Los 50 ml de sangre.

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Era Jueves, faltaban sólo 2 días para la llegada de la carga, yo, tenía que conseguir la sangre a como diera lugar, pero no podía hacerle daño a mis víctimas.

-Oye Ricardo!

-¿Que pasa Gabo?

-¿Puedo ir a tu casa a jugar alrato?

-No creo, mis papás no van a estar.

Cuando dijo eso, sentí que era la oportunidad, así que le dije que no había problema, sólo híbamos a jugar con su Xbox.El, me díjo que sí. A las 3:00pm.

Le dije a Josue que me llevara, y me dijo que sí. Así que fuí a su casa, llegando, me recibió con un hola, así que jugamos un rato en su consola, pero luego su hermano dijo que se hiba a entrenar.

Cuando se fué, me dijo que hiba al baño, cuando cerró la puerta, me quité el cinturon, saqué mi varita y dije en voz baja:

-LASSERUM! Y fundí la perilla de la puerta de su baño.

Cuando no podía abrir, yo le dije que se asomara por la perilla, así que cuando asomó su ojo, le lanzé el hechizo de dormir.

Luego, abrí su puerta a empujones, estaba allí tendido en el suelo del baño, saqué una jeringa de 50 ml y se la metí en su cuello.

Luego, lo llevé a la sala, donde arreglé la perilla y lo desperté con un poco de agua.

El, confundido, me preguntó que pasó.

-Mira, lo que pasó es que estabas en el baño, pero la perilla se atoró y te desmayaste del susto.

Luego, me fuí y le llevé la sangre a Paloma.

Los perros también lloran.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora