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Cuando llegaron al departamento, procedieron a cambiarse, no sin antes tener un "rapidín" para quitar la calentura.

Luego de vestirse, vieron una película juntos, comiendo palomitas de maíz, acurrucados en el sillón.

Cuando la película terminó, Yuuichirō lavó el bowl en donde habían comido el conocido snack. Cuando terminó de lavar, fue al cuarto en donde se encontraba Mikaela pasando canales en la televisión, y hubo un canal que le llamó la atención. Parecía ser de unos chicos bastante parecidos a ellos que eran huérfanos y al parecer vivían en un mundo rodeado de vampiros. Todo muy normal, claro.

Luego de ver ese extraño programa decidieron que era hora de dormir, mañana era día libre y podían salir a la feria que estaba abierta todos los domingos, ahí vendían unos helados riquísimos que conquistaron el exigente paladar del rubio.

...

Al día siguiente amanecieron con bastante energía. Bueno, Yuu amaneció con bastante energía, Mikaela solo quería seguir durmiendo, pues cuando el azabache cayó en los brazos de Morfeo, el oji-zafiro se quedó viendo las dos temporadas de la rara serie de la cual, había descubierto que los protagonistas, fueron separados por un trágico evento, siendo que Mikshela -Que curioso que se llame así el personaje, pues sonaba bastante parecido al suyo- se sacrificó para que Yuishi -Otra vez, que coincidencia- pudiera huir de ese lugar plagado de crueles vampiros. Cuando Mikshela estaba a punto de morir, llego Reishi, la reina vampiro, quien convirtió al rubio en uno de ellos.

Nos fuimos del tema, como decía, Mikaela se quedó enganchado a la serie, por lo que no pegó el ojo si no hasta las cuatro de la mañana, y siendo despertado por Yuuichirō a las siete.

— Yuu-Chan, cinco minutos más, por favor — Rogaba Mikaela a su novio, quien hacía caso omiso a sus suplicas

— No Mika, la feria termina a las diez y no me quiero perder ninguna de las atracciones — Dijo el azabache, para luego pararse de la cama -en donde estaba sentado- y comenzar a vestirse, poniendose un suéter verde militar de lana, unos leggins negros y unos botines al estilo "Rock & roll".

El rubio derrotado decidió cumplir el pequeño capricho de su baby, después de todo no era culpa de Yuu que el se haya desvelado viendo un programa que decir que era extraño es poco.

Procedió a cambiarse, vistiendose con una polera negra y unos jeans clásicos, junto con su confiable chaqueta gris y sus vans color vino.

Cuando llegaron a la feria, el azabache, maravillado, tiraba del brazo de su novio de aquí para allá, pidiéndole en diversas ocasiones dinero para juegos, dulces y snacks raros que al final desechaban porque sabían horrible.

Cuando terminaron de pasear por toda la feria, decidieron irse.

Al llegar al pent-house, el rubio le ordenó al oji-esmeralda que se arrodillara, para, posteriormente, susurrarle al oído.

— ¿No crees que es turno de que yo me divierta?

•∆•∆•∆•∆•

Capitulo extra largo en compensación de no haber actualizado desde el año pasado.

Espero que les haya gustado <3

Bye bye zanahorias vampíricas :3

Fuck me, daddy [MikaYuu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora