La cruel y fría oscuridad de la noche se apoderaba de la calma y las dulces mezclas de colores anaranjados que presentaba el atardecer. Todos los habitantes de la región al notar el anochecer que comenzaba a abrirse paso en el lugar. abandonaron sus labores, corrieron despavoridos hacia sus hogares y se encerraron con pestillo en sus refugios a esperar que el día siguiente volviera con nueva y perforante luz. Pero hasta entonces esperarían que la noche pasara.Los demonios estaban al acecho, aprovechaban la oportunidad de la cegadez que tenían en las noches, salían a disfrutar de la libertad. disfrutaban bandalizando el lugar. o sentir el bello aire en sus rostros mientras alzaban vuelo en la infinita oscuridad de la noche.
Todos los aldeanos estaban aterrorizados. los seres de el averno estaban afuera de sus mismísimas puertas, esperando con ansias que salieran y pudieran hacer lo que quisieran con sus míseros cuerpos, destruirlos, atacarlos, destrozarlos.
Bueno, o eso creían los humanos.
La realidad era muy distinta. los demonios no deseaban que corriera sangre humana. tampoco querían matar ni atacar a cualquier ser inferior. si bien no tenían buena reputación con su actitud, no presenciaban un alma oscura o maldad pura en sus adentros.
Sólo querían ser libres, tener el gusto de hacer lo que quisieran, a la hora que les plazca, ser admirados como lo eran los ángeles. Persibir lo que era el reconocimiento. amor, algo que no sea odio. Pero era inútil, por más que intentarán siempre serían unos villanos, los malos de la historia, crueles hasta los huesos, malvados.
Y los ángeles, siempre perfectos, buenos, amados, respetados. Los seres de la bondad eran los que salían de día y ayudaban a las personas con buenas acciones.
O eso creían todos.
Los ángeles solo buscaban libertad, como la tenían los demonios. Esclavos a lo perfecto, a las perfectas acciones, dulces pensamientos, esclavos a ser seres vacíos sin personalidad. Eso no ocurría con los seres endemoniados, ellos eran libres en las noches, podían pensar y hacer lo que quieran.
Dos seres que se odiaban mutuamente, pero no pensaban que buscaban las mismas cosas que el otro, ¿Qué pasará si hay un amor entre ellos?.
ESTÁS LEYENDO
El Príncipe De Las Tinieblas
FantasyLa primera palabra con la que ella nació, Su primer anhelo, su deseo más profundo, la esperanza con la que se levantaba cada día; la libertad. Deseo de poder explorar el cielo con sus propias alas, y tocar con sus manos ese hermoso color azul que pa...