Parte 2

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Oscar, mientras se decidía entre llamar o no a María, recibió una llamada. Cuando vio en su teléfono móvil que era su madre, un mal presentimiento se le vino a la mente en aquel preciso instante. Él contestó la llamada y, tras escuchar lo que su madre le acababa de contar, su teléfono cayó al suelo. La tristeza y la rabia le comían por dentro. Su madre le había dicho que su hermana pequeña, Carmen, había tenido un accidente y que estaba en el hospital, en coma, y que no sabían si despertaría o no.

Tras asimilar lo ocurrido, Oscar se agachó al suelo para recoger su teléfono, pero se dio cuenta de que no funcionaba debido al impacto que había sufrido cuando este se le cayó. Se dio prisa en conseguir el primer taxi que pasara para ir al aeropuerto, coger el primer avión que saliera y regresar a Madrid para estar con su hermana. Durante todo el trayecto desde el centro de Barcelona hasta el aeropuerto solo podía pensar en dos cosas: en su hermana y en María. Al perder su teléfono no podía llamarla, porque su móvil no funcionaba y no se sabía el numero de memoria. Él pensó que, cuando llegara a Madrid y estuviera su hermana algo más recuperada, compraría un nuevo móvil y llamaría a María.

Pasaron un par de meses hasta que Carmen abandonó el hospital. Tanto los padres de esta como su hermano, Oscar, estuvieron pendientes de ella en todo momento, haciéndole compañía y demostrándole lo mucho que la querían. Carmen había pasado un largo tiempo en el hospital, alejada de su gente y de su ambiente, recordando poco a poco todo aquello que había olvidado.

Cuando todo volvió más o menos a la normalidad, Oscar recuperó su puesto en su negocio, ya que había pedido un permiso para estar con su hermana. Fue entonces cuando intentó recuperar su teléfono y, con ello, todos sus contactos. Al finalizar el día, volvió a casa para reencontrarse con sus padres y con su hermana y, tras cenar todos juntos, se dirigió a su habitación con un único fin: contactar con María.

Oscar se tumbó en su cama, encendió su nuevo teléfono móvil y conectó la tarjeta en la cual se encontraban todos los contactos y, entre tantos otros, se hallaba el de María. Pensó durante algunos minutos cual sería la reacción de María, qué le diría, qué pensaría después de tantos meses... Sin embargo, tenía tantas ganas de escucharla que la llamó. Fueron 2 las llamadas que Oscar realizó y, sin obtener respuesta alguna, se puso el pijama y se echó a dormir con la esperanza de recibir una llamada de vuelta de María.

Al día siguiente, nada de lo que él había pensado ocurrió. En su teléfono no había ninguna llamada perdida, por lo que María no le había llamado. Dejó que pasaran unos días y lo volvió a intentar, sin obtener respuesta. En su cabeza, empezaban a aparecer pensamientos que no le gustaban, como el simple hecho de que María le hubiera olvidado o que estuviera conociendo a otra persona. Sin embargo, algo ocurrió que le hizo pensar que resolvería ese misterio muy pronto. Su jefe le había dicho que tenía que viajar a Barcelona en 2 días, por lo que Oscar pensó que iría a visitar a María a su piso.

Esos dos días pasaron muy lentos para Oscar, que estaba impaciente por llegar a la ciudad condal para dirigirse a casa de María. Tras terminar su jornada laboral, cogió el metro y fue hacia el centro de Barcelona, donde vivía María. Al llegar a su portal, los nervios y la incertidumbre se apoderaron de él, pero tocó al timbre. María respondió y, tras saber que era Oscar, le invitó a subir.

Oscar subió andando y, por fin, vio a María. Se saludaron con dos besos muy fríos, ya que ella parecía estar algo enfadada y molesta con él. Cuando estuvieron ambos sentados en el confortable sofá de María, Oscar le relató todo lo sucedido. María estaba perpleja, muy afectada y sintiéndose culpable de no haberle llamado en aquellos duros momentos, pero ella no sabía nada de aquella situación. Cuando ambos estuvieron más tranquilos, Oscar confesó que quería estar con ella, que sus sentimientos eran muy profundos y le propuso que volvieran a estar juntos. Sin embargo, a María le surgieron muchas dudas al respecto. Ella contó que estaba conociendo a otro chico desde hacia algunas semanas y que necesitaba un tiempo para pensar y, aunque Oscar aguantó el llanto, no pudo evitar echarse a llorar cuando abandonó la casa de María. Ahora sería él quien tenía que esperarla, respetando el tiempo que ella le pidió y sin contactar con ella, lo que sería muy duro.

Pasaron dos semanas y María ya había tomado una decisión al respecto: quería estar con Oscar y darle una segunda oportunidad. Por ello, quiso viajar hasta Madrid para darle esa noticia y, de ese modo, estar con Carmen para ver que tal se encontraba. Tras un largo viaje, llegó a su puerta y, cuando Oscar contestó y escuchó su voz, bajó corriendo las escaleras y ambos se besaron con mucho sentimiento. Aquello era, desde hacía mucho tiempo, un amor incondicional. 

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⏰ Last updated: Oct 25, 2017 ⏰

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