Odioso - Shawn Mendes

9

—— Gracias por ayudarme —— dijo rascándose la esquina de su ojo.

—— De nada, si no fuera por mi de seguro quemarías la cocina —— digo cortando la lasagña en trozos.

—— Es verdad —— ríe —— ¿Te gustaría comer conmigo? —— dice llamando toda mi atención.

—— ¿A-ahora? —— tartamudeo.

—— Si no quieres pues lo entiendo, pero si...—— lo interrumpo.

—— Si quiero comer —— sonrío.

Sirvo dos platos y le ordeno a Shawn que lleve vasos y jugo de china.

—— Perdón por lo de la otra vez —— lo miro confundida y el sigue —— Por lo de mis amigos.

—— Oh, no te preocupes. No pasa nada —— digo.

Comemos en silencio, pero uno cómodo.

De verdad que la lasagña quedo riquisima. Y se que a Shawn también le gusto porque solo se lambe sus labios seguido.

El sonríe cuando me ve mirándolo y me contagia su sonrisa.

Nos levantamos a la vez para llevar los platos al fregadero y así dejar todo limpio.

—— Nagely —— dice Shawn y yo me giro. Pero di el giro tan rápido que el me tuvo que coger por mis codos para no caerme lo que significa que estamos tan cerca que puedo ver el hermoso color de sus ojos.

—— ¿Q-que? —— digo pero se me nubla la mente cuando veo que posa sus ojos en mis secos labios.

El fija su vista en mis ojos para luego bajarla a mis labios, los lamo por nerviosismo.

—— No hagas eso —— dice con voz ronca.

—— ¿El que? —— mira mis labios.

—— No lamas tus labios —— dice.

—— ¿Porque no? —— digo alzando la ceja.

—— Porque me dan ganas de hacer esto —— antes de que saliera una pregunta de mi boca me besa.

Me besa.

Shawn me esta besando y yo le estoy respodiendo el beso.

¿Por qué? Ni yo lo se, solo estoy disfrutando los poco segundos que dura el beso.

—— Wow —— digo poniendo mi mano en mis labios.

Shawn se queda de piedra cuando se da cuenta de lo que ha echo y sale de la cocina sin decirme o explicarme nada.

Termino de lavar los platos yo sola y cojo mi cartera para irme de alli.

Pero siento la necesidad de despedirme de Shawn.

Subo las escaleras hasta dar con su cuarto.

—— ¿Shawn? —— toco la puerta tres veces.

—— Pasa —— dice.

Entro a su cuarto y lo veo organizado para ser de un nene.

—— Emm..—— olvido para que vine.

—— ¿Emm..? —— levanta sus cejas.

Lo miro y me acuerdo a que vine.

—— Ya me tengo que ir, solo quería decírtelo. Adiós —— digo dándome la vuelta pero antes de salir escucho que me llama.

—— ¿Si? —— respondo girando hacia el.

Pero choco con su cuerpo.

—— Se te olvido darme esto.

Y vuelve a besarme, dura lo suficiente como para que ambos nos quedemos sin aire.

Sonríe y me da un último beso para volver a su cama.

Gran despedida que me da, eh.

Salgo de la casa con una sonrisa de oreja a oreja y no puedo creer que mi jefe me haya besado.

Estoy confundida y no quiero empezar a crearme ilusiones.

Hoy supe que Shawn puede ser un gran hombre si se lo propone. Entendí que cuando esta con sus amigos esta sintiendo la presión de grupo.

El hombre que hoy me beso es el verdadero Shawn. No el que menosprecia ni el maleducado. Es el atento y humilde hombre que hoy tuve el privilegio de conocer.

Suspire llegando a casa y sabia que el beso de hoy iba a ser parte de mis sueños.

Ni siquiera me quite la ropa que traía puesta y cai en un profundo sueño.

***

—— Shawn deja de chavar —— digo enojada.

—— No-oh —— dijo moviendo sus cejas de arriba a abajo.

Desde que llegue a la mansión hoy Shawn solo se ha dedicada a chavarme la vida.

No me deja terminar mi trabajo porque solo se la ha pasado molestando.

No hay nadie en la mansión y el solo anda detrás de mi.

—— Necesito terminar —— digo apunto de meterle con el palo de la escoba.

—— Si me das un besito —— pone boca de pato.

—— ¿Si te lo doy, dejaras de molestar? —— asiente.

No dudo mas y uno sus finos labios con los mios. El beso va suave y tranquilo. Sin necesidad de sobrepasar el limite. Desde la primera vez que nos besamos, no hemos podido parar de hacerlo.

Somos como imanes que no pueden estar sin tocarse en este caso darse un beso.

Cada vez que pasa por mi lado trata de conseguir un beso a escondidas de todos. Aveces lo hace a propósito ganándose un escobazo en la cabeza.

—— Ahora si, te dejo —— y se va dejándome con una sonrisa.