Capítulo 8

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Nadie nos siguió después de eso y mientras nos íbamos ni ella ni yo dijimos palabra alguna. Pensé nos reuniríamos con el escuadrón en la estancia pero no fue así, fuimos directo a nuestra cueva.

-¿Qué te pareció?- preguntó divertida

-¿Ahora estás de buen humor?- respondí extrañado

-Edward, el buen y mal humor no aplican en mí

-¿Entonces?

-Creí que te gustaría más hablar sobre lo que pasó allá arriba

-¿Qué fue todo eso?

-Algo que tendrá consecuencias que no te gustarán

-A decir verdad nunca me ha gustado lo que haces- volteó a verme y un brillo extraño en sus ojos apareció

-¿Estás seguro de lo que dices?- dijo mientras se me acercaba

-¿Por qué?- respondí nervioso

-Umm... tal vez porque nunca te he mostrado lo que puedo llegar a hacer en verdad-colocó su cara frente a mí de manera que nuestras respiraciones se mezclaran

-Creo que eso puedo asegurarlo- ella sólo sonrió ante mi respuesta y sin perder más tiempo me besó. Me besó furiosa, mordiéndome los labios, succionándolos como si quisiera absorber toda su esencia. No supe cómo reaccionar en un principio pero después la tomé de la nuca y profundicé más nuestro beso, mi lengua entró gustosa en su boca en busca de una batalla interminable con la suya. Con el otro brazo la tome de la cintura y me levanté buscando algún lugar donde pudiera recostarla y besarla. Me dirigí a mi cama y la acosté frente a mí mientras me quitaba la playera que llevaba. Regresé a su cuello y lentamente descendí hasta sus pechos besándolos por en medio. Llevé mi boca de vuelta a la suya en busca de más mientras me apoyaba en mis brazos para recargarme y evitar aplastarla.

-Edward- dijo entre susurros mientras la besaba. No podía parar de hacerlo, era como si sus labios me obligaran a volver a ellos. Tan suaves, carnosos, con un sabor dulce y exquisito. Comencé a bajar el ritmo para deleitarme con la sensación de sentir su boca contra la mía, hasta que ella rompió el contacto.

-Edward- susurró con los ojos cerrados- deberíamos parar...- pero no la dejé continuar. Volví a colocar mis labios sobre los suyos cuando sentí como cambiábamos de lugar, ahora ella estaba sobre mí besándome como en un principio, salvaje, furiosa, apasionada, desapareciendo cada pizca de razón y voluntad dentro de mí- no es justo- dijo cuándo se separó de mí- no es justo ni para ti, ni para mí- colocó su frente contra la mía y me senté con ella sobre mis piernas, la tomé de la cara quitando unos cuantos cabellos rebeldes y volví a unir nuestras bocas, pero esta vez con un ritmo más lento, tímido y cariñoso.

-No puedo evitarlo- le dije mientras me separaba un poco de ella- es como si necesitara sentir cada rose de tus labios- pegué mi frente contra la suya y suspiré

-Me gustaría objetar contra eso- sonrió

-Alessa- la llamé con el corazón- de haberte conocido en otras circunstancias, unas más normales, siendo sinceros, habría podido afirmarte que me gustas, en verdad lo haces- abrí los ojos para ver su reacción pero ella sólo se quedó como estaba. Bastaron tres segundos para que ella abriera los suyos y no pude quedar más maravillado de lo que estaba. Habían cambiado de color otra vez pero ahora se encontraban azules con un pequeño círculo verde rodeando la pupila.

-En casos como esos lo mejor es callar lo que uno podría sentir si las condiciones fueran diferentes...

-Tal vez eso sería lo más sensato

Whispers ||Ed Sheeran||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora