LOST

El recuerdo de tu ausencia

Mi nombre es Katsuki Bakugou, no recuerdo cuando acabo pero si como inicio, el como me alejé de mi hogar y de mi familia, de mis amigos y rivales, de como me alejé de él.

Lo único que recuerdo sobre como salí de ese lugar, fueron varias preguntas que me hicieron, todas eran abrumantes para mi cerebro, quería hacerlos explotar pero... no podía, y después me daría cuenta de mi cruel infortunio, ojala y nunca lo hubiera hecho.

-Bakugou, sabemos que estas sesiones pueden ser algo molestas, pero podrías recordarme como fue que te secuestro?-se escuchaba la voz del investigador, sosteniendo otra vez aquella libreta y un bolígrafo, seis meses han pasado ya y siguen insistiendo en recordar aquel suceso.

-Si-guardo silencio por unos segundos, el peliverde a su lado posó una de sus manos en uno de los hombros del rubio cenizo, haciéndolo tomar aire y suspirar un poco mas calmado-Fue en el cumpleaños de Izuku...

Flash Back

-Kacchan... irás a mi fiesta de cumpleaños?-Preguntó el menor mirando al de ojos rubíes esperando una respuesta, el temor se había esfumado desde que se supo la verdad de All Might, el cual, de manera desafortunado, ya no era parte de este mundo.

-Cierra la boca, tal vez vaya-Comentó el rubio mientras jugueteaba con uno de sus lápices, observando la suave sonrisa de aquel héroe novato que se hacía llamar "Deku: El héroe que siempre sonríe", en aquel entonces le parecía una estupidez, ahora, era mas razonable, e incluso llegaba a pensar que era un buen nombre.

Vio aquel chico retirarse tan rápido como llego, prosiguiendo a invitar a Todoroki, Uraraka, Lida, etc. El día de clases termino, y todos fueron a sus casas, incluyendo a Bakugou, nada fuera de lo común, excepto de que Katsuki sentía una presencia cerca suyo desde hace un par de semanas, ademas de que casi podía sentir que algo le observaba desde varios tipos de ángulos, tal vez tenía paranoia, o tal vez se estaba volviendo loco, pero Bakugou era demasiado orgulloso para no aceptar que alguien no le perseguía

-Sal de ahí hijo de puta! Donde quiera que te encuentres! Te mataré!-se escucho el grito entre las calles solitarias ya al atardecer, se había detenido en plena calle a esperar a que alguien o algo saliera de la calle, pero al no ver a nadie bufo un poco y siguió con su caminata hasta su casa.

Al llegar solo comió, tuvo una que otra discusión con su madre y luego fue a darse un baño para asi dormir, mañana seria sábado y el cumpleaños de Deku, no se perdería por nada el pastel de chocolate o la comida picante, no era malo aprovecharse de vez en cuando. Durmió hasta el día siguiente y se vistió con una playera blanca, shorts rojos y tenis blancos que parecían recién lavados, ya estaba listo para ir a la fiesta del imbecil de Deku. Debajo de la cama tomo una pequeña caja con un leve sonrojo y su típico ceño fruncido, bajo a la sala y tomo algo de dinero, se despidió de la rubia mayor con un "te veo luego vieja"... Poco sabría Bakugou que sería lo ultimo que le diría ese dia...

Siguió la misma ruta que tenia desde la niñez para ir a la casa del peliverde, y en casi al final de la calle pudo ver a esté recibiendo a la cara redonda y al tipo motor, y se detuvo un momento para mirar su caja, se preguntaba si le gustaría el detalle, y cuando se dispuso a volver a caminar sintió un piquete en su cuello, a la vez de escuchar un susurro en su oído "Dulces sueños, Baku~", y su cuerpo cayó al suelo, dejando el regalo en el frio suelo de la calle, pasando por su cabeza como último pensamiento el rostro de Deku susurrando con una sonrisa "Kacchan"