No sé como comenzó a rondarme tu imagen en la cabeza.
Quizá fue cuando nos encontramos por primera vez aquella serena mañana, a las ocho y cuarto, en la esquina de esa interminable calle.
Yo iba con mis amigas, y tu, acompañado de ese amigo moreno tuyo, sonreías como si fuera viernes.
Entonces, mis ojos se encontraron con los tuyos, y no apartaste la mirada. Pensé que quizás te sentirías incómodo, y que estaba invadiendo tu espacio, pero en vez de eso, seguías observándome. Con paso firme pasaste junto a mi, y me dirijiste un saludo que iba de la mano con una sonrisa.
Decidí entonces que esa esquina, sería mi lugar favorito.
Cada mañana desde aquel día, me levantaba preguntándome si hoy sería como ayer, y como el anterior y el anterior, porque desde entonces, nos veíamos todos los días. Podría sonar ridículo, dos personas que solo se miran y se saludan por la calle, pero en el fondo sabía que existía más historia.
Una tarde, ocurrió lo inesperado.
Un amigo me escribió al móvil, explicándome que un colega suyo quería conocerme. Yo solo pensaba que no quería conocer a nadie, ya que tenía al chico de las sonrisas mañaneras, pero cuando mi amigo, sin saber el trasfondo de la historia, me mandó la foto del susodicho, no lo podía creer.
Me hablaste día tras día y noche tras noche desde aquella tarde. Me contabas tus preocupaciones, tus perezas, tus alegrías y tus anécdotas diarias. Yo esperaba ansiosa que el día comenzara, sabiendo así que te vería.
Me apetecía pensar en ti, imaginar nuestro próximo saludo; fantasear con decirte algo más. Incluso mis amigas, a las cuáles ya no les cabía ni una sola palabra más de ti, comenzaban a conocer todos tus puntos buenos. Estaban tan metidas en mi historia, que incluso a veces nos alejábamos de la realidad.
No quería que llegara el fin de semana, porque era sinónimo de espera, de impaciencia, y de nerviosismo. Pero, todo eso merecía la pena cuando llegaba el lunes, me encendía mi cigarro, y pasabas tú, con tu sonrisa al aire y tu mirada fija en la mía. Entonces mi mente solo divagaba entre las horas que volvían a quedar para verte de nuevo.
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Navegando en mis pensamientos
RomanceProfundizando en mi cabeza, en mis sentimientos, y sobretodo, en mi forma de pensar y percibir la vida. Aquí encontrarás relatos cortos de varios géneros, sobretodo románticos, dramáticos y alguno que otro erótico. Espero que te gusten.