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—— ¡Sirvienta! —— gritan los amigos del joven Shawn.

—— ¡Sirvienta! —— repiten y escucho como se ríen.

Desde que llegaron no han dejado de hacerme la vida imposible. Y ni se diga de esas mujeres "modelos" que se ríen también.

—— ¿Que desean, jóvenes? —— digo poniendo mi mejor cara.

—— ¡Hazme almuerzo! —— grita uno de ellos —— Así es como se trata a las sirvientas, Shawn.

Shawn lo mira divertido.

—— Ya escuchaste chacha —— dice exagerando la boca cuando dice "chacha"

—— Lo que ordenen —— asiento —— En seguida se los traigo.

Le digo a Sofia si termino y sigo limpiando el piso.

El balde de agua que tenía se viró por "accidente".

Un accidente con nombre.

Shawn.

—— Ups —— dice llevándose la mano a la boca —— Creo que debes limpiar eso, sir-vien-ta —— dice mientras sus amigos se empiezan a reír.

Muy gracioso ¿no?

Le hubiera partido el palo del mapo en su cabeza, pero necesito el dinero.

—— No se preocupe, joven —— digo —— Fue un accidente —— digo para creermelo.

El ríe y se va.

Nunca había visto esta cara de Shawn. El que se cree superior a todos por mandar aquí. Nadie se merece que lo traten como el lo acaba de ser conmigo. Nadie se merece sentirse inferior a los demás. Todos somos iguales, no importa tu estatus social. A las personas se tratan con respeto, claro si te respetan a ti. Esa actitud que tuvo Shawn me deja saber que el es otro presumido más a la lista.

Limpio el desorden y vuelvo a la cocina.

*

Hoy el día fue sumamente cansado.

Los amigo de Shawn no pararon de darme ordenes en todo el día.

Todos divirtiéndose como si yo fuera el payaso y ellos los niños rebeldes.

Estuve a punto de gritarle a uno que calentara su comida el solo, pero tuve que morder mi lengua para no decir lo que tenía en mente.

Y de seguro chas chas de patitas a la calle.

—— Mami —— pegué un brico —— Me asustaste —— dije viéndola sentada en el sofá.

—— Vine a visitarte, Nagely. Ya que tu no visitas a uno —— dijo y rodé los ojos.

—— Bendición, he estado muy ocupada, la hija de mi jefa se enfermo —— dije.

—— Dios te bendiga, ¿ahora eres enfermera? —— dijo con actitud enojada.

—— ¿Que te pasa? —— dije.

—— Pasa que si tu hubieras estudiado algo no estuvieras pasando por eso —— la mire confundida —— Hubieras sido una profesional no estuvieras de sirvienta.

—— ¿Te molesta que sea sirvienta? —— dije sentandome.

—— Me avergüenza, Nagely —— dijo.

La mire sorprendida.

—— Es un trabajo como cualquier otro, no estoy ni robando, ni vendiendo drogas ni estoy consiguiendo dinero fácil —— dije enumerando las cosas con mis dedos —— Me estoy ganando ese dinero con esfuerzo y paciencia —— dije acordándome de Shawn —— Es un trabajo digno y honrado ¿y te avergüenza?

—— No voy a hablar mas del tema, y mejor me voy —— dijo saliendo sin despedirse.

Vaya.

*

Hoy tenía la mansión para mi.

Los jefes estaban de viaje, Alondra estaba con Sofia de compras, Peter con sus amigos y Shawn pues ni idea.

Desde que paso ese día con sus amigos no volvimos a hablar.

Busque la escoba y empecé a limpiar, al cabo de una hora había terminado de limpiar los baños, lavar y doblar la ropa, y todo lo demás.

Sofia me dijo que cuando terminara me fuera para mi casa así que voy al armario y me cambio el uniforme.

Poniéndome un pantalón corto y una camisa color vino.

Salgo del armario y doy un brico cuando veo a Shawn en la cocina.

—— Joven, me asusto —— digo llevándome la mano al pecho.

El dio un brinco.

—— No sabia que había alguien aquí.

—— Ya estaba por irme —— digo mientras lo miro tratando de prepararse algo —— ¿Necesita ayuda?

—— ¿Crees que no puedo solo? —— dice a la defensiva.

Subo mis manos a modo de rendición y me dirijo a la puerta.

—— Nagely... —— de solo pronunciar mi nombre me entran escalofríos —— Quizás necesite un poco de ayuda —— dice y aun dándole la espalda sonrío.

—— ¿Que era lo que quería hacer, joven? —— digo acercándome.

—— Solo Shawn —— dice rodando los ojos —— Quería preparar una lasaña para la cena.

—— Bien.

Le dije cada ingrediente que necesitaba, y el proceso para llevar a cabo.

—— ¡Shawn! —— grito —— Yo barrí el piso, deja de tirar queso —— dije cuando empezó una mini guerra de comida.

—— Es mi cocina —— dijo marcando el «mi»

—— Pero tu no limpias —— dije escondiéndome.

—— Pero...—— fingió pensar —— Tu si —— río.

La cocina quedo echa un basurero por culpa nuestra.

Yo no me iba a quedar atrás y le tire salsa y pasta.

Me gustaba este Shawn, el que no le importaba compartir con alguien como yo: una sirvienta.




Odioso - Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora