Habían pasado 2 semanas desde el incidente en la habitación de Yoongi. Nunca se habló del tema y, aunque ambos hayan tenido sus dudas, también sacaron sus propias conclusiones y llegaron a un acuerdo mutuo sin haber siquiera hablado.
Yoongi llegó a la conclusión que el estrés del momento lo hizo enloquecer, y el tenerlo a Jimin molestándolo no lo ayudó a guardar cordura alguna. Tal vez el de cabello plateado reaccionó de esa manera al no saber cómo actuar ante los movimientos de Yoongi. Al fin y al cabo Yoongi no quería arruinar su amistad así que se auto-obligó a mantener cierta distancia hasta que esos recuerdos se dispersen.
Park Jimin llegó a la conclusión de que Yoongi sólo quería molestarlo, alguna especie de venganza graciosa hacia el menor por interrumpir sus estudios. Podríamos decir que también se dió cuenta de que, tal vez, sentía algo más que amistad por Suga, pero lo negó inmediatamente. Justificando sus reacciones nerviosas debido a que "hacía frío". Iba a mantener la suficiente distancia como para no estropear la amistad, y que nada quede incómodo.
Aunque su reencuentro no había sido incómodo, no tanto como se lo esperaban.
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El día siguiente al incidente se encontraron por casualidad en un parque público, estaban frente a frente por lo que fueron obligados por el cruel destino a saludarse. Ambos habían quedado en completo silencio, con todo lo que querían decirse en la punta de la lengua. Ninguno hacía contacto visual, Yoongi estaba atentamente mirando el cielo, viendo las nubes. Mierda, las nubes no lo ayudaban a no pensar en Jimin y su cabello esponjoso y blanco. Pasó su mirada a los árboles.
Park Jimin miraba el suelo como si fuera la cosa más interesante del mundo.El primero en abrir la boca fue Yoongi, quien la cerró al instante cuando sintió cómo alguien le derramaba un líquido pegajoso en su pantalón, seguido de ser empujado bruscamente contra una señora que malinterpretó la situación y le pegó con su bolsa en la cabeza, llamándolo "Adolescente desubicado".
Dos niños habían pasado corriendo como tornados, uno de ellos derramó su helado sobre los pantalones negros darkis de el mayor, el otro niño pasó empujando a todo y a todos con tal fuerza para hacer que Yoongi vaya a tropezar con una anciana. Las risas de Jimin fueron escuchadas por todas las personas que se encontraban en el lugar.
-Lo siento anciana, un niño me empujó- Se dió vuelta Yoongi para mirar de frente a la señora, intentando mejorar la situación, aunque obviamente la empeoró por su falta de trato hacia mayores.
-¿A quién llamas anciana? No llego a los 70 aún, malditos adolescentes de ahora que no hacen más que causar alboroto.- Decía la señora con el ceño fruncido y los brazos cruzados, ofendida totalmente. Yoongi escuchó la risa contenida de Jimin tras su espalda.
-¿A partir de los 50 no se entra en periodo de vejez?- Dijo Yoongi totalmente serio, como un alumno de primaria preguntándole el resultado de una suma a su maestra. La señora puso su mejor cara de horror, alzando su bolso nuevamente con un tonto intento de amenaza.
-¿Estás loco? Tengo 68 y parezco de 20, no sé a quién le dices anciana.- Alzó la voz la anciana mostrando su dentadura postiza.
-Ah, no, usted tiene muchas arrugas y una dentadura postiza... creo que la crema que utiliza no le está favoreciendo, recomiendo que la cambie- Dice Yoongi sonriendo con orgullo, satisfacido por creer que había hecho su buena acción del día. La anciana estaba perdiendo la cordura, se descruzó de brazos para tocarse el rostro. Jimin aún riéndose, quiso intervenir para que su amigo deje de hacer el ridículo. Agarró por detrás los hombros del mayor con sus manos y se paró de puntitas de pie para asomarse. Apoyando su cabeza sobre el hombro del mayor. -Disculpe señ... mujer sumamente joven, mi amigo no tiene tacto, ya sabe, está en el periodo de rebeldía en donde se la pasa haciendo esa clase de chistes- Comentó Jimin como si estuviera hablando de su hijo, alzando la mano para darle un poco más de drama y fingir preocupación.
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Stars ➵ yoonmin
FanfictionPark Jimin pasaba sus largos y agotadores días junto a su madre depresiva, un padre difunto y su pequeño -gran- problema. Sufría Síndrome de Stendhal. Nunca creyó que aquel chico que lo había salvado de aquel pequeño infierno también se encargaría d...