26. Skype

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  "Mierda, mierda, mierda. ¡Llegué tarde! ¡Tan tarde!" Es todo lo que Naruto puede pensar mientras corre calle abajo, con su mochila cayendo suavemente de sus hombros y con miedo a tropezarse hasta que llegue a casa. Apenas saluda a su familia y no contesta a la pregunta de por qué ha llegado tan pronto a casa. Él corre escaleras arriba todo lo rápido que puede. Llega a la puerta de su habitación, sin aliento, por supuesto, e ignora el hilo de nervios que se ha posado en la parte superior de su estómago. 

Se adentra en esta y, tras soltar su mochila en el rincón derecho, justo al lado del escritorio, enciende su ordenador, sentándose en la cama desesperadamente. Por inercia -él culpa a los nervios enteramente- arregla su cabello hasta tres veces en menos de cinco minutos, esperando con impaciencia que la se inicie Skype.  

Tras casi cuatro horas de hablar durante bien entrada la noche, cuando Naruto no lo esperaba, Sasuke preguntó si al día siguiente podrían hablar por Skype. Naruto, al principio demasiado desorientado y sorprendido para contestarle, casi gritó que sí aún cuando recordó que Sasuke no podía escucharle. Todo lo rápido que pudo, momentos después, tecleó que sí, que estaría encantado. Hora y media después, se fueron a dormir. O al menos, Naruto lo intentó, pero estaba tan nervioso por el día siguiente que no pudo dormir más de veinte minutos, dejándolo con un estado de pesadez durante todo el día, acompañado de una grandes ojeras. 

No sabía que sería el día de hoy. Quizás solo hablaría por mensajes como siempre, pero a través de Skype. O quizás podría llamar a Sasuke y finalmente escuchar su voz después de tantos meses escribiéndose. O incluso, pero estaba totalmente incrédulo ante ello, podrían hacer una videollamada. Él estaría encantado, e incluso se lo había propuesto una vez al mayor, pero este se negó, alegando que apenas y tenía tiempo, o que no le gustaba la idea de que Naruto lo viese. El rubio no se molestó, pues ya conocía cómo era Sasuke, pero a veces aún seguía un atisbo de molestia en su pecho. 

Por eso hoy era tan importante. 

Porque había surgido de Sasuke la idea. 

Y Naruto realmente se sentía como un niño pequeño encantado ante la idea. 

Eran las cinco y veinte de la tarde, según su reloj. Y aún Skype no había entrado, quedándose pillada la pantalla en un estado de carga que parecía ser infinito. 

¡Y al fin, a la cinco y veintitrés, Skype completó su carga!

En la esquina inferior de la pantalla, haciendo que el corazón de Naruto saltase en un bote que él no esperaba, apareció una ventana pequeña, donde se mostraba el mensaje de: "Sasuke Uchiha está en línea".  

Texts. (SasuNaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora