Conociéndote 1/3

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Suspiro tranquila mientras estoy dentro de mi estanque lavando mi suave pelaje blanco... Ayer luego de salir del centro de pruebas el macho llamando Diabal se me quedó viendo como lo hace un depredador con su presa.

El hecho de recordar nuevamente eso hace que me erice de ansiedad, no se porque me mira así o del porque desde que nos vimos por primera vez no dejaba de verme. Eso me es algo extraño en verdad...

Salgo del estanque para sacudir mi pelaje quitando cualquier rastro de agua... Escuchó una puerta ser abierta y veo que es la que conduce a la plaza de las hembras gruño en disgusto pero debo ir ya que le prometí a papá que trataría de hacer al menos amiga de las caprichosas hembras...

Camino en dirección hacia la pequeña puerta que es de mi tamaño para caminar en linea recta hasta entrar a un valle extenso de verde pasto, grandes árboles, un gran estanque con suficiente agua y un gran espacio con una gran variedad de carne designada para cada una, la mía siempre esta bajo llave por medio de sensor de huella dactilar. ¿Porque? La carne con la que me alientan es de venado y antílope...

Papá es estricto con mi alimentación debido a que esa carne hará que obtenga un buen contenido de grasa que se mezcla con mi leche al momento de alimentar a mis crías y las hembras bueno ellas quieren de mi carne para lo mismo pero no se la dan.

Empiezo a sentir varios olores diferentes que proviene de diferentes direcciones, gruño yendo hacia el lugar de mi comida poniendo mi pata en el sensor provocando que abra la puerta de cristal que la protege. Empiezo a comer con calma mis alimentos sintiendo la presencia de las 450 hembras que hay en la instalación... Si y lo más loco es que hay 670 machos y hay varias de ellas que las ponen con dos o tres machos a la vez algo muy loco.

-Pero miren quien esta aquí... Es la consentida del director - dice Amber la zorra mayor.

Amber es la hembra número 1 de las instalaciones, su número en concebir cachorros es de tres a cuatro, tiene más de 30 años y es una arpía de la grande... Especie tigre.

Sigo comiendo mis últimos trozos de venado antes de cerrar la puerta de cristal que protege lo que ha quedado de mi alimento. Lamo las almohadillas de mis patas para lamer parte de mi hocico que esta lleno de sangre.

-Sabes es una pena saber que aún hueles a leopardo pura... Es un asco seguir así de infértil sin ni siquiera probar a un exquisito macho que te llene completa hasta quedar en preñes - dice cínica.

Termino de lamer dejando limpio mi hocico para luego hacerlo con mi pelaje que tiene varias manchas de sangre... Antes de poder continuar siento que un cuerpo se abalanza contra el mio provocando que caí al suelo, veo la causa de mi caída viendo a Amber encima de mi gruñendo me con fuerza.

La furia crece dentro de mi seguido de darle un fuerte zarpazo en su cara sacándole algo de sangre. Me levanto de un ágil movimiento viendo como Amber se queja por mi zarpazo para luego verme con odio puro en su mirada. Le gruño para que retroceda pero no lo hace y se tira encima de mi una vez pero antes de que pueda enterrar sus garras en mi bello pelaje blanco una sombra negra me la quita de encima.

Me levantó rápido viendo a una pantera negra que la sostiene del cuello para someterla... Una pantera, aquí entre las hembras no hay ninguna pantera solo pumas, linces, loba, tigres, leones y más variedad de felinos... Al enfocar mi olfato siento esa misma esencia de menta y bosque cuando vi a Diabal.

Veo que suelta a Amber que deja de moverse para estar tranquila... Miro como el se acerca a mi de forma dominante e impotente para luego empezar a lamer mi rostro como si fuera solo suya. Me quedo estática por esa muestra de afecto por parte de él, si apenas me conoce y ya marca territorio conmigo en serio ¿quien hace eso? Por lo que veo solo él.

Me alejo de su muestra de afecto dándole la espalda en todo momento para ir a mi árbol marcado por mi olor a chocolate y frambuesas frescas. Subo de un ágil movimiento a mi árbol viendo como las hembras rodean a Diabal que me mira fijamente mientras se acerca a mi árbol algo que da curiosidad en verdad... Veo como las hembras quedan en los límites imaginarios que he creado a partir de mi olor mientras que Diabal trepa al árbol hasta llegar a mi.

-¿Que quieres? - preguntó sin verlo.

-A ti - su gruesa voz hace que mi pelaje se erice por completo.

-¿A mi? No me hagas reír mira que tienes a muchas de donde escoger - digo sin titubeos.

-Pero todas apestan a otros machos menos tu...por eso te quiero a ti eres especial hecha para mi - dice colocando su cuerpo encima del mio.

Me erizo al sentir algo duro rozar mi vagina y es hay donde me doy cuenta de que me quiere montar como suya... Yo aun no estoy lista y tampoco quiero que me tome en frente de todas las hembras...

-Diabal...para aquí no...

-¿Porque no? Quiero hacerte mía y yo quiero ser solo tuyo Minerya - ¿como sabe mi nombre?

-Aun no estoy lista y apenas te conozco - digo seria y nerviosa al sentir que presiona su pene en mi vagina.

-Esta bien mi amor...lo haremos cuando estés lista...

Siento que aleja su pene de mi entrada y deja suaves lamidas a mis orejas mientras siento que mi cuerpo se relaja.

-Se mi compañera Minerya, solo mía por favor no quiero seguir sólo más tiempo - dice lamiendo mi cuello.

-¿Tu compañera? - pregunto sorprendida.

-Si... las panteras machos como yo solo tenemos una sola hembra con la cual aparearse siempre, a la que le damos nuestras fidelidad, le damos nuestro amor y protección cuando ella lleva nuestros cachorros en su amado y sagrado vientre... Las panteras vemos a nuestra compañera como una deidad - dice con amor y cariño en cada palabra.

Por Dios jamás pensé que el fuera así como yo, tan conservador y amoroso como yo... De seguro que papá tuvo algo que ver con esto y si se lo agradezco con todo mi corazón.

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En multimedia les dejó Diabal en su forma de pantera.

Adiós mis criaturas del averno.

Proyecto FertilidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora