Bombocho me regaló un blanco para practicar con mi arco, así que me preparé, confié y al primer intento, dí en el blanco, un tiro de 50 pts.
Atónitos, segumos practicando hasta el añochecer, cuando llegaron mis padres a cenar, me vieron entrar con mi perro, un arco y unas flechas, ambos me quedaron viendo muy extraño, pero yo les dije que me pidieron para la escuela un arco, sólo que acababa de llegar de la tienda de deportes.
Tienda de deportes, aquí nisiquiera hay tienda de deportes, pero mis padres me creyeron así de facil. Luego Sara nos trajo la cena y se fué a su cuarto a ver su novela favorita.
Al otro día, me preparé para ir a la escuela, Bombocho me acompañó al coche, pero el estaba muy nervioso.
-Bombocho, ¿estás bien?
-Claro, solo que tengo un poco de sueño.
-Pero no te vez muy bien, tus ojos están chuecos.
-Esque no...
Luego cuando nos dimos cuenta, Josué nos quedó viendo y Bombocho y yó pulsamos el botón para cerrar la ventanilla chofer-pasajero.
Durante las clases, pensé en los ojos chuecos de Bombocho, Franck, me dijo que eso le pasaba a Bombocho siempre que estaba nervioso, pero cuando está en verdad muy nervioso. Cuando salí a recreo, me asomé por la valla que nos separaba de la escuela, y todos los perros estaban muy nervosos, la razón, no lo sé.
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Los perros también lloran.
Non-FictionEsta historia está basada en mi vida. Los perros, una buena forma de pensar, algunas personas piensan que los perros solo son animales, pero yo no pienso así. Aquí hablaré de la vida secreta de los perros, qué hacen cuando están solos, como les gust...