¡¿Piratas en Konoha?!

Tormenta

El cielo se oscureció de repente dando a entender que pronto llegaria una tormenta, y esto significaba que Sasuke se quedaria mas dias de lo esperado en Konoha, empeorando el humor de cierto peliverde. Zoro estaba entrenando en uno de los campos de entrenamiento, tenia que descargar todo el estres que habia estado acumulando durante esos dias, despues de todo, ver a Sakura pegada a Sasuke cada vez que podia y este correspondiendole no era del todo placentero. Aun no sabia el porque de esos sentimientos, era algo extraño, algo nuevo que aun no comprendia, y no estaba seguro de querer hacerlo.
De repente, un escalofrio recorrió su espalda, y eso solo significaba que algo malo pasaria. Se habia olvidado por completo de lo que les esperaba a el y a sus nakamas en el mar, de los marines y, mas que nada, de Crocodile. Temia desde lo mas profundo de su ser que ese desgraciado descubra donde estaban y mas aun que logre entrar a la aldea, temia por la vida de estas pacificas personas y mas por la de los shinobis que hasta ahora los habian tratado como familia. Decidió dejar de entrenar e ir a buscar a Luffy y a los demas, queria hablar con ellos sobre ese asunto, debian volver al Grand Line antes de que sea demaciado tarde. Se dispuso a volver a la aldea, pero de repente volvió a ver ese puesto de frutas que habia visto cuando salió del campo de entrenamiento, miro al frente y todas las calles le parecian iguales...

Zoro: ¿Hacia donde era?

Habia pasado tiempo desde que el peliverde no se perdia...y para su suerte alguien lo encontró mirando hacia todos lados como un niño que se habia separado de su madre, causando en esta persona una pequeña risita. Se acercó a el y tocó su hombro haciendo que este se diera la vuelta y abriera los ojos de par en par.

Tsunade: (sonrie) Hacia tiempo que no te veia pirata.

Zoro: Lo mismo digo, ¿donde habias estado?

Tsunade: Sali de la aldea para encargarme de algunos asuntos, he vuelto hace unas horas.

Zoro: Hm...ya veo.

Tsunade: ¿Que haces aqui?...no me digas que volviste a perderte.

Zoro: (molesto) ¡Claro que no! Son las calles las que se mueven.

La rubia no pudo evitar soltar una carcajada que se escuchó desde la torre hokage, molestando al espadachin por llamar tanto la atencion y, porsupuesto, por burlarse de el.
Cuando ya se calmó, la ojimiel lo observó unos segundos y lo notó algo...

Tsunade: Has cambiado.

Zoro: ¿Ha?

Tsunade: Tu rostro dejo de fruncirse...¿bebiste sake sin mi cierto?

Zoro: No he bebido aun, aunque ahora que lo dices se me antoja un poco.

Tsunade: (rie) Lo imagine. Pero si no has bebido entonces...¿que es lo que te cambio?...¿o deberia decir "quien"?

El espadachin se sorprendió por la pregunta y ocultó su rostro molesto, dejando notat un leve sonrojo que hizo reir nuevamente a la godaime.

Tsunade: ¡Lo sabia!, ¿quien es?

Zoro: ¿Quien es que?

Tsunade: La persona de la que te enamoraste.

Zoro: (panico) ¡¿Quien dijo que me enamore?!

Tsunade: <Tsundere> No fue necesario. Ahora dime.

Zoro: ¡¿Porque deberia decirtelo?!

Tsunade: ¡Aha! ¡Lo admitiste!

Zoro: ¡Claro que no!

Tsunade: ¡Arg! Ya aceptalo Zoro, no hay nada de malo en enamorarse.

El peliverde frunció el ceño, nisiquiera sabia si lo que sentia era amor, y en el remoto caso de que asi fuera no podia avanzar a mas que una amistad. Sakura no iria con el y el no se quedaria con ella, despues de todo el era un pirata, un espiritu libre en busca de sus sueños, y ella era una shinobi que servia y defendia a una aldea, eran como el agua y el aceite.
No queria decirle nada a Tsunade, despues de todo estaba enterado de que ella habia sido la maestra de Sakura, por lo que no se arriesgaria a que a la rubia se le escapara algo frente a ella. Fue por eso que desvió la vista hacia el suelo negandoce a hablar sobre el tema de nuevo.
Tsunade suspiró y decidió sacar otro tema, pero el pirata se le adelantó.