Mafia

Capitulo 20: Amenaza

Lo siento por no haber subido todo este tiempo e estado muy liada con mil cosas, este capitulo es muy corto pero prometo que en la noche subire otro para compensarlos. Espero que lo disfruten gracias por sus comentarios me encantan.

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Alexssa

Mis ojos se abrieron lentamente, acostumbrándose a la luz que no me dejaba dormir, enfoque mi vista y vi paredes blancas, un gran ventanal, un sofá al lado de la cama, una puerta en donde supongo que hay un baño, me senté en la cama con dificultad

“Estoy en un hospital”

Mire que tenia la estúpida bata típica de hospital y la levante, todo mi abdomen estaba vendado, volví a acostarme en la cama y mire hacia la ventana, ya era de noche, los recuerdos y las imágenes de lo que sucedió llegaron rápidamente a mi mente dándome un molesto dolor de cabeza, la puerta se abrió y vi a mi madre entrar.

Al notar que estaba despierta vino corriendo y me abrazo, beso mis mejillas y luego me miro a los ojos, los suyos estaban llorosos

- Estoy bien mamá- dije limpiando una de las lágrimas que caía por sus mejillas 

- Mi niña no sabes lo preocupada que estaba- dijo con voz rota, lo la traje a mis brazos

- No pasó nada mamá- dije calmándola

- Estuviste desaparecida más de 24 horas e inconsciente dos días, claro que pasa algo- dijo llorando

- ¿Qué?- pregunte confundida

- Has estado todo estos días inconsciente cariño, perdiste mucha sangre y la bala aún estaba en tu cuerpo por lo que tuvieron de llevarte a quirófano- explico mi madre calmándose un poco

- ¿Dos días?- pregunte sin creerlo

- Lo bueno es que ya despertaste- contesto ella acariciando mi cabello

- Recuerdo todo algo confuso- dije aun con el dolor de cabeza

- No pienses en nada cariño, aun estas muy delicada, el doctor dijo que fue un milagro que te salvaras- contesto mi madre, iba a preguntarle más cosas pero la puerta se abrió nuevamente

- Buenas noches- dijo un hombre castaño con una bata, esta obvio que era mi medico

- Buenas noches doctor- respondió mi madre con una sonrisa

- ¿Cómo está mi paciente?- pregunto acercándose

- Me duele la cabeza- conteste mientras ponía una pequeña linterna en mis ojos

- Te daré algo para que se te quite- respondió amablemente- ¿Podrías subirte la bata para revisar tu herida?- pregunto mirándome

- Si- dije algo dudosa

Sube la estúpida bata, el doctor quito las vendas y luego las gasas, tenía una pequeña cicatriz cubierta de puntos que media unos cuatro centímetros cuando mucho, él hombre me aplico una crema, cambio las gasas y volvió a ponerme la venda

- Todo está bien- dijo él con una sonrisa

- ¿Cuánto tiempo voy a tener que estar aquí?- pregunte acomodándome la bata

- Solo un par de días para asegurarnos que estés bien, casi nadie puede sobre vivir con tan poca sangre como la que tú tenías en tu cuerpo cuando llegaste- dijo mirando unos papeles que estaban en la mesa