BLOOD. ~Jerome Valeska (+18)

Capítulo 5.

¶Narra Beverly¶
Desperté con la molesta luz del día en mi cara, me quejé un poco por el dolor de cuerpo que sentía, cómo desearía no pararme de la cama en todo el día.
Examiné aquella habitación, deseando que lo ocurrido ayer no fuese un sueño, al girar mi rostro a un lado, Jerome ya no estaba, pero sí una nota que decía: "No esperes un beso de buenos días o que te lleve el desayuno a la cama. Tus padres te están buscando, por cierto, que buen sexo el de ayer".
Sexo, así que para él sólo fue sexo.

Tomé la nota con una sonrisa ladina y la guardé en el bolsillo del vestido, todo era una locura, al fin mi tonta y aburrida vida cambiaba. Tomé mis bragas del piso y salí del remolque, necesitaba una ducha urgente.
Cuando llegué a casa, no había nadie, todo era paz y silencio, me desvestí cuidadosamente examinando los moretones en mi cuerpo y las pequeñas gotas de sangre que había en él, no sabía si era mías o de la madre muerta de Jerome.
Me metí en la regadera, el agua caliente y los hermosos recuerdos de sus manos tocando mi cuerpo, era algo tan satisfactorio, amaba su brusquedad, su salvajismo y su locura, tal vez él me llegue a amar a su manera.
Al salir, me sobresalté al ver a mi madre cruzada de brazos, sentada en la cama, como pude cubrí los moretones.

-M-madre...- Exclamé nerviosa.
-¿Dónde estuviste anoche?.- Dijo en tono seco, se levantó de la cama y a paso lento fue aproximándose a donde yo me encontraba.
-Estuve con una amiga, vive aquí en Gotham, la conocí el día en que llegamos, perdón por no avisar.- Traté de no titubear, pero era imposible, estaba muy asustada.
-Niña estúpida.- Sorpresivamente, mi madre soltó una fuerte bofetada a mi mejilla, esta comenzó a punzar de dolor, yo sólo me sobé mientras tragaba saliva para no llorar.- ¿Qué crees que no te vi entrar al remolque de ese chico?, su madre se muere y a ti sólo se te ocurre acostarte con él, pero ya verás cuando tu padre se entere.

Mi madre me dio la espalda y salió del remolque con un fuerte portazo, mis piernas temblaban y me derrumbé en el piso, abracé mis rodillas contra el pecho, comencé a llorar sin control, no me importa que mi padre me haga daño a mí, no quiero que lastime a Jerome...

Me quedé todo el día tumbada en la cama, no podía con el dolor físico, ni con el emocional, sólo esperaba que mi padre no estuviese borracho cuando mi madre le contara, no sé por qué se pone así, bueno, tal vez sí, odia a los Valeska desde que mi padre se acostó con Lila Valeska, repugnante.

Después de un rato de pensar y pensar, caí en un profundo sueño, debí dormir en casa de Jerome, fue una mala idea quedarme ahí.
A las pocas horas comencé a escuchar gritos, ya había oscurecido y aún adormilada, vi que al borde de la cama estaba mi padre, asustada encogí mi cuerpo.

-Ya me ha dicho tu madre lo que hiciste.- Comenzó a desabrochar su cinturón y yo me asusté, no podía permitir que me pegara, pero era débil, nada de lo que hiciera lo convencería.
-¿De qué hablas, padre?.- Y entonces soltó el primer golpe en mi brazo descubierto, las lágrimas comenzaron a brotar.
-Hablo de que eres una maldita zorra, Beverly.- Y soltó otro golpe, esta vez en mi pierna que había enrojecido, yo sólo me puse en posición fetal mientras me azotaba a golpes el borracho de mi padre, mientras mi cuerpo ardía de dolor y de desesperación.

Soltó otro golpe, acertando en mi mejilla, la cuál comenzó a sangrar. Arrojó el cinturón a un lado y con su palma comenzó a golpearme una y otra vez, mientras yo sollozaba y cubría mi rostro.

-¡Papá, por favor para!.- Traté de empujarlo, pero fue en vano.

-Y si esto te hice a ti, no te imaginarás como mataré a golpes al bastardo...

¶Narra Jerome¶
Me encontraba dando un paseo en aquella ciudad, Gotham, todo olía a estiércol y delincuencia, mis cosas favoritas en la vida, caminaba con una radiante sonrisa, a pesar de que estaba un poco enfadado, creí que algo cambiaría después de matar a mi madre, pero todo es la misma basura, a excepción de que Beverly me ayuda a divertirme un poco.

Me di cuenta que justo al costado de la calle en que me encontraba había un burdel de mala muerte, ¿que importa?, no hay muchas cosas importantes que hacer en casa.
Entré al sucio lugar, el hedor a sudor y semen me hizo asquearme por un momento, lo que pasó después lo dejo a su imaginación.
Un par de horas después salí de ese lugar, ya había oscurecido y ni el sexo llenó el vacío que sentía en ese momento, aunque caminando a casa pensé y pensé, lo que quiero en esta vida es que Gotham sepa quién es Jerome Valeska.

Fui a casa, al llegar noté que la puerta estaba abierta, si la tonta de Beverly estaba aquí jodiendo de nuevo juro que esta vez sí la mataría.
Giré el picaporte y entré siendo muy cuidadoso y silencioso, tomé un cuchillo y caminé hacia mi habitación.
Me sorprendí al ver a Beverly tendida en la cama, llorando, se veía demacrada, golpeada por todas partes ayer no fui el más delicado, pero tampoco es para tanto.

-¿Qué te ocurrió?, ¿Por qué sigues aquí?.-dije en tono molesto, ella no se tranquilizaba, sólo sollozaba, rodeé los ojos y me senté junto junto a ella. Putas mujeres sentimentales, si la vida es pura diversión.
- ¿Qué te sucedió?.- Pregunté de nuevo, esta vez con voz dulce. Bev comenzó a balbucear, que desesperación.

- M- Mi padre me golpeó por pasar la noche contigo.- Pausó por un momento.- Me insultó y me dijo que te haría daño.
En ese momento solté una carcajada tan fuerte que su piel se erizó.
-Jajajaja, nadie puede hacerme daño, y mientras estés a mi lado, nadie puede hacerte daño a ti.- "Excepto yo". Dije en mis adentros.- Ese idiota me las pagara.

Beverly sonrió tan dulce, tan inocente e indefensa y toda ella era mía. Yo estaba feliz, esta noche derramaríamos sangre.
--------------------------------------------
¡Hola!, he leído sus comentarios en anteriores capítulos y noto que les gusta la historia, eso me hace muy feliz y me motiva, de verdad son los mejores lectores. Por favor no olviden comentar si les gustó o no, también voten que eso me ayuda muchísimo. ❤️