8 [Maratón 2/5]

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El azabache hizo un apetitoso omelet relleno de tocino, que con su delicioso olor despertó a Mikaela, quien discretamente caminó por la sala hasta llegar a la espalda de su lindo novio, para abrazarlo por detrás.

— Buenos días, Mika.

— Buenos días, Yuu-Chan.

Se dieron su típico beso de buenos días, luego el rubio fue a la sala y ver un poco el noticiero, mientras Yuu servía las bebidas, café con leche para el rubio y jugo de naranja para él.

— Mika, ayudame a llevar las cosas a la mesa — Dijo lo suficientemente alto para que el oji-zafiro escuchara, pero sin gritar.

Luego de acomodar la mantequilla y las demas cosas en la mesa, tuvieron un bonito desayuno, donde, como siempre, hablaban del trabajo de Mikaela y de las incomodidades de Yuuichirō como su asistente.

Fuck me, daddy [MikaYuu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora