Como una pesadilla

494 54 19
                                    



Muchas gracias señor Katsuki, pero necesito que vuelva mañana para que me dé más detalles sobre su... secuestro -Dijo el detective mientras recogía los datos que había anotado en la libreta, guardándola en el bolsillo de su gabardina, y así despidió a ambos chicos de la comisaria.

El camino era silencioso mientras el auto de Midoriya avanzaba por las calles de la ciudad, donde se veía caer de manera lenta y suave la nieve sobre las casas de Kyoto, y dentro del coche, Izuku no podía dejar de ver de reojo al chico rubio que se encontraba en el asiento del copiloto, mirando a través de la ventana sin muchas ganas, a lo cual el menor suspiro y tomo aire para sonreír y dirigirse al ajeno.

-Oye, Bakugou, que te parece si vamos a comer algo de comida mexicana? De esa a la cual le ponen chile que no pica y chile del que si?- Intento bromear con él, pero lo único que recibió fue una mirada desinteresada, esa que siempre veía actualmente en Bakugou, parecía como si su ceño fruncido o su sonrisa arrogante hubiesen desaparecido por completo.

-Como tú quieras- Esas palabras las había escuchado ya tantas veces, y le dolía, le dolía que no le reclamara, que ya no le dijera "Deku imbécil" o "Nerd de Mierda", le dolía que ya no fuera el mismo Bakugou Katsuki que conoció toda su vida, y que en estos 6 meses que le habían encontrado pareciera que le hubiesen regresado a otra persona, y fue lo único que quedo de aquella platica.

En efecto, fueron a comer comida mexicana, y luego se dirigieron a la casa del menor, donde también vivía ahora el rubio, pues la vida, no conforme de separarle de sus amigos y familia por varios años, cuando volvió, su madre había muerto por depresión, mientras que su padre tuvo un accidente de auto y murió al instante; al ser mayor de edad pudo decidir donde quedarse, Izuku le ofreció su hogar, y como niño perdido, Bakugou se dejo ayudar por aquel que siempre estuvo con él a pesar de cómo le trato por tantos años.

Como casi todas las tardes, el rubio se encerró en el cuarto que se encontraba a un lado del de ojos verdes, Midoriya no sabía que hacía ahí todo el tiempo, nunca estaba encendida la luz, si acaso lo único que alumbraba ese espacio era la televisión con la misma película de todos los días, mientras Bakugou siempre yacía abrazando sus piernas en la cama, con la mirada fija en aquel aparato electrónico. Mientras Midoriya, bueno... él tenía que cuidar de Japón una que otra tarde al ser el nuevo símbolo de la paz.

Llegó la noche y ambos cenaron en el comedor, pero sin dirigirse ninguna palabra, cuando terminaron, el peliverde se levanto y le dio un beso en la frente al rubio acompañado de un "Duerme bien", como siempre lo hacía desde que volvió.

Todo estaba silencioso, solo los grillos se escuchaban mientras ambos chicos y la mayoría de los habitantes en aquel barrio dormían, y Bakugou por su parte se removía en su cama, sudando en frio, apretando sus almohadas, no podía evitar recordar todo, todo su llanto, las suplicas que le llevaron a dejar su orgullo, todo lo que sufrió...

Flash Back

-Oh Baku~ te ves tan lindo en esa posición- Se escuchaban los murmuros de aquel tipo tan asqueroso, mientras lo penetraba con fuerza y grababa su rostro lleno de lagrimas y uno que otro moretón o raspones en sus mejillas, el por su parte solo lloraba, intento luchar tantas noches, de verdad intento explotar todo con su Kosei, salir y abrazar a su madre para decirle "Aquí estoy, volví, te amo mamá", pero nunca pudo hacerlo... era ese kosei, ese maldito kosei que le impedia usar el suyo.

-Por favor... -Murmuro entre quejidos de dolor, recibiendo otra bofetada, ojala y con eso hubiese caído inconsciente, pero aún seguía, escuchando las risas de las personas ahí presentes, no quería más de eso "Deku", pensó, no quería borrarlo de su memoria, aunque le inyectaran cualquier sustancia afrodisiaca y aunque estuviera apunto de olvidarlo, trataba recordarlo, recordar su sonrisa, sus ojos brillosos, solo quería volver a verlo "Perdoname"

Fin Flash Back

-Deku! Deku!!- Se escucharon los gritos desesperados del rubio mientras temblaba y lloraba en su cama, hasta que el peliverde entro y le abrazo-No! Sueltenme, no volveré a escapar por favor!!

Midoriya no soporto mas el llanto y le abrazo con mas fuerza-soy yo... Kacchan-susurro en su oído acariciando su cabello, y en esa habitación solo se pudieron escuchar los sollozos de ambos, uno sufría por los recuerdos y las cicatrices que dejaron en su cuerpo, marchito por dentro; el otro, lloraba por ver al que siempre fue y sera el amor de su vida de esa manera, dolido, roto, quien tenían que cuidarle y protegerle... Ambos necesitaban el amor mutuo, pero era tan difícil darlo cuando la vida de Bakugou durante 9 dolorosos años.. fue como una pesadilla.

LOSTWhere stories live. Discover now