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Viernes por la noche; las gotas de lluvias eran frecuentes y gruesas, el aire era tan frío que podia congelar los pulmones de cualquier persona.


Sin embargo, en plena goteadera, Jeon Jungkook dedicaba sus pensamientos a la creación de una nueva receta. Acababa de salir de su Instituto de cocina y el proyecto que finalizaba el curso de este año era crear una receta que muestre los sentimientos más profundos o recuerdos más preciados del estudiante.

La lluvia cada vez tomaba más fuerza y lamentablemente el estudiante había olvidado tomar su paraguas, maldecía interiormente al haber dejado tan importante objeto en su hogar; pero de pronto quedó asombrado al no sentir dichas gotas de agua mojando su anatomía, alzo la mirada y se encontró un paraguas siendo sostenido por alguien totalmente desconocido para él, el extraño coloco el objeto en las manos de Jeon para luego ponerse el gorro de su sudadera, luego tomo marcha corriendo dejando al otro confundido. ¿Que fue eso? Se preguntaba el menor.

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Ya en casa, la calidez de su hogar lo recibió, dándole un poco de paz a el chico, quien estaba empapado de agua; agradecía a el extraño que se apiado de él y lo ayudo con el paraguas, quien sabe que enfermedades hubiera obtenido en esa fuerte lluvia. Inmediatamente fue a tomar una ducha caliente, para cambiarse de ropa y preparar chocolate caliente; no dudo en agregarle un poco de chantillí al chocolate, a veces le gustaba lo extremadamente dulce en esas noches frías que tomaban lugar en Seúl.

Prendió el televisor para ver que acontecimientos se alojaban en la ciudad que lo albergaba, pero este no presto atención al noticiero, solo pensaba en la tarea final del ciclo, ¿Como llevaría cabo dicha receta? era lo que rondaba en sus pensamientos, pues recordar los momentos más amenos de su vida era viajar a una habitación vacía, si es cierto que su infancia le traía hermosos recuerdos, creía que los verdaderos momentos hermosos de la vida los encontraría ya en una etapa más madura, quizá en graduación, en la inauguración de su propia cafetería o en un futuro premio como reconocimiento a una receta de su creación. El trabajo definiría su calificación final y sería sin duda un gran desafío que tendría de superar.

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En otro edificio de la ciudad, en otro departamento, se encontraba Kim Taehyung, quien también estaba  completamente mojado gracias a las gotas de lluvia.

El mayor no se arrepentía de haberle dado su paraguas a el chico de sonrisa de conejo, él se sentía feliz de poder cuidar a Jeon. Taehyung conoció al menor cuando su amigo Seokjin le hablo de el, tildandolo de un preciado amigo que hizo en su Instituto, fue por los relatos e imagenes que su hyung le daba a Kim, como el menor se gano su corazón. Pero el mayor nunca pudo acercarse a Jungkook.

Ellos no estudiaban en el mismo lugar, pero la universidad del apodado TaeTae se ubicaba a a unas cuadras más adelante del Instituto de Jungkook y Seokjin. Era hermoso ver a aquel curioso pequeño; porque para Tae, el era muy adorable; cada vez que salia de su Universidad.

Luego de haberse dado una ducha caliente se dirigió a su escritorio. Un gran trabajo de investigación era lo que le esperaba, tomo un sorbo de la taza de café que se había preparado antes de subir a su habitación, pero la flojera le gano, y fue así como se dirigio a la ventana, se sentó en aquel pequeño sofá cerca de está y diviso la lluvia, dejándose llevar por el sonido que emitía esta mientras degustaba su caliente bebida.

Ese encuentro fue el comienzo de una dulce y amarga historia.

Sweet Taste | TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora