11

17 0 0
                                    


—— ¡Shawnnnn! —— grite cuando me empujaba al río.

Odiaba tirarme, odiaba el hecho de que cuando lo hacia siempre me decían "Nage, te pegaste mucho a la piedra pudiste darte un golpe" y cosas por el estilo. Por eso nunca me tiro y al saber que Shawn me empujo me aterra. Dios, no llego a la superficie.

Siento que mis manos pesan al igual que mis pies por el susto.Trato de nadar pero me es imposible.

¡Me estoy ahogando!

Sentía como el oxígeno no llegaba a mis pulmones, algún día iba a morir pero no ahogada ni tampoco hoy.

Antes de quedar inconsciente siento unos manos tocar mis axilas y jalarme. Pude observar la cara de Shawn asustado.

—— Nage, ¡Nagely! —— dijo dándome palmaditas en los cachetes —— Reacciona por favor —— dijo.

Me aclaro la garganta y empiezo a abrir mis ojos acostumbrandome a la claridad.

—— ¿Ya morí? —— pregunte tosiendo.

—— Dios —— Shawn suspiro aliviado —— Me asustaste, Nage —— me abrazo —— ¿Acaso no sabes nadar?

—— Se nadar bobo, pero no me gusta tirarme. Me entra un susto por el cuerpo que...uf —— trato de explicar pero ni yo misma se que siento.

—— No volverá a pasar —— sonríe y pequeñas gotas de su pelo caen en mi cara causando que cierre mis ojos.

—— Te ves lindo —— se sonroja.

—— No mas que tu —— susurra y me da un pequeño beso.

Nos levantamos pero antes de que se percatara de mi lo tire al agua.

—— ¡Pato al agua! —— dije empujándolo.

Reí y el salio para correr detrás de mi.

—— ¡Esa no me la vi venir! —— grita.

—— ¡Noo! —— rió y el me alcanza abrazándome la cintura.

Me da un beso en la mejilla y me dice que ya es hora de volver.

Hoy empezaba nuestra estadía en la cabaña. Digamos que no tuvimos un gran comienzo ya que por poco moría pero para eso tengo a Mendes; para salvarme.

La cabaña tiene un cuarto (con dos camas, quiero aclarar) un baño, una cocina y la sala.

Es algo pequeña pero una hermosura.

Ya listos y bañados salimos a caminar.

—— ¿Que color es tu favorito? —— pregunta interesado.

—— Mmm...—— lo pensé, la verdad es que siempre cambiaba de color pero le respondería con los que me gustaban en este momento —— Por ahora: azul, gris y rosa —— enumere con mis dedos.

Le hice la misma pregunta y el contestando con un simple azul.

—— ¿Hermanos? —— asentí —— ¿Cuantos?

—— Uno —— respondí —— Se llama Alan, es mucho mayor que yo. Vive en Puerto Rico junto a su esposa e hijos —— sonreí recordando a mis hermosos sobrinos.

—— ¿Eres puertorriqueña? —— pregunto.

Asentí. —— Y con mucho orgullo —— dije sonriendo.

—— La verdad que no sabia, creí que eras gringa —— dijo riendo.

—— Me mude aquí cuando tenía quince años, así que llevo bastante tiempo —— dije.

Amaba a Puerto Rico con locura. Sin duda uno de los mejores lugares para vacacionar. Por problemas económicos nos vimos obligados a "brincar el charco" y mudarnos.

—— ¿Has tenido novia? —— la pregunta se me escapo.

—— Sip —— rió —— Por montones, pero ahora solo estoy concentrado en alguien.

—— ¿Se puede saber quien? —— quise saber si se refería a mi.

—— Claro, esta hablando ahora conmigo. Poniendo una expresión de "esperanzada" para que diga su nombre —— se burló.

—— ¡Ey! —— me queje.

—— Si te picas... —— lo interrumpí.

—— Es porque ají comes —— concluí mirándolo.

—— Exacto —— entrelazamos las manos y nos fuimos a mirar el hermoso atardecer que minutos antes estábamos ignorándolo.

Me sentía feliz por una extraña razón. Me gustaba Shawn pero sentía que yo no era lo suficiente para el. Suspire.

—— ¿Como es?

—— ¿Como es que? —— pregunte confusa.

—— Puerto Rico —— contesto.

Sonreí —— Hermoso, Puerto Rico esta lleno de colores. Me encantaba pasar por los flamboyanes, Dios era hermosos. Me encanta el hecho de que en cualquier lao' encontrarás un río. Me encantaba que casi nunca llovía siempre hacia el tiempo perfecto para ir a la playa. Pero lo mas que me encantaba era ir de chinchorreo algunos domingos. Siempre salíamos con la familia a dar una vuelta por la costa —— dije recordando viejos tiempos.

—— Me dan ganas de ir —— dijo sincero.

—— A mi también —— suspire.

—— Te prometo que algún día iremos, los dos, juntos —— besa mi mano y yo le sonrio con sincera emoción.

Quisiera ver a Shawn rojo por haberse quemado en las playas del trópico.

Ni un bloqueador solar lo tapara de los potentes rayos solares. Y creo que no aguantaría la calor insoportable que se mete por las tardes.

Odioso - Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora