Capítulo 1.

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¶Narra Jerome¶
Mi nombre es Jerome Valeska, mi vida es muy aburrida.
Vivo en un asqueroso y diminuto remolque con la zorra de mi madre y su amante en turno, sí, cada noche trae a uno diferente. Tengo 21 años, ah, trabajo en un ridículo circo, pero todo esto, esta vida de mierda pronto acabará...

-Jerome, pequeño bastardo... -Escuché a mi madre mientras se acercaba a la habitación. Solté un suspiro y murmuré para mi mismo: "Tranquilo, esta noche la puta pagará lo que te ha hecho".

-Con mirada tímida y asustada alcé el rostro hacia ella.- P-perdón madre, ¿qué necesitas? -Tartamudeé, pude ver que a sus espaldas estaba el chico que vende los algodones, ahora sé para qué quiere sacarme de la habitación, repugnante.

-Lava los trastes, te lo pedí desde hace rato y ni eso puedes hacer, maldito inútil.- Me levanté y rápidamente salí de la habitación, cabizbajo, cerraron la puerta y mientras me acercaba hacia el montón de trastes, escuché a la perra, gemir como tal, efectivamente, estaban fornicando. Suspiré y con una sonrisa de oreja a oreja tomé uno de los cuchillos que se hallaba frente a mí, lo empuñé imaginando cuánto me divertiría con el esta noche...

¶Narra Beverly¶

La vida en el circo no es mala, pero tampoco es la gran cosa, no es divertida y emocionante como todos piensan. Demasiado rutinaria para mi gusto. Tengo 18 años y vivo con mi papá y mamá, ellos son trapecistas y junto con el circo vamos de ciudad en ciudad.
Claro, como toda chica, o eso supongo yo, no es que tenga muchas amigas... Estoy enamorada del chico pelirrojo dulce y apuesto del remolque de al lado.
Y justo hoy, decidí pedirle una cita, nos encontrábamos en Gotham, teníamos la noche libre, así que anhelaba él aceptara.

Dieron las 7 p.m. Busqué entre todos los harapos a los que llamaba "ropa" y encontré un bonito vestido, me puse el labial de mi madre y dudosa di dos golpecitos a la puerta del remolque de Jerome, nadie respondió.
Jalé la manta de la urna donde la Srita. Valeska metía a sus serpientes y sí, ahí se encontraban así que ellos debían estar dentro, presentí algo malo así que toqué una vez más, como no respondieron decidí entrar, grave error.

Me adentré en aquel lugar y caminé por el pequeño espacio, mientras susurraba repetidas veces: "¿Jerome?", "¿Señorita Valeska?". Al llegar a la pequeña habitación vi algo que me horrorizó.

-Dejas de ser señorita si eres tan zorra como para acostarte con todos los hombres del circo.

Era Jerome, tenía el rostro cubierto de sangre, un filoso y brillante cuchillo en la mano y su madre yacía muerta en el piso, él sonreía de una manera tan sádica e inhumana, jamás podría quitar esa imagen de mi mente...

¶Narra Jerome¶

Finalmente, la asesiné y no me arrepiento de nada, más bien digamos que estoy excitado y fascinado, ver a la maldita puta gritar y suplicar, teñir mis manos de la brillante y hermosa sangre es una sensación que sin duda volveré a repetir.

Beverly, la bonita hija de los trapecistas entró sin que me diera cuenta, y lo vio todo. Noté como sus piernas temblaban, como tenía miedo de mí , quiso correr y fue tan graciosa que comencé a carcajear fui detrás de ella y la empujé, acorralando su cuerpo contra la pared, acerqué mi cuchillo a su cuello y con mi mano libre cubrí su boca para que no gritara.

-Dame una razón para que no termines como mi pobre mami...

Hola💜.
Esta es una nueva historia en la que trabajo, basada en él increíble Jerome Valeska, acepto sugerencias y léanla porque les prometo que les gustará, gracias.

BLOOD. ~Jerome Valeska (+18) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora