Capítulo 3

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Si, después de más de un año me digne a actualizar.

Había olvidado la contraseña de este usuario, y ahora que la recuperé me surgieron ganas de terminar la historia. Y SI, YA SE QUE YA NADIE DEBE ESTAR INTERESADO EN LA CONTINUACIÓN. Pero yolo.

Si llegaste hasta acá es porque al menos una persona está leyéndolo, y con eso estoy satisfecha. Creo que en estos días voy a estar creando una nueva portada c:

En fin, basta de rodeos.

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Mabel se sentó fuera de la cabaña y miró el bosque con una profunda tristeza.

Odiaba a Bill, lo detestaba tanto.

Sentía que ya no podía entenderse a si misma. Se protegía bajo la armadura de una chica alegre e indiferente a todo, pero ella sabía que en el fondo eso era mentira.

Tal vez no era tan diferente a ese horrible sujeto amarillo de tres lados; ambos engañaban por naturaleza.

-Mabel... -Llamó su atención Dipper. -Iré con Wendy a dar un paseo, no me esperes.

La chica sonrió. Por lo menos uno de los gemelos Pines tenía suerte.

Aburrida, Mabel encendió su celular e intentó atrapar señal como pudo. Tenía un mensaje, y era de Pacífica.

Mabel, problemas en la mansión. Necesito tu ayuda. NO VENGAS ACOMPAÑADA.

Ella por un momento reconsideró la idea de simplemente ignorar el mensaje, pero su amable corazón no se lo permitió.

Era de noche cuando Mabel llegó a la mansión. La puerta se abrió sola y parecía que no había un alma en ningún lado.

Narra Mabel

Si está era una broma de Pacífica para dejarme en ridículo, jamás la perdonaría.

Apenas crucé la puerta otro mensaje llegó.

Camina por las escaleras y entra al primer cuarto de la izquierda.

Suspire al ver las extensas escaleras y entré al cuarto, tal como se me había indicado. Otra vez había un nuevo mensaje.

Que obediente. Buena niña.

Miré para todos lados, pero se me hizo imposible ver a Pacífica. Sentía mis manos comenzar a sudar, ya comenzaba a parecerme a Dipper.

La puerta que estaba detrás mío se cerró de golpe, causando un ruido pesado y alarmante que logró sacarme un grito de susto. Me giré para ver la puerta y cuando volví a mirar para adelante Bill apareció, asustandome y provocando una carcajada que se expandía por toda la habitación.

-Pudrete. -Susurre, para luego voltearme dispuesta a salir por donde había entrado.

-Alto. -Dijo Bill dejando de reír y tomándome de la cadera, reteniendome. -Puedo recompensartelo. -Agregó haciendo aparecer un corazón real, aún palpitante y cubierto de sangre. -¿Qué te parece? Puedes quedártelo.

Tomé el corazón entre mis manos, sometiendome a un asco que jamás había experimentado. Las gotas de sangre se escurrian entre mis manos y finalmente conseguí arrojarselo a la cara. Este dejo el rostro de Bill rojo, entre una mezcla de furia y sangre, y automáticamente cayó al suelo.

Traté de tragarme una risita, pero Bill ya lo había notado. Él me tomó con rudeza e hizo aparecer unas cadenas azules que apricionaron mis muñecas.

-¿Qué es lo que te pasa? -Gruñí, intentando liberarme.

Bill hizo aparecer una copa en su mano con un líquido extraño, bebió de él y sonrió.

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⏰ Última actualización: Oct 23, 2017 ⏰

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