuerza que ejercí en mi patada porque lo hice volar por los aire también se me acerca otro, sin dejarle de darle tiempo lo golpeo con mi palma abierta en la nariz.

The White Wolf.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora